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En la última década, analizando varias acciones económicas, se ha demostrado que Estados Unidos privatiza el espacio exterior.
El 6 de Abril 2020 el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica (Donald Trump) firmó una Orden Ejecutiva para «fomentar el apoyo internacional para la recuperación y el uso de los recursos espaciales». Fundamentalmente para proporcionar una fuente de recursos energéticos como por ejemplo, el desarrollo de tecnologías que permitan obtener una cantidad suficiente de Helio 3, para la tan anhelada «fusión nuclear estable«, entre otros minerales estratégicos para el desarrollo de estas y otras tecnologías.
Antecedentes sobre el espacio
Teniendo como antecedente el Tratado del Espacio de 1967, en el cual están representados 109 países, y tuvo en ese momento a Estados Unidos de Norteamérica, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, como países depositarios de dicho acuerdo.
Y más recientemente al Tratado Internacional sobre la Luna (Acuerdo de París) que data de 1979, con 21 artículos y 17 naciones adscripta; donde se plantea la transferencia de la jurisdicción de todos los cuerpos celestes incluyendo las orbitas cercanas a ellos a la comunidad internacional y se establecen como un bien común de la humanidad.
Sin embargo, este acuerdo tiene la particularidad que no cuenta con la participación de las potencias que lideran el desarrollo de la tecnología espacial.
Estados Unidos privatiza el espacio
Entre ellas EEUU, que lo considera un obstáculo para el desarrollo y fortalecimiento de la libre empresa y China que acaba de alunizar una sonda (Chang’e 4) en el lado oculto de la Luna por primera vez, enviando una foto de 360º desde el vehículo lunar Yutu 2, como prueba.
Así mismo, está enmarcada en la particular y sorprendente idea del empresario estadounidense Dennis Hope, quien desde 1980 vende terrenos de la Luna, Mercurio, Marte y Venus con bastante éxito y jugosas ganancias, a pesar de que la legitimidad de dicha venta se basa en la solicitud que hizo las ONU; aprovechando la falta de precisión en las disposiciones del Acuerdo de Paris de 1979. Que, si bien dicho tratado se refiere sustantivamente a países y naciones, no queda expresa la exclusión de las personas.
Actualmente Los Estados Unidos de Norteamérica se proponen acometer el «Programa Artemis» con la construcción de la «Deep Space Gateway«; una estación en la órbita de la Luna, con la participación de las Agencias Espaciales de Europa, Canadá, Rusia (Roscosmos), Japón; con lo cual se pretende continuar con la búsqueda de recursos energéticos y tecnológicos para el desarrollo en la Luna.
Todo esto sustentado en la Ley del 20 de Julio de 2017. «Explotación y utilización de los Recursos del Espacio de Luxemburgo«, que reclama que «los recursos del espacio son susceptibles de apropiación”.