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La ingeniero Sarah Gillis y el multimillonario Jared Isaacman probaron los nuevos trajes diseñados por SpaceX para los futuros colonizadores de la Luna y Marte, en el primer paseo espacial privado de la historia.
Jared Isaacman completa su primera caminata espacial
El multimillonario Jared Isaacman y la ingeniera Sarah Gillis, astronautas que forman parte de la tripulación de la misión privada de SpaceX, Polaris Dawn, acaban de completar la primera caminata espacial privada de la historia. Mientras tanto la nave Dragon dibujaba una órbita elíptica a entre 190 y 700 km de distancia de la nuestro planeta, los astronautas del famoso empresario Elon Musk probaron los nuevos trajes diseñados por su empresa SpaceX para la futura colonización de La Luna y Marte.
Al rededor de las 12.50 (hora de España), el multimillonario Jared Isaacman, un aventurero y piloto además de filántropo de 41 años, fundador de Shift4, una compañía de procesamiento de pagos en línea, abrió la escotilla de la nave. En esos momentos la Dragon viajaba a una velocidad de más de 25.000 km por hora a 740 km de la Tierra. Este fue el momento más complicado de Polaris Dawn, considerada la misión más arriesgada de la historia de SpaceX.
Desde el espacio la Tierra parece un mundo perfecto
Jared Isaacman se asomó desde la nave, como si se tratara de la barandilla de un balcón y mostró al mundo entero desde la cámara de su casco imágenes de una puesta de sol entre la Antártida y Australia. El multimillonario dijo, «En casa tenemos mucho trabajo que hacer pero, desde aquí, la Tierra parece un mundo perfecto», nada más aparecer por la boca de la escotilla de la Dragon.
A pesar de que se encontraba unido a la nave mediante un cordón umbilical de 3,6 metros, enganchado a su traje por su pierna derecha, el empresario hecho astronauta no soltó las manos de la barandilla del exterior de la nave, durante su paseo de solo 10 minutos.
A esa distancia de nuestro planeta, empiezan los cinturones de radiación de Van Allen. Estos van desde los 680 hasta los 58.000 kilómetros de altitud, y ante los cuales debían ser expuestos los innovadores trajes espaciales. Como referencia, la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) se encuentra a 400 kilómetros de distancia de la Tierra.
Sarah Gillis una de las compañeras de Jared Isaacman en esta aventura
Más tarde, a las 13.05 (hora de España) Sarah Gillis, de 30 años e ingeniera de SpaceX, llevó a cabo la misma operación que Isaacman, mientras las cámaras de la nave Dragon mostraban un paisaje nocturno de lo que, a 614 km bajo sus pies, en la Tierra era la noche de Nueva Zelanda.
La ingeniera Gillis fue la encargada de completar la misión cerrando, mientras los otros 2 tripulantes de la misión Polaris Dawn, la oficial médica Anna Menon y el piloto Kidd Poteet, eran los encargados de dirigir la Dragon, y de supervisar los mecanismos de soporte vital de sus compañeros durante la caminata espacial.
Tras el paseo espacial, la Dragon empezó a presurizarse poco a poco mientras los niveles de oxígeno y nitrógeno retornaban a la normalidad.
Los paseos espaciales habían sido, hasta los momentos, una arriesgada actividad realizada exclusivamente por astronautas profesionales, desde que la antigua Unión Soviética abrió la escotilla por primera vez en el año 1965. El objetivo de la empresa de Elon Musk es obtener información valiosa de cara a futuras misiones que permitan la creación de vida multiplanetaria, al igual que la fabricación a gran escala de sus trajes de astronauta.
Primer viaje espacial más lejano de la Tierra desde que el hombre llegó a la Luna
La nave Dragon fue lanzada a las 11.23 (hora de España) del martes pasado desde el Complejo de Lanzamiento 39A en el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida (Estados Unidos). Su primer objetivo fue alejarse de nuestro planeta a 1.400 km, con lo que se convirtió en el viaje espacial más lejano desde la llega del hombre a la Luna hace más de cincuenta años.
La Dragon además rompió el récord de distancia de una órbita terrestre, el cual fue establecido por Gemini 11 hace más de medio siglo, en el momento en que se puso a orbitar a 1.373 km. Menon y Gillis se han convertido además es las mujeres que más lejos han estado de la Tierra en la historia de la humanidad. A esa distancia, en una zona repleta de escombros y expuestos a una radiación extrema, los astronautas de Elon Musk se mantuvieron durante unas 10 horas, en las que completaron 6 órbitas alrededor del planeta Tierra.
Un buen momento para leer «Besos desde el espacio«
Tras haber completado 6 órbitas alrededor de la Tierra la nave Dragon comenzó a descender, reduciendo la presión en el interior, y aproximando el entorno de la cabina a las condiciones necesarias para el paseo espacial. Los astronautas también pasaron algunas horas probando la movilidad presurizada de sus trajes de última tecnología.
Mientras descendía la nave, además de prepararse para la caminata, los tripulantes llevaron a cabo toda una serie de actividades de investigación, como evaluar cómo afecta la exposición a la microgravedad al flujo sanguíneo y a los fluidos corporales, monitorear cambios salud ocular, además de observar cómo procesa el cuerpo humano la medicación estando en órbita.
Los nuevos astronautas también aprovecharon su estancia en el espacio para reunirse con representantes de la organización Folds of Honor, la cual ofrece becas educativas a cónyuges e hijos de militares y socorristas caídos o discapacitados de Estados Unidos.
Por su parte, la oficial médica Anna Menon, aprovechó la especial ocasión para leer su libro, Kisses from Space (Besos desde el espacio), a un grupo de pacientes del St. Jude Children’s Research Hospital de EEUU, y sus familias, quienes también pudieron entablar un debate acerca del espacio con la tripulante.
La misión Polaris Down es la primera de los 3 viajes que Jared Isaacman compró al propietario de SpaceX Elon Musk hace más de 2 años y medio, poco tiempo después de volver de su primer vuelo espacial privado de SpaceX en el año 2021, la misión Inspiration4. El millonario fue quien financió ese viaje turístico por una suma no revelada, viaje en el que también participaron ganadores de concursos y un superviviente de cáncer infantil y recaudando $ 240 millones para el hospital St. Jude.