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Los drones han realizado espectáculos de luces en los Juego Olímpicos y llevado comestibles hasta lugares de difícil acceso. Pero en el terrible clima del Ártico han tenido serias dificultades para volar por largos períodos de tiempo. Un equipo de la NASA está haciendo posible que el dron “Vainilla” pueda volar por varios días sobre el océano Ártico.
El dron “Vainilla” será capaz de medir la nieve formada sobre el hielo marino
Los drones han presentado muchas dificultades para volar sobre el Ártico, el tiempo necesario para que los científicos puedan colocar en el aire instrumentos especializados de manera segura para realizar el monitoreo de toda la región.
Pero en estos momentos, un grupo de científicos encabezado por expertos de la NASA se encuentran demostrando cómo un dron de alas muy finas bautizado Vanilla o “Vainilla” en español; podía llegar a volar por varios días sobre el océano Ártico. Y de esa manera llevar un instrumento que utiliza un radar para poder medir la profundidad de la nieve acumulada en el hielo marino.
Con la puesta a prueba del dron “Vainilla” junto con el instrumento de radar que medirá el espesor de la nieve, el equipo de científicos busca brindar datos clave para el rastreo; además de comprender con mayor precisión cómo los polos del planeta están cambiando e influyendo en el aumento del nivel del mar.
A causa de las fuertes nevadas que generan una capa extra de nieve encima del hielo marino; inclusive a varios de los sistemas de altímetros más potentes de la agencia en el espacio les es bastante difícil medir el espesor real del hielo en esta región.
Sin embargo, la información proporcionada por los drones que logran volar a baja altitud, puede servir de mucha ayuda para que los científicos puedan medir el espesor cambiante con más exactitud mientras que el hielo marino del océano Ártico varía con las estaciones.
Medir el derretimiento del hielo en Groenlandia y en la Antártida
La científica investigadora del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la agencia en Greenbelt, Maryland y directora del proyecto, Brooke Medley; dijo que esta misma técnica pudiera servir eventualmente para la evaluación de la influencia del derretimiento del agua dulce de la Antártida y Groenlandia sobre el aumento del nivel del mar.
Dicho de otra manera, Medley confía en que equipos como el dron “Vainilla” puedan abrir nuevos caminos hacia proyecciones cada vez más exactas de cómo el incremento del nivel del mar pudiera remodelar las costas de todo el mundo. Por otro lado, también serviría para usarse en los climas más templados para monitorear incendios forestales, en la observación de proliferación de algas y en señales vitales de cambios en el planeta.
Durante el mes de noviembre del año pasado, el dron “Vainilla” voló por más de 6 horas encima del océano abierto y sobre el hielo marino a más de 130 millas o 222 kilómetros; desde un aeropuerto ubicado en Deadhorse en Alaska, donde un científico controlaba el instrumento radar mientras que un piloto controlaba el dron.
El dron “Vainilla” rompió un récord mundial de vuelo continuo
El año pasado, el dron”Vainilla” pudo volar en un clima más templado por más de ocho días continuos. La aeronave logró romper el récord mundial de vuelo sin interrupción, sin reaprovisionamiento de combustible por parte de un dron con motor de combustión interna.
En Alaska, debido a las inusuales precipitaciones el vehículo pilotado a distancia, no pudo realizar vuelos de varios días; sin embargo, las primeras evaluaciones muestran que la aeronave es capaz de volar por casi 5 días sobre el hielo del océano Ártico.
Para llegar a conseguir sus “alas árticas”, el dron voló con sensores que detectan el hielo, con un recubrimiento especial anticongelante y con un sistema de calefacción; todo esto necesario para protegerse de la humedad y de la niebla que podrían hacer que se congelen sus alas y su hélice rápidamente. “Vainilla” también puede volar con un motor diésel que sirve para regular el calor, a diferencia de los demás drones que trabajan con baterías.
Es tiempo de salir del vecindario
Medley mencionó que los drones han recorrido una larga senda; un recorrido suficiente para que puedan ya comenzar a ser más que cuadricópteros que solo vuelan en la localidad mirando su vecindario.
La científica aseguró que, al final volar drones es mucho más seguro y mucho más ecológico que volar aviones de gran tamaño; razón por la cual este proyecto cumple con varios requisitos.
La líder del proyecto, quiere estudiar el hielo del Ártico y el océano Ártico con el dron “Vainilla”. Sin embargo, también desea volar sobre la Antártida y Groenlandia, que son las dos capas de hielo del planeta. A diferencia de las laboriosas y costosas campañas aéreas que utilizan aviones y tripulación; varios drones pudieran volar de forma simultánea, regularmente y en monitoreos de varios días de toda una capa de hielo.