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Haciendo uso de técnicas modernas científicas, los arqueólogos pudieron revelar un fascinante invento hidrológico hecho por los mayas.
La antigua ciudad maya de Tikal fue el centro económico y ceremonial de una civilización integrada entre 10 a 15 millones de personas. Donde muchos de ellos contribuyeron a la creación de empinadas pirámides hechas de piedra caliza; construidas sin ningún tipo de maquinaria de carga, herramientas de metal, ni ruedas. Las cuales fueron destinadas para servir como obras para los reyes y sacerdotes, quienes gobernaron una de las ciudades más influyentes del reino maya; que se extendía desde la península del Yucatán, pasando por Guatemala y Belice, hasta llegar a partes de Honduras y El Salvador.
Sin lugar a dudas, la creación de estos enormes templos y palacios en la ciudad fueron muestras de las increíbles destrezas que poseían los mayas como astrónomos y arquitectos; puesto que cada una de estas monumentales obras estaban orientadas respecto al tránsito diario que recorría el sol.
Sin embargo, el mayor desafío que enfrentaba esta población era la supervivencia por el agua; ya que, sin ríos ni lagos a su alrededor, los mayas se vieron en la obligación de crear una red de grandes embalses que les permitiesen recolectar y almacenar la cantidad de agua suficiente para soportar las extensas estaciones de sequías de la región; que por lo general duraban entre 4 a 6 meses. Y así poder abastecer a miles de habitantes durante el siglo VIII.
Según estimaciones, estos reservorios sirvieron para mantener más de mil años de presencia maya en la ciudad de Tikal.
El invento hidrológico de los mayas
En el 2020 los arqueólogos, gracias a la implementación de técnicas científicas modernas, pudieron revelar otro invento hidrológico de los mayas. Pues los núcleos de los sedimentos que fueron tomados de los reservorios de Tikal para ser estudiados, mostraron que los habitantes de ese entonces crearon el sistema de filtración de agua con mayor antigüedad conocido en occidente.
Se trata de un sistema de purificación de agua tan avanzado para su época, que uno de sus elementos claves utilizados fue la zeolita; mineral volcánico que hoy en día sigue siendo usado en los filtros comunes.
¿Qué es la zeolita?
La zeolita es un compuesto de silicio, aluminio y oxígeno formados cuando la ceniza volcánica entra en reacción con el agua subterránea alcalina. Esta puede presentarse en muchas formas y poseen propiedades tanto químicas como físicas únicas, que les permiten filtrar agentes contaminantes, que van desde los metales más pesados hasta microbios de menor tamaño.
Cada gramo de este importante compuesto cuenta con una estructura porosa muy parecida a la de una jaula; característica que los convierte en buenos filtros por excelencia. Aunque también es necesario recalcar que, poseen carga química negativa; lo que quiere decir que, otros elementos pueden unirse a ellos con facilidad.
Es por esta razón que, cuando pasa el agua a través de las zeolitas, las partículas que se encuentran suspendidas pueden adherirse bien sea química o físicamente a los granos mientras el agua continúa fluyendo a través de los huecos.
Si bien, los expertos solo hallaron zeolitas en uno de los reservorios de Tikal (actualmente conocido como Corriental), los fragmentos de las vasijas de arcillas que allí se encontraron, estiman que el agua que fue purificada en ese lugar, era utilizada específicamente para beber.
Por su parte, los investigadores de este descubrimiento alegan que el uso que le dieron los mayas a la zeolita es el más antiguo que se haya conocido para la purificación de agua en todo el mundo. Habiendo ocurrido 1.800 años antes que el invento de 1627 de Robert Bacon, un científico británico.
Otros sistemas de filtración comparados con el invento hidrológico maya
En el año 164 a.C. se creó un sistema de filtración, el cual fue posterior a otro filtro de tela llamado “manga hipocrática”, que fue desarrollada en la antigua Grecia durante los años 500 a.C. Sin embargo, el método de los mayas resultó ser mucho más eficaz en el tema de eliminar agentes contaminantes invisibles.
Ante esta hazaña el arqueólogo y también geólogo de la Universidad de Cincinnati y además autor del estudio, Kenneth Tankersley; expresó que, siempre le ha molestado que tanto los arqueólogos como los antropólogos hayan asumido que las comunidades indígenas de América no desarrollaron el músculo tecnológico que se encontraba en otros lugares del mundo antiguo.
Asimismo, recalcó que, “este invento hidrológico les proporcionó agua 100 % potable a los mayas durante más de mil años. Mientras que otros sistemas de filtración de aquella época eran primitivos en comparación con este; como fue el caso del primer método de filtración en Grecia, que solo consistía en bolsas de tela”.
Las condiciones ambientales en Tikal
Esta importante ciudad maya se encuentra ubicada en lo que actualmente viene siendo el norte de Guatemala; una zona donde únicamente existen dos estaciones, siendo una muy húmeda y la otra muy seca.
Al tener estas condiciones, en las temporadas de lluvias se forman torrenciales aguaceros, los cuales se drenan con rapidez; puesto que a medida que se filtra el agua de la lluvia entre la fina capa superficial del suelo, esta se vuelve lo suficientemente ácida como para disolver la piedra caliza; formando el lecho de roca regional, gracias a sus propiedades ricas en calcio.
Este proceso genera el llamado paisaje kárstico lleno de sumideros y cuevas. Donde el nivel freático se encuentra aproximadamente a doscientos metros por debajo de la superficie. Lo que lo dejaba fuera del alcance de los mayas.
Fue así como al no tener acceso a cuerpos de agua dulce en sus cercanías; los habitantes de dicha ciudad se vieron en la obligación de idear alternativas para lograr que el agua perdurase al llegar las temporadas de lluvias. Por lo que crearon los reservorios aprovechando la ubicación de Tikal para canalizar el agua hacia los estanques gracias a las pronunciadas pendientes del lugar.