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Las pruebas arqueológicas realizadas al ADN de un humano moderno, confirman que nuestros antepasados vivieron hace más de 47.000 años en Wallacea.
Hallan restos de un humano moderno enterrado hace 7.000 años en Indonesia
Un equipo internacional de científicos realizó una investigación, donde lograron aislar el ADN perteneciente a un humano moderno enterrado en la isla de Sulawesi, Indonesia; hace aproximadamente 7.000 años.
El genoma de este individuo, es el más antiguo hallado en Wallacea. El cual demuestra relaciones humanas antiguas, hasta ahora desconocidas; según una publicación hecha por la revista “Nature”.
La investigación internacional se realizó, por medio de una cercana colaboración con varios científicos e instituciones de Indonesia. El profesor Johannes Krause, de los Institutos de Ciencias de la Historia de Jena y Max Planck de Antropología Evolutiva, fue quien dirigió el estudio. Junto a los profesores Cosimo Posth, del Centro Senckenberg de Alemania, y el profesor Adam Brumm de la Universidad de Griffith de Australia.
Las islas Wallacea son claves para conocer la evolución de la especie humana
Estas islas representaron un escalón en la expansión de los primeros individuos modernos de nuestra especie de Euroasia a Oceanía; aproximadamente hace más de cincuenta mil años. Los descubrimientos arqueológicos muestran que, nuestros antepasados habitaron las islas Wallacea hace alrededor de 47.000 años. Pero, se han hallado pocos restos humanos completos.
Uno de los hallazgos arqueológicos más significativos de estas islas, es el complejo de tecnología toaleano. El cual data de un período bastante más reciente, entre ocho mil y mil quinientos años, aproximadamente.
Las conocidas puntas Maros, puntas de flecha hechas de piedra; son algunos de los objetos más característicos fabricados por los miembros de la cultura toaleana.
Restos hallados en la cueva de Leang Panninge
Adam Brumm explica que, solamente han hallado señales de la cultura toaleana en una región relativamente pequeña de la parte sur de la península de Sulawesi. Y que han logrado asignar el enterramiento hallado en la cueva de Leang Panninge a esta cultura.
Este descubrimiento es muy notable; debido a que se trata del primer esqueleto más completo y mejor conservado relacionado con la cultura toaleana.
Por su parte, la doctora del Instituto Max Planck, Selina Carlhoff, quien además es autora principal de la investigación, dijo que, logró aislar el ADN de una parte del hueso petroso del cráneo. Lo cual resultó un gran reto, debido a que los restos estaban bastante degradados por la acción del clima tropical.
Emparentado con el humano moderno
El análisis realizado logró demostrar que, el espécimen de la cueva de Leang Panninge, se encontraba emparentado con el grupo de humanos modernos que vinieron a Oceanía desde la Euroasia hace algunos cincuenta mil años.
De igual manera que el genoma de los miembros indígenas de Australia y Nueva Guinea; el genoma del habitante de Leang Panninge tenía señales de ADN denisovano.
Se conoce que los denisovanos, son un grupo ya extinguido de humanos arcaicos; identificados principalmente por descubrimientos en el Tibet y en Siberia.
Uno de los directores del estudio, Johannes Krause, afirma que, el solo hecho de que sus genes también se hallan encontrado en los cazadores recolectores de Leang Panninge; confirma su hipótesis, que señala que los denisovanos habitaron una región geográfica mucho más extensa.
Cuando se realizó la comparación con la información de los genomas de los cazadores recolectores que habitaron en la parte oeste de Wallacea, más o menos en el mismo tiempo que el espécimen de Leang Panninge; se descubrieron más pistas, esos datos genómicos no evidenciaron ningún rastro del ADN denisovano.
Denisovanos y humanos modernos solapados en Wallacea
Uno de los directores del estudio, Cosimo Posth, afirma que, la distribución geográfica, tanto de los denisovano como de los humanos modernos, se haya solapado en las islas Wallacea. Y que este puede ser el sitio clave donde se dio el cruce entre los denisovano y los ancestros de los aborígenes papúes y australianos.
Pero, el especimen de Leang Panninge lleva también una proporción bastante grande de su genoma que corresponde a una antigua población del Asia. “Para nosotros esto fue una gran sorpresa; ya que todos sabemos que los humanos modernos se esparcieron desde el oeste asiático hasta el área de las islas Wallacea. Sin embargo, este hecho sucedió mucho después, hace alrededor de unos 3.500 años. Lo que sucedió mucho tiempo después de que el espécimen de Leang Panninge viviera”.
Asimismo, los científicos del estudio no hallaron pruebas sobre que el grupo al que Leang Panninge pertenecía, hubiese dejado algún descendiente entre la actual población de Wallacea. Aún continúan las dudas sobre qué ocurrió con la cultura toaleana y su población.
Posth señala que, se trata de una nueva pieza para el rompecabezas de la genética de Leang Panninge, que refleja lo poco que conocemos acerca de la historia genética de los actuales humanos del sudeste del Asia.