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Los trabajos de oficina obligan a estar sentados delante de una pantalla durante jornadas interminables. Esto implica que, si no se cuenta con un buen mobiliario y equipamiento, el resultado puede ser padecer graves problemas a largo plazo en la columna y la espalda en general, así como dolor de cuello, jaquecas o síndrome del túnel carpiano.
La elección de un buen mobiliario, y en concreto de una silla de oficina, es tan relevante como la de un buen colchón. Con el segundo nos aseguramos un buen descanso, pero conviene no restarle importancia a la primera, ya que el tiempo que pasamos sentados sobre ella es igual o mayor que el que nos mantenemos durmiendo.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que el ser humano no está diseñado evolutivamente para permanecer sentado durante largos periodos de tiempo. El movimiento es natural y la posición erguida ayuda a respirar bien y oxigenar la sangre.
Es el estilo de vida moderno y el trabajo sedentario lo que limita esas opciones de movimiento. Para trabajar desde casa frente a un ordenador o hacerlo en una oficina es imprescindible dotarse de una silla ergonómica, que tienen como finalidad alejar las patologías relacionadas con el sedentarismo y las malas posturas.
¿Qué son las sillas ergonómicas?
Estos objetos de mobiliario están desarrollados a base de principios biomecánicos y ergonómicos. El objetivo es reducir las lesiones musculares, esqueléticas y circulatorias asociadas a mantenerse durante mucho tiempo en la misma posición. A su vez, contribuyen a mejorar el bienestar de los trabajadores, aumentar su eficiencia y maximizar su productividad.
La ergonomía considera que el estar sentado de manera adecuada es un factor clave en la prevención de la salud. En personas que mantienen trabajos de oficina, la mayoría de problemas de espalda son la consecuencia del daño lento y constante causado a lo largo de los años por adoptar malas posturas mientras trabajan.
Las sillas ergonómicas deben estar diseñadas para promover un modo de sentarse que sea saludable a largo plazo, con el que se pueda adquirir una posición correcta y activa, y que den la opción de variar esa postura para adaptarla al movimiento del cuerpo y los brazos. Por otra parte, han de alcanzar un equilibrio entre la altura y el peso del usuario.
¿Qué características definen a las sillas ergonómicas?
Los asientos ergonómicos son, por norma general, regulables. Esto significa que se adaptan a las formas del cuerpo y buscan un reparto de presiones equilibrado. Una característica clave es la posibilidad de modificar su altura y profundidad.
La altura busca colocar la mirada del usuario frente a la pantalla, para no generar mayor fatiga visual. En cuanto a la profundidad, la idea es mantener la espalda erguida en todo momento, adoptando un ángulo de 90 grados con respecto a las caderas y la horizontal.
Otro aspecto importante es la posición que adquiere la parte posterior de las rodillas. Es aconsejable buscar asientos que no ejerzan presión sobre esta área. El respaldo es otro elemento importante. Este se debe poder regular en diferentes puntos de inclinación e incluir el balanceo, pero ajustando la tensión al peso de la persona y manteniendo siempre una posición erguida de la columna, sin desviaciones.
En las sillas ergonómicas es preferible que el respaldo disponga de una prominencia lumbar para garantizar un apoyo estable para mantener la espalda en una posición natural. Y finalmente, este mobiliario ha de estar elaborado a partir de materiales transpirables y que favorezcan la disipación de la electricidad estática.
¿Cómo escoger la mejor silla ergonómica?
Una buena silla ergonomica de oficina es esencial para la salud del trabajador. Esto puede llevar a la creencia de que el mobiliario laboral es siempre caro, cuando realmente no es así. Los conceptos ergonómicos ya están tan integrados en el día a día que esto ha favorecido la opción de acceder a sillas a precios muy económicos.
Hoy en día existen sillas de este tipo que se ajustan a todos los presupuestos. Es posible encontrar mobiliario ergonómico barato y que cumpla su función, solo hay que saber buscarla. Esto sí, antes de seleccionar un modelo u otro es aconsejable probarlo y estudiar a fondo todas sus características.
La selección de un buen mobiliario de oficina, incorporando también la mesa de trabajo, aleja tensiones musculares y los problemas de salud vinculados a la adopción de malas posturas.