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Por qué se le llama alineación planetaria al evento espacial que se podrá observar en el cielo nocturno durante este mes de enero. Desde el pasado martes 21 es posible ver desde la Tierra el evento espacial en el que se alinean seis planeta. Cuatro de estos planetas podrán ser observados a simple vista durante varios días.
Esta alineación planetaria de enero será el evento espacial estelar de comienzo de 2025
Pascal Descamps, astrónomo del Observatorio de París (Francia), señaló que se habla de alineación planetaria, pero el término es una fuente de confusión. Descamps explicó que algunas personas pueden creer que los 8 planetas estarán en una misma línea, pero no será así.
Los medios de comunicación usan el término alineación planetaria, pero los científicos prefieren utilizar términos como “agrupación planetaria”, “parada” o “desfile de planetas” para describir este fenómeno. El astrónomo dijo que en la Tierra, nuestra percepción del cielo se limita al plano elíptico desde el que vemos los planetas. De tal modo, que cuando los expertos hablan de un desfile de planetas, en realidad están hablando de una gran agrupación de una cierta cantidad de planetas en el mismo rincón del cielo que pueden ser observado desde la Tierra, agregó Descamps.
El astrónomo explicó que a partir del 15 de enero de 2025, Júpiter, Marte, Venus y Saturno se reunen en un rincón del cielo. Urano y Neptuno también se les unirán, pero no se podrán ver a simple vista, debido a su tamaño, la distancia y la poca luz que reciben en los confines de nuestro sistema solar. Mientras que Mercurio se unirá al desfile de planetas un poco más tarde, a partir del 28 de enero, agregó.
La próxima alineación de planetas o desfile de planetas será visto desde el 28 de marzo hasta el 6 de abril de 2036
De acuerdo con lo estimado por el Observatorio de París, el evento espacial empezó realmente la noche del 16 de enero y culminará el 12 de marzo. No obstante, solo podrá ser visto a simple vista del 21 al 25 de enero, aunque el astrónomo advirtió que será visible si la meteorología local lo permite. Pascal Descamps explicó que esto se debe a que, previo al 21 de enero, los planetas no se encontraban lo suficientemente lejos del Sol como para que su luz dejara de estar cubierta por el halo de nuestra estrella. Las estimaciones del observatorio además predicen que “la agrupación de planetas más estrecha ocurrirá el 3 de marzo de 2025”, aunque ya no se podrá ver a simple vista, agregó el astrónomo,
Un desfile de planetas es un evento espacial relativamente regular, y el próximo debería llevarse a cabo entre el 28 de marzo y el 6 de abril de 2036, señaló Pascal Descamps. “Y en esa oportunidad, la Luna se unirá al baile”, añadió.
Cómo saben los astrónomos cuándo se producirá una alineación planetaria
Pascal Descamps también comentó que predecir los movimientos de todas las estrellas ha sido la tarea de los astrónomos desde la Revolución Francesa. Este trabajo se conoce como mecánica orbital desde que Pierre-Simon Laplace, quien fuera matemático, físico, astrónomo y político francés, introdujo el término en el siglo XVIII. Descamps señaló que Pierre-Simon Laplace “intentó explicar ciertos comportamientos de los cuerpos celestes a partir de la teoría de la gravitación de Isaac Newton”.
Pascal Descamps contó que Urbain Le Verrier, matemático y astrónomo francés especializado en mecánica orbital, descubrió Neptuno en 1846. Le Verrier notó que Urano se comportaba de manera extraña y que estaba sometido a la fuerza gravitatoria de otro cuerpo celeste, que hasta ese momento había sido invisible para el gran público, agregó Pascal Descamps. De esta forma fue como nació la hipótesis de la existencia de un octavo planeta en el sistema solar. Ese mismo año, el planeta fue finalmente observado por Johann Gottfried Galle, astrónomo alemán, con lo que se confirmaba la existencia de Neptuno.
La espiritualidad unida al desfile de planetas
Jacques Arnould, un teólogo especializado en historia de la ciencia perteneciente al Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia, explicó que antes de la Revolución Francesa, la distinción entre astronomía y astrología no estaba del todo clara. Arnould señaló que «en la historia de la ciencia, ambas disciplinas no se separaron hasta después del siglo XVII«.
Agregó que en aquella época, «la creencia en el vínculo entre los cambios en el cielo y sus efectos sobre la vida de las personas estaba ampliamente aceptada«. Y que «muy pronto, los seres humanos intentaron dilucidar los misterios de los cielos y trató de darles un sentido y un orden a la naturaleza«.
El teólogo señaló que en muchas civilizaciones, las agrupaciones de estrellas y cuerpos celestes se ritualizan de una manera u otra. Y que, por ejemplo, la civilización maya estudiaba los movimientos de las estrellas, el Sol y la Luna para establecer un calendario y las fechas de las ceremonias más importantes. Los mayas interpretaban las alineaciones planetarias como señales del inicio o el final de un ciclo importante, agregó Arnould.
Los eclipses además jugaban un papel central en los rituales mayas. Este acontecimiento, símbolo de peligro o renovación, se vinculaba con ritos de protección contra la batalla entre las fuerzas de la luz y la oscuridad. También eran organizadas ceremonias para apaciguar a los dioses y evitar que las deidades malignas devoraran el Sol o la Luna.
El Kumbh Mela de la India y las llamadas «religiones del Libro»
Cada doce años se celebra en la India una peregrinación hindú conocida con el nombre de «Kumbh Mela» (literalmente «festival de la jarra«). Dicha peregrinación, que atrae a la mayor cantidad de participantes en todo mundo, se organiza con base a métodos astrológicos. Es decir, la fecha viene determinada por la alineación específica del Sol, la Luna y Júpiter. La última ceremonia coincide con la actual alineación planetaria. Esta empezó el 13 de enero de 2025 y finalizará el 26 de febrero de 2025.
Las denominadas «religiones del Libro» (el islam, el judaísmo y el cristianismo) además se refieren a la astronomía en el sentido en que se entendía antes del siglo XVII. Jacques Arnould señaló que el islam considera «estas alusiones más bien advertencias«. y explicó que en el Corán, las estrellas no son más que indicadores, servidores de Dios, que no deben confundirse con Dios mismo.
De los diferente tipos de alineación estelar, «de forma particular los eclipses, tienen una connotación más terribles en muchas creencias que los planetas» […]. La mayoría de los rituales que rodean este acontecimiento tienen por objeto ahuyentar la oscuridad para que reaparezca la luz del día». El historiador concluyó que, en cambio, «una reunión de planetas por lo general se considera una celebración y no una catástrofe«.