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Los gobiernos aún no consiguen la fórmula correcta para superar la pandemia en Sudamérica. Mientras que, en muchas partes del mundo, sus habitantes ya van dejando a un lado las mascarillas y los guantes.
Lucha efectiva contra la pandemia en Sudamérica
Los gobiernos no encuentran la fórmula para luchar efectivamente contra la pandemia en Sudamérica. Sin embargo, ya en Europa y en muchas otras partes del mundo, la vida ha comenzado a retomar la cotidianidad normal, poco a poco los países van saliendo de la cuarentena del covid-19, sin mayores complicaciones.
En el lado sur de América, no se vislumbra una forma eficaz de avanzar en la lucha contra el coronavirus. Sudamérica posee los peores índices globales de mortalidad, y son varios los factores que están a favor de esta tragedia.
Copa América Vs. la Eurocopa: dos escenarios completamente opuestos
En Sevilla, en Londres, Roma, Budapest Copenhague y Munich, recientemente, en plena pandemia las gradas de los estadios se encontraron llenas de gente sin tapabocas, bebiendo cervezas y celebrando con abrazos los goles de sus escuadras favoritas. Como si la tragedia de la pandemia fuera cosa de un pasado muy lejano.
La celebración de la Eurocopa, en el viejo continente, parece un escenario tan distinto al de la Copa América. En este lado del mundo, en los estadios de Brasil, Argentina o Colombia; nadie tomaba cervezas ni gritaba goles en las graderías. Porque, simplemente no había gente en los estadios disfrutando de los partidos de fútbol.
Los equipos se encontraban solos, sin espectadores ni fanáticos. Mientras toda la región sigue registrando el récord de muertos por covid-19 a nivel mundial.
Récord de muertes por la pandemia en Sudamérica
Se registró que, al 27 de junio América del Sur era líder del ranking de muertes en una semana por coronavirus, con 55,8 fallecidos por millón de habitantes. En segundo lugar, muy lejos se encontraba Norteamérica, con tan solo 7,9 bajas por millón de habitantes. Y la Unión Europea, según el sitio web World in Data (OWD), registraba en ese momento, 5,4 muertes por millón de habitantes.
Recientemente, en un artículo publicado por el diario The Guardian, se podía leer: “A medida que EEUU y Europa empiezan a salir de la pandemia por coronavirus, se van quitando los tapabocas y van buscando la mejor forma de gastar los fondos de recuperación; la crisis se está desarrollando en buena parte de Sudamérica”.
En un análisis mostrado en The Guardian, llamando: “La ejecución silenciosa”, el diario muestra cómo el coronavirus, a un año y medio del inicio de la pandemia ha encontrado en esta parte del mundo, el sitio más vulnerable de todo el planeta.
De los 10 países, que al 27 del pasado junio, registraban más muertes por millón de habitantes en una semana, 6 eran sudamericanos. Paraguay ocupaba el primer lugar, Colombia el tercero, Surinam ocupaba el quinto, Argentina se ubicaba en el sexto lugar, Uruguay en el octavo y Brasil se encontraba en el décimo puesto.
Estas cifras revelan que América Latina sigue entrampada en la pandemia, a pesar de los avances en los planes de vacunación y al tiempo que ha transcurrido desde que comenzó a aparecer el virus.
Aunque podría ser peor, en presencia de las dudosas estadísticas que muestran naciones como Venezuela, Nicaragua, México y otros países del Caribe. Estos se salvan de encabezar los rankings mundiales, por su falta de transparencia estadística.
¿Por qué América Latina se ha convertido en el epicentro del covid-19?
Existen varios análisis que coinciden en que, son una serie de causas las que originan este drama, particularidades sociales, económicas, políticas y culturales de la región. Esto quiere decir que, hay una serie de factores que individualmente no pueden explicar el fenómeno.
Con relación a esto, José David Urbáez, quien dirige la Soc. de Infectología de Brasil, destaca que “en América Latina jamás hubo control sobre la pandemia”.
Sobresale el factor cultural; el cual en el contexto de la pandemia debió haber perdido protagonismo. Hablamos de la falta a las normas: de tránsito, de la vida democrática, de educación.
Y de las normas sanitarias, como, por ejemplo, llevar bien puesta la mascarilla, o el no hacer fiestas familiares. Hasta los funcionarios públicos han faltado a todas estas normas.
Aunado a esto se encuentra la pobre infraestructura sanitaria. Señala el infectólogo Urbáez que, “Nuestra región no cuenta con infraestructuras asistenciales suficientes, estas son muy precarias. Lo cual contribuye con las altas tasas de letalidad ocurridas por falta de acceso a los centros de salud que atiendan a los pacientes más graves”.
También en la vacunación Sudamérica está rezagada
Al 22 de junio, sólo el 22% de la población de Sudamérica había recibido al menos una dosis de las vacunas (a excepción de Uruguay y Chile). Contra un 41% registrado en Norte América y un 38% en Europa, según datos de OWD.
El epidemiólogo boliviano Rodrigo Arce Cardozo, de la Universidad de Nueva York, señala que, “los países de Latino América tienen mayor concentración urbana en ciertos ejes. Por ejemplo, en Argentina es la región metropolitana de Buenos Aires; En Chile es Santiago, mientras que en Perú se encuentra en Lima. Esto ha provocado que los mayores esfuerzos de vacunación se hayan concentrado allí, pero ha generado grandes inquietudes en las provincias y zonas rurales”.
Se debe sumar a la precaria logística de vacunas, la resistencia social por desinformación y por prejuicios. Además, existen en la región, varios movimientos antivacunas que hacen mucho ruido y que son más fuertes de lo que se cree.