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El equipo de la NASA encargado del vehículo explorador Perseverance parece tener una certeza del lugar en el que pueden encontrar vida en Marte. Según actualizaciones, los investigadores ahora están seguros de haber enviado al robot a un lugar con grandes posibilidades de encontrar vestigios de vida en el planeta marciano.
En febrero de este año el vehículo aterrizó en el cráter Jezero en busca de señales de vida en Marte. Como parte de su misión el robot logró capturar fotografías de los alrededores del cráter; imágenes que sirvieron como base para la realización del primer artículo científico que fue publicado esta semana en la revista Science.
En el análisis e interpretación de los estudios realizados se confirmó que Perseverance ahora se asienta en el fondo de lo que en el pasado pudo ser un gran lago marciano; el cual se alimentaba de un río sinuoso que llegaba a la depresión por el oeste.
Se estima que este evento pudo haber sucedido hacer más de 3.500 millones de años, cuando el clima de Marte era más benigno. Gracias a las observaciones realizadas por el robot se pudo concluir que el río conectaba con el lago y el flujo repentinamente se ralentizaba; con lo cual los sedimentos en suspensión acabaron precipitándose formando un delta muy similar a los que se pueden apreciar en la Tierra. Y es en este tipo de ambiente donde los científicos creen que podrían haber proliferado ciertos microorganismos e incluso haber dejado restos aún conservados.
Qué hay de nuevo en esto si ya se sabía que había un delta en Jezero
De acuerdo con lo explicado por el coautor del artículo de Sciencen y profesor del Imperial College de Londres, Sanjeev Gupta; a pesar de que algunas personas han mencionado que ya se sabia sobre la existencia de un delta en el cráter de Jezero, la realidad es que los expertos no lo sabían; al menos no con certeza, ya que solamente lo habían inferido de imágenes orbitales; más no estaban seguros de que fuese un hecho. El experto señala que pudieron haber estado mirando un abanico aluvial.
De ser esto cierto se reduciría la probabilidad de la existencia de microorganismos; puesto que en estos casos el abanico de materiales queda depositado en un área de mucha más energía, como una marea. Lo que quiere decir que, si los microbios marcianos realmente existieron, hubieran preferido las aguas más calmas y permanentes como las de un delta.
Para confirmar que se trataba de un delta, el robot Perseverance logró aterrizar a 2 Km del delta principal, captando atractivas imágenes desde su telescopio. Sobre todo, aquellas que se sitúan sobre un montículo asilado bautizado como ‘Kodiak’.
La misión de encontrar vida en marte está más cerca de cumplirse
Gupta indica que, “es posible observar en estos restos alguna estratificación que normalmente produciría un delta en desarrollo”. Además de la formación principal del delta y la presencia del montículo Kodiak; en el cráter de Marte queda un montón de peñascos de gran tamaño que indican la existencia de inundaciones en épocas posteriores de la historia de Jezero.
En vista de esto, los científicos a cargo del Perseverance enviarán al robot a la base de la formación principal del delta con el propósito de perforar el terreno y buscar pequeñas rocas arcillosas. Asimismo, se enfocarán en el estudio de un anillo de rocas calcáreas ubicadas alrededor del borde del cráter marciano.
Perseverance tiene como misión recolectar y guardar más de dos docenas de muestras de rocas de diferentes lugares para ser examinadas en la Tierra a comienzos del 2030.