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Un estudio de modelización llevado a cabo con datos de 854 ciudades de Europa calculó las muertes actuales y futuras provocadas por temperaturas frías y cálidas. El trabajo que fue publicado en “The Lancet Public Health”, indica que los fallecimientos por calor se van a triplicar en todo el continente a finales del siglo XXI.
A pesar de que este estudio de modelización pronostica un pequeño descenso de los fallecimientos por frío de aquí a finalizar el siglo, las muertes por calor aumentarán en toda Europa, sobre todo en países como España.
El estudio de modelización realizado en Europa señala que las muertes por frío durante este siglo disminuirán ligeramente
Los descensos por calor podrían triplicarse en todo el continente europeo de aquí a 2100 si continúan las políticas climáticas actuales, según el estudio de modelización climático, sobre todo entre los habitantes de las zonas meridionales de Europa, como España. De esta manera concluye el nuevo estudio de modelización que fue publicado esta semana en “The Lancet Public Health”, la investigación analiza los datos de 854 ciudades de Europa de más de cincuenta mil habitantes.
Este es el primer estudio de modelización que ha logrado calcular los descensos actuales y futuros por temperaturas frías y cálidas con gran nivel de detalle para todo el continente, y estima que las disparidades existentes en las regiones europeas entre los adultos se incrementarán debido al cambio climático y al envejecimiento de la población.
Hoy en día, en toda Europa fallecen cerca de 8 veces más habitantes a causa del frío que del calor. Sin embargo, se espera que esta proporción disminuya bastante a finales del siglo XXI. De tal manera que, aunque se pronostique un pequeño descenso de los fallecimientos por frío de aquí a 2100, las muertes por calor aumentarán en toda Europa, sobre todo en las regiones meridionales. Por lo tanto, los países que sufrirán más este efecto serán Italia, Grecia, parte de Francia y España.
Los resultados del estudio de modelización podrían servir para modificar las políticas climáticas
Los autores de este estudio de modelización aseguran que sus resultados servir de fundamento para la elaboración de nuevas políticas climáticas que protejan a las zonas y los habitantes más vulnerables de los efectos del calor y el frío. Sin embargo, aclararon que no han entrado a analizar qué pautas se recomiendan para la protección de la gente más vulnerable de Europa.
Juan Carlos Ciscar Martínez, uno de los investigadores del estudio de modelización climático, que trabaja en el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea; explicó para el medio digital SINC que, “Se trata de un asunto fundamental, pero va más allá del ámbito del artículo, debido a que su investigación no analiza medidas específicas de política para la reducción de los riesgos”.
En Europa aumentarán drásticamente las muertes a causa de las temperaturas
El trabajo de investigación calcula que las temperaturas frías y cálidas causan en la actualidad cerca de 407.538 fallecimientos al año en todo el continente, de los cuales 363.809 se encuentran relacionados con el frío, mientras que 43.729 muertes están relacionadas con el calor.
Sin embargo, en los últimos años Europa ha venido experimentando algunos de sus veranos de mayor calor, que han coincidido con altas tasas de mortalidad. Los adultos mayores es la parte de la población que corre mayor riesgo de muerte por temperaturas extremas, y se estima que la cantidad de personas que llegan a la vejez aumente con el tiempo.
Sumando todos los factores, con un calentamiento global de 3 °C, una estimación máxima fundamentada en las actuales políticas climáticas, más el número de descensos relacionados con el calor en Europa podría aumentar de 43.729 a 128.809 para el año 2100. En este mismo escenario, los fallecimientos provocados por el frío seguirán siendo altos, aunque con un pequeño descenso de 363.809 a 333.703 para finales de siglo.
55.000 muertes más cada año
Con estas previsiones, se espera que las muertes relacionadas con la temperatura aumenten hasta en un 13,5 %, lo que causará 55.000 fallecimientos más cada año, impulsados por un incremento de estos por calor. La mayoría de las muertes se producirán entre personas mayores de 85 años.
Ciscar Martínez también dijo que en su análisis se reveló que la proporción de descensos por calor y frío cambiará de forma drástica a lo largo de este siglo, con un incremento de las muertes atribuidas al calor en todas las regiones de Europa y un repunte en algunas zonas específicas. Y que este nuevo estudio de modelización del clima examinó más de mil regiones de 30 países, lo que les permitió identificar los puntos calientes en los que la gente de Europa se verá más afectada en el futuro.
El caso específico de España
Está previsto que los fallecimientos relacionados con el calor aumentarán en todas las regiones del continente europeo bajo un calentamiento de 3 °C, con un importante aumento de las tasas de mortalidad, multiplicando por 3 la tasa media en toda Europa hasta ubicarse entre 2 7 117 descensos por cada cien mil habitantes en todos los países de Europa.
Específicamente en España se está proyectando un incremento importante en los fallecimientos por calor en todas partes del país ibérico, que podrían aumentar de 4.414 a 20.194 por cada cien mil habitantes para finales de este siglo bajo este escenario de 3 °C, lo que se piensa sea el mayor crecimiento de los países más vulnerables del continente.
Las zonas del sur de España serán vulnerables de manera particular, debido a las altas temperaturas y a la creciente población de adultos mayores. Además, están resaltadas las grandes ciudades que estén más densamente pobladas. De tal modo, que ciudades como Barcelona y Madrid podrían estar enfrentando mayores riesgos debido al efecto de isla de calor urbana.
Por otro lado, los investigadores del estudio reconocen ciertas limitaciones. Los resultados de su investigación están basados en datos de habitantes de zonas urbanas (que suelen sufrir más estrés térmico, aún más por calor, que los habitantes de las zonas rurales), lo que quiere decir que las estimaciones pueden ser ligeramente exageradas. Para finalizar, los números tampoco tienen en consideración la etnia, el sexo o los efectos en los lactantes, que es considerado otro grupo vulnerable.