Contenidos
La accesibilidad en el hogar y en el mundo en general es vital para que todo el mundo pueda vivir de la forma más plena y cómoda posible, acercándose un poco más a la igualdad y equidad de acceso y uso para todos.
Cualquier lugar, producto y actividad puede causar un problema de accesibilidad. La accesibilidad se aplica tanto al mundo offline como al online. Los transportes, los edificios, los productos, los servicios y las actividades deben estar al alcance de todos, y la accesibilidad puede significar a veces que hay que adaptar esas cosas para que así sea. Hacer que algo sea accesible debe facilitar las cosas o eliminar las barreras para su uso.
¿Qué significa ser accesible?
Ser accesible debería significar que nadie está excluido de hacer o usar algo, y que debería poder hacerlo con una cantidad de esfuerzo y tiempo razonablemente igual a la de quienes no tienen una discapacidad.
Quizá el requisito de accesibilidad más común sea el de las sillas de ruedas. También hay otras condiciones y discapacidades que pueden incluirse aquí, desde personas con problemas de visión, ciegas o sordas, hasta las que tienen problemas de aprendizaje, estomas, autismo y las que necesitan andadores y bastones. La lista continúa.
Los dispositivos y la tecnología de asistencia pueden ayudar a facilitar el acceso a las personas con discapacidades, enfermedades o necesidades especiales. Puede tratarse de cualquier cosa, desde sillas de ruedas ligeras y fáciles de usar, un coche adaptado para sillas de ruedas que permita mayor autonomía, hasta tecnología de lectura de texto a voz, o herramientas de accesibilidad web.
Hacer algo accesible no es un enfoque único. Lo que es accesible para una persona puede ser inaccesible para otra. También conviene recordar que no todas las personas que necesitan elementos de accesibilidad tienen una discapacidad visible, porque también existen muchas discapacidades y enfermedades invisibles.
¿Qué tipos de problemas de accesibilidad pueden tener las personas?
Dada la gran cantidad de problemas de salud y discapacidades que existen, las personas pueden enfrentarse a diversos problemas, ya sean prácticos, visuales, legales o auditivos.
Los que van en silla de ruedas pueden tener problemas con muchas cosas que los que no van en silla de ruedas dan por sentado. Por ejemplo, aceras estrechas o irregulares. No hay suficiente espacio para sillas de ruedas en los autobuses o trenes. Puertas que no son lo suficientemente anchas, o falta de acceso sin escalones y sin rampas. Escaleras sin alternativa de ascensor. Habitaciones y pasillos pequeños sin espacio para maniobrar. Aseos para discapacitados limitados. Mesas y zonas de asiento no aptas para sillas de ruedas.
Además de las sillas de ruedas, hay otras discapacidades y enfermedades crónicas que pueden dificultar las actividades cotidianas y los lugares habituales. Si tomamos el ejemplo de los aseos, ya he hablado anteriormente de los aseos públicos y para discapacitados en el caso de afecciones invisibles como los estomas y cualquier otra afección del intestino, la vejiga o la movilidad.
Las personas mayores y cualquier persona con problemas de movilidad o equilibrio pueden encontrar en las escaleras una perspectiva dolorosa, difícil o desafiante. Asimismo, los edificios sin acceso exterior sin escalones pueden ser problemáticos. Las propias viviendas deberían ser ergonómicas y, sin embargo, la mayoría de las nuevas construcciones siguen sin ser, ni de lejos, aptas para discapacitados.
Las personas con deficiencias visuales o auditivas pueden tener problemas para cruzar las calles o desplazarse por los espacios abiertos de forma segura, por lo que son importantes los pavimentos táctiles, los anuncios sonoros en el transporte público y el braille.
Las personas con autismo pueden enfrentarse al caos en cualquier situación sin personal que responda con conciencia y apoyo adecuado.
También es importante pensar en las cosas más pequeñas, como los productos que utilizamos en nuestro día a día, ya sea una lata de sopa o el mando de la televisión. El diseño conceptual de los productos debe tener en cuenta la ergonomía de su uso. Para ayudar a salvar las brechas de la inaccesibilidad, hay productos de asistencia que ayudan a hacer las cosas más manejables, desde asas de fácil agarre para cacerolas hasta móviles con botones más grandes.
Todo lo que se encuentra bajo el paraguas de la educación y el empleo puede suponer una barrera, como la forma en que se imparte la educación, los asientos que se proporcionan en el trabajo y los derechos que tienen los empleados.
Los problemas de accesibilidad también se encuentran en Internet, con los usuarios que navegan por el aprendizaje, las compras, los memes, los blogs, la reserva de billetes, etc. La tecnología, las redes sociales y la web deben ser accesibles para todos, independientemente de que alguien tenga una discapacidad neurológica, cognitiva-motora, auditiva o visual.
Problemas de accesibilidad en el transporte público, las vacaciones, los parques infantiles, la falta de aparcamiento para discapacitados…
Hay muchas cosas. Probablemente se podría pensar en casi cualquier cosa y encontrar un reto potencial.
El reto de un mundo accesible
En un mundo verdaderamente accesible las personas con discapacidades, problemas de salud, dificultades de aprendizaje y necesidades especiales no sentirían que tienen que ser casos especiales, preguntándose a qué problemas se enfrentarán en cada momento. Las personas se sentirían capacitadas e incluidas.
Los pequeños pasos hacia adelante pueden sumar, como la sensibilización sobre el tema, las campañas para el cambio y el señalamiento de las áreas de preocupación o mejora a las empresas y servicios. Todos estos pasos graduales, por pequeños que sean, pueden ayudarnos a avanzar hacia ese mundo más accesible.