El Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), señaló que la ciencia debe servir de guía para la lucha contra la drogadicción, así como lo está haciendo contra la pandemia.
La lucha contra la drogadicción es de interés mundial
El pasado 26 de junio, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas. El Secretario General de la ONU, António Guterres; declaró que de la misma forma como se está haciendo con la pandemia; la ciencia también debería guiar la lucha para superar el flagelo de la drogadicción en el mundo.
Guterres recordó que la lección aprendida, debido a la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del covid-19, es que para poder vencer al virus se necesita de la ciencia y la confianza que debemos tener en ella.
Al respecto Guterres señaló: “La comunidad científica desarrolla vacunas eficaces y seguras en tiempo récord. El tener acceso a información verificable y fiable supone la diferencia entre la vida y la muerte. La acción con una base empírica es también crucial en nuestra respuesta al problema de la droga”.
Informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
En el informe anual de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito; el cual fue divulgado esta semana. Se observa que se ha duplicado el número de muertes relacionadas al consumo de drogas en la última década.
El Secretario General de la ONU, advierte que el problema mundial de las drogas puede llegar a empeorar los efectos de la pandemia y dificultar la recuperación saludable e inclusiva; y considera que esta situación amerita una atención urgente.
Guterres pide solidaridad, e instó a las naciones del mundo a escuchar a la ciencia y tomar las medidas con bases científicas, en los marcos internacionales convenidos.
Por otro lado, Guterres apuntó que ciertamente la cooperación internacional está ayudando a limitar la producción de sustancias psicoactivas nuevas; pero el problema se ha venido trasladando a las regiones con más pobreza y con sistemas de control más vulnerables.
La lucha contra la drogadicción no es tarea fácil
La delincuencia organizada y el tráfico de estupefacientes, sostienen los ciclos de violencia y conflicto; a la vez que los grupos armados y terroristas se lucran del narcotráfico. La situación de crisis asociada a la pandemia, afecta a millones de personas haciéndolas más vulnerables a cometer los delitos asociados a los cultivos ilícitos y al tráfico de drogas.
Por otro lado, Guterres destacó, que debido a la pandemia la disparidad en el acceso a los medicamentos controlados se ha agudizado en los países más pobres.
Guterres hizo un llamado a las autoridades a invertir en medidas preventivas para ayudar a salvar vidas, aumentar la fuerza laboral, a mejorar la salud de la población y a disminuir los costos de la justicia penal.
Señaló que mucho de los factores de riesgos vinculados a la delincuencia y a comportamientos violentos estimulan también el consumo de sustancias psicoactivas. Declaró que las iniciativas para el combate de lastres como el maltrato infantil, pueden ayudar a prevenir el tráfico y el consumo de drogas.
Alianzas para mejorar la lucha contra la drogadicción
El Secretario General de la ONU, señaló que las alianzas público-privadas con empresas de transporte, tecnológicas y de mensajería, son consideradas como una respuesta esencial en la nueva lucha contra los narcotraficantes. Debido a que estos delincuentes cada vez más se valen del comercio legal de mercancías y del servicio postal para la movilización de sus productos ilícitos.
Al respecto Guterres se pronunció por atrapar a los dirigentes de las bandas de narcotráfico, ya que son ellos los que más se benefician con el delito y son los que ejercen mayor violencia.
Destacó la importancia de manejar mejores datos para poder detectar en tiempo real, los cambios en las rutas trazadas por el narcotráfico.
Señaló que “los sistemas de alerta temprana basados en la ciencia, ayudan a predecir las nuevas amenazas del narcotráfico. Se necesita más apoyo y cooperación a nivel internacional que ayuden a los países de renta baja a beneficiarse de estas capacidades avanzadas”.