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Los países se debaten entre eliminar los combustibles fósiles o más financiación climática en la COP28 de Dubái. Mientras la Unión Europea priorizará terminar con todos los combustibles fósiles, a lo que se oponen las empresas productoras de petróleo y gas; los países más vulnerables solicitarán más fondos del norte global a cambio de mayores recortes en emisiones de gases de efecto invernadero.
El panorama de la COP28, cumbre del clima de Dubái 2023
Actualmente en Dubái se encuentran cerca de doscientos países negociando acuerdos para deterner el cambio climático. Sin embargo, no todos buscan lo mismo. Y, como en toda negociación, que está detrás de un resultado final más o menos ambicioso, dependerá de lo que estén dispuestos a ceder cada negociador.
Por un lado, la Unión Europea (UE) empujará hacia un documento final más contundente en materia de eliminación de los combustibles fósiles y hacia la meta de triplicar el despliegue de las energías renovables; por el otro lado los países menos desarrollados y los más vulnerables ante la crisis climática no se irán de la COP28 sin alcanzar mayores avances en financiación. Por su parte, los productores de petróleo y gas buscarán rebajar el tono todo lo que sea posible al momento de solicitar una reducción o eliminación de los hidrocarburos.
Las cumbres climáticas (foros auspiciados por Naciones Unidas), son uno de los pocos espacios internacionales puramente multilaterales, lo que significa que, sobre el papel, vale lo mismo el voto de grandes emisores como lo son China y Estados Unidos, que el voto de una pequeña isla del Pacífico como Vanuatu. Pero, a la vez, los acuerdos deben resultar del consenso y todos los países tienen capacidad de veto, lo que quiere decir que basta con que un solo delegado se niegue para que no haya acuerdo.
Conflictos internacionales que hacen más difícil llegar a un acuerdo en la COP28
Los acuerdos sobre el clima se complican en un contexto internacional donde abundan los conflictos: primero en Ucrania y en los últimos días el conflicto entre Israel y Palestina. Además de una mayor tensión internacional, entre grandes potencias: China, Rusia, Estados Unidos; aunque también entre países más y menos desarrollados.
En este sentido, Javier Andaluz, portavoz de la organización Ecologistas en Acción, señaló que los países cada vez están más alejados y más enfrentados. Una de los motivos es que las naciones del norte no han llegado a los cien mil millones de dólares al año de financiación climática a la que se comprometieron anteriormente. Y eso es algo que genera mucha desconfianza, explicó el experto.
No obstante, la inesperada aprobación en el primer día de la COP28, de la creación de un fondo para la compensación de los impactos climáticos en los países más expuestos, puede ayudar a la recuperación de la confianza perdida y a servir de base para lograr otros acuerdos al finalizar la cumbre de Dubái.
¿Quiénes son los principales actores de la COP28?
En primer lugar se debe mencionar a los Estados Unidos, el cual es el mayor emisor histórico y su implicación en las cumbres del clima puede determinar que se alcance el éxito o no. Como ocurrió en París, donde fue fundamental su pacto con China; o el fracaso de la cumbre, como sucedió en Copenhague.
Estados Unidos respalda el objetivo de triplicar el despliegue de las energías renovables, lo que pactó con China en una reunión bilateral previa a la COP28. Que los 2 principales emisores del planeta trabajen juntos resulta una buena señal para sacar adelante acuerdos ambiciosos al final de la cumbre, de acuerdo con los analistas de estas clases de negociaciones.
John Kerry, el experto enviado por Washington a la COP28, también ha avanzado otro de los objeivos de Estados Unidos en esta cumbre. Kerry anunció el fin inmediato de nuevos permisos para nuevas plantas de generación eléctrica de carbón en todo el mundo , y no solamente en China, país donde el petróleo ha tenido un boom en los últimos años.
Por otro lado, Estados Unidos no apoya el objetivo de la UE de terminar con todos los combustibles fósiles, sino que se mantiene en el discurso actual que fue acordado con los países en las últimas cumbres, a decir: reducir el uso de aquellos combustibles que no posean tecnologías de captura y almacenamiento de carbono.
China, otro de los grandes emisores del mundo
La República Popular China es considerada desde hace varios años el mayor emisor del planeta, emite cerca de un 30 por ciento del dióxido de carbono, y muestra una doble cara en cuanto a su combate climático.
Ya que, por un lado, China es el principal consumidor de carbón a nivel mundial y continúa abriendo centrales térmicas que trabajan con este contaminante combustible. Y por otra parte, su despliegue de las energía renovables no tienen paragón en otros países, concentrando el 91 por ciento del crecimiento mundial durante la primera mitad de 2023, de acuerdo con “think tank” Ember.
China se comprometió a alcanzar su pico de emisiones en 2030, a pesar de que algunos análisis recientes calculan que, gracias a lo rápido que va su transición energética, podría lograrlo en 2025 o incluso en 2024.
En la COP28, China se estará oponiendo al abandono de todos los combustibles fósiles, lo que no ve posible, e incluso también a aquellos que no cuenten con tecnología de captura de carbono. Pekin intentará mantener su condición de nación vulnerable y en desarrollo que se le otorgó en Kioto, en el año 1997, a pesar de que en la actualidad es considerada la segunda economía del planeta; para tratar de eludir ser uno de los países donantes respecto a la financiación climática.
La posición de la Unión Europea en la COP28
Por su parte, el bloque comunitario europeo está negociando como un solo país en estas cumbres, a pesar de que los Estados miembros también tienen peso para llegar a acuerdos. La UE acostumbra presentarse como el actor más ambicioso y esta vez propondrá la reducción paulatina del uso de combustibles fósiles hasta su total eliminación, según la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
La Unión Europea también apostará por triplicar el despliegue de las energías renovables, además de acordar duplicar la eficiencia energética desde ahora hasta 2030.
Los 27 miembros de la UE están casi solos en su planteamiento de eliminar los combustibles fósiles sin objeción. En el idioma de las cumbres, para lograr un compromiso con las naciones más reticentes, como EEUU, Arabia Saudí o China, se ha llamado a reducir (no usar el término eliminar) el empleo del carbón y terminar con las ayudas públicas a los combustibles fósiles ineficientes (y no todas las ayudas).
Por tal motivo, la Unión Europea quiere ir este año más allá, a pesar de que los observadores coinciden en que será una tarea difícil, dado la fuerte oposición de los países productores de hidrocarburos y el mismo hecho de que el país anfitrión de esta cumbre es un petroestado.
Qué opina el anfitrión
Desde que se dió a conocer la elección de Emiratos Árabes Unidos (EAU) como país anfitrión de la COP28, justo al finalizar de 2022, no ha cesado la polémica sobre su rol. No solo por ser el séptimo mayor exportador de petróleo a nivel mundial, sino además porque el presidente de la cumbre, Sultan AL Jaber, es a la vez directivo de la petrolera estatal ADNOC.
Sultan Al Jaber se comprometió a trabajar para alcanzar un balance mundial lo más ambicioso posible. Con relación al uso de combustibles fósiles (el principal punto de discordia), ha llamado a asegurar la inclusión de su rol en las negociaciones, y ha reivindicado la valiente decisión de la presidencia de su país de trabajar proactivamente con las empresas productoras de petróleo y gas, por lo que han logrado compromisos tales como: cero emisiones en el año 2050 o de cero emisiones de metano para 2030.