Un signo que se relaciona directamente con el envejecimiento es la aparición de las canas. Pero, ¿sería posible que la ciencia hallase algún día la manera de revertir este fenómeno? Por otro lado, no solo el envejecimiento provoca la aparición de las canas, algunos expertos afirman que algunos factores ambientales pueden aumentar el riesgo de encanecimiento prematuro.
En búsqueda de la fuente de la juventud
Dado que la ciencia todavía no ha encontrado la cura universal para el envejecimiento, hay mucha gente que dice haber hallado un antídoto contra la implacable marcha del tiempo en forma de estuches de tintes para el cabello.
Cubrir las canas se ha convertido en un negocio multimillonaria a nivel mundial, un monstruo de la belleza que promete el ralentamiento de uno de las señales más evidentes del envejecimiento. Sin embargo, ¿por qué aparecen las canas en nuestra cabellera? Y, lo que es todavía más importante: ¿la ciencia algún día hallará la forma de revertir las canas?
Al parecer la respuesta se encuentra en el interior de los folículos pilosos, el sitio donde empieza la pigmentación del pelo y, para muchos, donde también desaparece. Las células que hacen que nuestro cabello se torne gris, los melanocitos, son las mismas que producen el pigmento melanina, que es el encargado de colorear el pelo, los ojos y la piel.
¿De dónde viene el color de nuestro pelo?
Melissa Harris, profesora asociada de biología de la Universidad de Alabama (EEUU), explicó que su única función de los melanocitos es producir pigmento y depositarlo en el tallo del pelo a medida que va creciendo. De la misma forma que ocurre con el color de la piel, los científicos creen que el color del pelo evolucionó como parte de la protección del cuerpo contra los rayos del sol.
El propósito evolutivo original del color de pelo de los seres humanos puede parecer sencillo, aunque la ciencia que está detrás del tono de nuestro cabello es cualquier cosa menos eso. Una enorme cantidad de genes juegan un papel, y se piensa que el color del pelo es uno de los rasgos hereditarios más visibles que existen, debido a que hasta el 99 por ciento del color del pelo está determinado genéticamente.
Mucho aire en las canas
Cada pelo de nuestra cabeza está sumergido en un ciclo de crecimiento que consta de 4 partes, a saber: una fase anágena, que dura muchos años, en la que las células pilosas crecen desde el folículo. También la fase catágena o de transición, en esta fase el crecimiento del pelo se ralentiza y se separa del folículo; la fase telógena o de reposo, en la cual el folículo se prepara para soltar la hebra y que crezca un pelo nuevo. Y la fase oxégena, en esta el pelo se desprende del cuero cabelludo por docenas, y hasta puede ser en cientos de hebras al día. Todo este ciclo regenerativo es continuo y cada folículo cuenta con su propio calendario.
Los expertos explican que la pigmentación del pelo se produce durante la fase anágena, la cual es crítica. Al dar inicio el ciclo capilar, las células madre del bulbo del folículo piloso producen melanocitos, que al mismo tiempo producen pigmento. Tales melanocitos mueren al terminar el ciclo capilar, y el folículo genera nuevos melanocitos partiendo de células madre a medida que se va repitiendo el ciclo de crecimiento.
Harris explicó que con el tiempo los melanocitos pueden perder su fuerza y producir menos pigmentación, o hasta dejar de hacerlo. La experta dijo que los melanocitos dejan de cumplir su función. También la población de células madre disminuye. Cuando esas células madre desaparecen ya no se tendrán melanocitos durante el siguiente ciclo capilar, agregó. Y como resultado, ya el tallo no estará lleno de melanina, si no que se llenará de aire, y a nuestra vista percibimos ese tallo semitransparente como devaído, blanco o plateado, explicó.
Las canas no solo son producto del proceso del envejecimiento
Debido a que las canas son producidas en el folículo piloso, el pigmento de una hebra de cabello no puede modificarse una vez que ha salido del folículo. Sin embargo, ciertos procesos alimentan el viejo mito de que el estrés es capaz de hacer que la gente se llene de canas “de la noche a la mañana”. Es cierto que el estrés puede desencadenar una afección denominada efluvio telógeno, que es en esencia un aumento de la cantidad de cabellos que ya no crecen activamente y que causa una caída del pelo mayor de los acostumbrado. Las hebras que van quedando pueden parecer más evidentes, exponiendo las canas existentes con más protagonismo.
Por otro lado, la edad de la persona no es el único elemento que puede provocar que los melanocitos pierdan fuerza. También la genética juega un rol en la pérdida de pigmentación, el origen étinco y la raza se encuentran relacionados con la edad a la que el cabello se llena de canas. Por ejemplo, la gente de raza blanca encanece hasta diez años antes que las personas de raza negra. También el estilo de vida importa, explicó Harris, dijo que ciertos factores ambientales claramente pueden aumentar el riesgo de aparición de canas de forma prematura.
Otros factores que aceleran la aparición de las canas
Además están factores como la exposición a los rayos UV, el tabaquismo, ciertas deficiencias nutricionales, el consumo excesivo de alcohol, la exposición a la contaminación atmosférica están asociados con una pérdida precoz de pigmentación del cabello, al igual que enfermedades como la enfermedad tiroidea, o la neurofibromatosis, que es una enfermedad hereditaria que causa el crecimiento de tumores por todo el cuerpo.
También otras personas, como las que sufren o el síndrome de Griscelli, que es una enfermedad genética que afecta a la pigmentación del pelo y la piel, o vitiligo (una rara forma de albinismo), pueden desarrollar canas en la infancia o en edades tempranas.
La ciencia espera algún día encontrar la forma de revertir la aparición de canas
Harris aseguró que la ciencia podría algún día (no muy lejano) revertir el mismo proceso que causa la decoloración del pelo. La científica ha trabajado de manera intensa con células madre productoras de melanocitos.
Ella ha descubierto que la aparición de canas puede estar vinculada con una respuesta inmunitaria y en la actualidad trabaja en posibles formas de reactivar las células madre. El estudio de Harris está respaldado por otras investigaciones que han demostrado que dichas células madre pueden ser manipuladas en el laboratorio, unido a un sorprendente trabajo que muestra la repigmentación en un grupo de pacientes con cáncer de pulmón cuyo cabello recuperó la pigmentación luego de haber recibido un tratamiento de inmunoterapia.
Al parecer la clave está en una proteína denominada PD-LI, la cual suprime el sistema inmunitario y se expresa más en las células madre productoras de melanocitos en estado latente que las células que s encuentran en fase de división activa.
La investigadora piensa que el proceso de pigmentación del pelo humano tiene lecciones que enseñar a la ciencia acerca de otras maneras en que nuestros organismos envejecen y responden a factores ambientales y al estrés, con implicaciones mucho más amplias para la salud de la gente en general.