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Desde su impacto en el medio ambiente hasta cómo se aprovechan los estafadores, aquí encontrarán todo lo que deben saber sobre los NFT o tokens no fungibles.
Los NFT y el blockchain
En los últimos años, un novedoso formato de archivo digital ha prometido hacer una revolución en la manera de poseer, comprar y vender de todo en Internet. Se trata del token no fungible o NFT, por sus siglas en inglés. A medida que va aumentando el interés por este tipo de archivo digital, especialmente recibos o firmas de activos digitales, a nivel mundial, editores y artistas han comenzado a experimentar con esta nueva tecnología.
¿Qué es un NFT? Para poder entender los tokens no fungibles, es mejor primero comprender su tecnología subyacente. Es decir, el blockchain o cadena de bloques.
El blockchain es el protocolo informático que está diseñado para que muchos computadores se pongan de acuerdo acerca de la misma secuencia de transacciones sin confiar los unos en los otros. Para no tener que recurrir a terceros para la verificación de las transacciones, las cadenas de bloques se fundamentan en criptografía e incentivos económicos para que falsificar una transacción resulte muy costoso y fácil de detectar.
Dicha configuración está diseñada para que las redes informáticas mantengan bases de datos de manera descentralizada, pública y redundante.
El minucioso y riguroso mantenimiento de registros del blockchain quiere decir que las aplicaciones creadas sobre él pueden crear fragmentos de códigos que pueden ser rastreados como entidades diferentes y puedan transferirse de un usuario a otro. Y dichos “tokens” pueden hacerse “no fungibles”, o sea, no pueden ser cambiados por otros.
Los activos digitales y los NFT
Lo que se busca es que los NFT creen escasez de activos digitales, de esta manera van a permitir la creación de una nueva clase de “propiedad digital rasteable”. Entonces, un activo digital, como un vídeo o una imagen, podría apareces varias veces en la Web, aunque solo unas pocas instancias del objeto (o quizá solo una) contendría la procedencia de un NFT.
Se debe resaltar que los tokens no fungibles no poseen necesariamente los datos del activo en sí, aunque algunos sí lo hacen. Tampoco transfieren necesariamente los derechos de autor. Generalmente, un NFT contiene una URL que se entrelaza con el activo digital, que además es almacenada en una red independiente.
De unos pocos años para acá, los tokens no fungibles vienen acaparando la atención debido a las inmensas sumas de dinero que han atraído. Ya sea como objeto de colección, como muestra de riqueza o como ineversiones especulativas.
Un token no fungible que vale $ 69 millones
En marzo del año 2021, Beeple logró vender un NFT por $ 69 millones en un subastar a una compañía de inversión que buscaba promover el arte digital. Y la colección de NFT que representa una serie de diez mil primates de dibujos animados, el Bored Ape Yacht Club, logró disparar su valor a principios del año pasado luego de una serie de promociones de famosos.
Ahora estas NFT son vendidas por decenas de miles de dólares. Terminando el 2022, las ventas de NFT del año habían alcanzado la suma de 11.000 millones de euros, aunque durante ese tiempo el mercado fue muy volátil. Si se mide en dólares, el volumen de ventas del mercado de los tokens no fungibles OpenSea cayó más un 95 por ciento entre enero y noviembre del año pasado, de acuerdo con los datos manejados por la firma Dune Anaytics.
El mercado más amplio de tokens no fungibles y los activos vinculados denominados criptomonedas o monedas digitales que las blockchain hacen escasas y, por tanto, comerciables; experimentó una hemorragia de $ 2billones durante el mes de julio de 2022, luego de haberse disparado hasta los $ 3 billones ocho meses atrás.
¿Cómo pueden ser usados los NFT?
Los promotores de los NFT sostienen que estos ofrecen un nuevo modelo de ingresos a los artistas al permitirles vender vídeos, fotografías y otros criptoactivos como objetos de colección online o bellas artes. El año pasado Ucrania logró recaudar decenas de millones de dólares en subastas de NFT para brindar apoyo en la guerra que libra contra Rusia.
Diferente a lo que ocurre con los archivos digitales estándar, los tokens no fungibles pueden contener pequeños programas informáticos denominados contratos inteligentes, que en ocasiones pueden emitir regalías al autor o artista original de un NFT en el momento en que el NFT es revendido. Debido a que los NFT son transferibles y únicos, además pueden servir como credenciales de socios, entradas o incluso registros para créditos de carbono.
Los juegos de video basados en cadenas de bloques, como Axie Infinity, usan tokens no fungibles como personajes y objetos del juegos y los participantes pueden poseer y hasta pagarle a otros jugadores para conseguirlos.
En la actualidad muchos artistas esperan que los NFT puedan sacudir los modelos de negocio convencionales de las industrias creativas, brindando a los artistas oportunidades más equitativas y lucrativas. Los artistas ya vienen usando los NFT para la organización de colectivos de fanáticos y mecenas llamados Organizaciones Autónomas Descentralizadas o DAO, por sus siglas en inglés.
Los avatares y el metaverso
En el sentido más optimista, los promotores de los NFT sostienen que esta tecnología podría apuntalar la identidad de la gente dentro de un metaverso. De acuerdo con esta visión, las personas usarán “avatares virtuales” para jugar y trabajar en muchos espacios digitales interoperables.
De la misma forma que en el mundo real, en el metaverso se posee objetos únicos, y los defensores de esta tecnología imaginan que los NFT servirían como una especie de escrituras para estos objetos.
Más allá de la propiedad digital, la esencia descentralizada de los tokens no fungibles significa que podrían usarse para ayudar a rastrear la cadena de custodia de los archivos o para proteger los archivos digitales ante la manipulación.
¿Qué le espera a los tokens no fungibles?
En la actualidad, los tokens no fungibles están atrapados en un criptoinvierno, que es un mercado de monedas criptográficas profundamente escéptico que ha venido enfriando desde los más logrados a principios del año pasado. Luego de las pérdidas y robos por sumas de miles de millones de dólares. Además del colapso de varias de las mayores compañías de criptomonedas, los reguladores de todas partes del mundo se encuentran estudiando cómo clasificar y gravar esta clase de activos.
Pero, sin embargo, los NFT no han desaparecido por completo. Es posible que al igual que sucedió con la quiebra de las puntocom a comienzos de la década de 2000, muchas nuevas compañías de NFT se marchitarán bajo el inclemente escrutinio del mercado, y las pocas que logren sobrevivir serán las encargadas de rehacer el mundo digital.