La empresa espacial de Elon Musk fracasó en el séptimo vuelo de prueba de la nave Starship, cuando su parte superior estaba saliendo al espacio, con lo que SpaceX retrocede en la evolución del vehículo espacial más potente de la historia.
SpaceX afronta problemas con su megacohete Starship
En esta ocasión SpaceX le hizo frente al séptimo vuelo de prueba de Starship con una completa renovación en la sección superior de la megacohete y con la esperanza de avanzar hacia una nueva fase en la evolución de la astronave destinada a llevar a la Luna a los primeros astronautas desde el año 1972.
Sin embargo, la empresa espacial del magnate Elon Musk se llevó tremendo fracaso, al explotar a la altura de 143 kilómetros y a una velocidad de 19.000 kilómetros por horas, 8 minutos y medio luego del despegue desde la base de Boca Chica en Texas (EEUU), que sucedió a las 23:37 hora peninsular española de este jueves.
El incidente de la Starship procovó el desvío de decenas de aviones
Los restos de la nave espacial no tripulada Starship, se dispersaron por el cielo y provocó el desvío de decenas de aviones en la zona, mientras que la FAA (la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos) podría solicitar a SpaceX una exhaustiva investigación acerca del accidente. Lo que podría paralizar nuevos ensayos del equipo, a pesar de que en diciembre del año pasado había preconcedido la autorización a la compañía de Elon Musk para múltiples pruebas como la que falló recientemente. La FAA también ha declarado que está analizando “la anomalía sucedida” y que pronto emitirá un informe actualizado.
La Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos en un primer comunicado aseguró haber “ralentizado y desviado los aviones alrededor de la zona donde estaban cayendo las partes del artefacto espacial” durante un pequeño intervalo de tiempo luego de que “se reanudaran las operaciones normales”. La FAA explicó que había tomado dicha medida debido a que estaban cayendo restos fuera de la zona de riesgo, que al principio había sido cerrada al tráfico aéreo para dar paso al séptimo vuelo de prueba de la Starship. Aunque la compañía SpaceX lo descartó al llevar a cabo su resumen público de la misión.
El mayor y más potente megacohete jamás construido
Se trata del primer revés de la compañía espacial de Elon Musk en la fase de ensayos del mayor y más potente megacohete espacial nunca antes construido. A lo largo de las 6 pruebas anteriores, la empresa de Musk había logrado primero despegar el magnífico artefacto de una altura equivalente a un edificio de treinta pisos, para en siguientes vuelos conseguir separar las dos partes del cohete. Es decir, el gigantesco propulsor inferior (denominado Super Heavy Booster) y la nave superior (esta llamada de igual forma, Starship, o solo Ship). Y en los últimos ensayos, ambas partes del megacohete volvieron enteras a la superficie del planeta, aterrizando de forma suave.
La explosión temprana ocurrida el pasado jueves regresa a la astronave Starship al nivel de su segundo ensayo, a pesar de que logró un despegue aparentemente impecable y de que el propulsor Booster 14 volvió a la base de forma precisa luego de haber dado el impulso inicial a la nave Ship 33 (un logro fundamental para que el megacohete sea reutilizable en el futuro). Allí fue atrapado por unas pinzas mecánicas gigantescas, de la misma forma como sucedió en el quinto vuelo de prueba, y hasta de forma más controlada.
Se activaron las redes sociales
Y justo unos pocos segundos tras haber logrado ese hito, llegó el fallo. La empresa perdió la comunicación con la nave y, en cosa de unos segundos, empezaron a publicarse en las plataformas sociales vídeos e imágenes de una espectacular lluvia espacial sobre unas paradisíacas islas del Caribe. A lo que Musk no tuvo reparos en publicar en su red social X, subió uno de los muchos vídeos capturados desde el archipiélago de Islas Turcas y Cairos, una dependencia del Reino Unidos localizada en el Caribe, en el área en la que explotó la nave de SpaceX. Musk agregó el comentario: “El éxito es incierto, pero el entretenimiento está garantizado”.
La Starship experimentó “un rápido desmontaje no programado”
La empresa espacial del famoso multimillonario se limitó al principio a emitir un escueto comunicado en el que reconocía el incidente, el mensaje solo decía: “Starship experimentó durante su ascenso un rápido desmontaje no programado”. Este término es el eufemismo utilizado por las compañías y agencias espaciales para querer decir que han hecho explotar un artefacto en pleno vuelo. Y la empresa de Musk agregó que sus equipos “seguirán revisando los datos de la prueba de vuelo de hoy para entender mejor la causa. Con un ensayo como este, el éxito proviene de lo que se aprenda, y el vuelo de hoy nos ayudará a mejorar la fiabilidad de Starship”.
Más adelante, SpaceX comunicó que parecía haberse “producido un incendio en la sección de la cola de la nave”, lo que conllevó a su detonación. La compañía espacial de Musk dijo que trabajará en coordinación con la FAA para la implementación de las correcciones que sean necesarias de cara a próximas pruebas. Y el propio Elon Musk señaló que el incendio podía haberse debido a una fuga de oxígeno o combustible en un compartimiento ubicado encima de los motores e hizo la promesa de hacer modificaciones y nuevas comprobaciones en esa parte de la Starship. El hombre más rico del mundo concluyó diciendo que “hasta ahora, nada sugiere que haya que retrasar el próximo lanzamiento más allá del próximo mes de febrero”.
La meta es llegar a Marte
La compañía espacial de Musk tiene previsto llevar a cabo un par de docenas de vuelos de prueba más con su megacohete este año. Pendiente de que la FAA no paralice esas pruebas luego de la explosión de la nave en su séptimo vuelo, SpaceX necesita esa intensificada frecuencia de lanzamientos (en 2023 fueron 2; y el año pasado fueron cuatro) si quiere cumplir con sus dos siguientes grandes metas: primero, mandar varias naves Starship a Marte el próximo año. Y, segundo, proporcionar a la NASA un módulo de aterrizaje en la Luna, que será una versión modificada de la Starship, destinada a la misión Artemis 3 que acaba de retrasarse hasta el año 2027.
El supercohete de Jeff Bezos llegó primero
No obstante, completar un cohete de tamañas dimensiones y potencia, y con un combustible diferente al de las otras grandes lanzaderas, es un reto inédito en la historia de la carrera espacial de la humanidad. Por ahora, tras casi dos años de ensayos luego de su vuelo inaugural, el megacohete de Musk nunca ha llegado a alcanzar la órbita terrestre. Esa es siempre la primera estación de paso en cualquier misión espacial, y allí sí llegó el supercohete de Jeff Bezos este mismo jueves en su primera prueba de vuelo. Starship, en cambio, no ha demostrado todavía tener utilidad en el espacio.
De los siguientes ensayos dependerá saber si, a corto plazo, podrá alcanzar la órbita baja de la Tierra para desplegar ahí todavía muchos más satélites como los que ya entorpecen los estudios astronómicos; y para, desde esa primera parada obligatoria, repostar y tomar impulso para viajar a la Luna y a Marte. Por su parte, la NASA ha mostrado calma ante el ensayo fallido. Bill Nelson, el administrador de la agencia espacial estadounidense, felicitó a SpaceX por haber logrado capturar por segunda vez el propulsor del cohete y advirtió que los vuelos espaciales no son fáciles. «Son cualquier cosa menos rutina. Por eso estos ensayos son tan importantes: cada uno nos acerca a nuestro camino a la Luna y a Marte”, agregó.