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Todas las partes dan la bienvenida al nuevo bebé y todas las partes esperan ansiosamente su llegada. Hay muchas formas de celebrar la transición de 40 semanas a la maternidad y la paternidad. A menudo, implícita en estas celebraciones está la suposición de que el embarazo es colaborativo y mutuamente beneficioso tanto para los padres como para el feto.
Intereses del feto en el embarazo
Pero esta creencia esconde un hecho aún más interesante sobre el embarazo, la madre y el feto no pueden coexistir pacíficamente en un solo cuerpo. En el nivel más básico, los intereses de los padres entran en conflicto con los intereses del feto.
Aunque esto puede sonar como el comienzo de un thriller, este conflicto genético es una parte normal del embarazo y conduce al crecimiento y desarrollo típicos durante la gestación y a lo largo de la vida de un individuo (que es el foco de esta investigación). Pero aunque el conflicto genético es normal, puede causar complicaciones en el embarazo y trastornos del desarrollo si no se controla.
Un conflicto entre dos modelos, generalmente se considera que la gestación es el período en el que nace un nuevo individuo a partir de una sola combinación de genes de los padres. Aunque eso no es totalmente correcto.
Genes que el feto recibe en el embarazo
Los genes que un feto recibe de cada padre contienen instrucciones de desarrollo ligeramente diferentes. Esto significa que existen planes muy diferentes y, a veces, contradictorios para crear nuevos individuos.
El conflicto que sigue al patrón de crecimiento y desarrollo fetal está en el centro del conflicto genético que ocurre durante el embarazo. Mientras que las madres deben usar sus cuerpos para ayudar al crecimiento del feto durante el embarazo, los padres no lo hacen.
Esto significa que el feto hereda genes de la madre para no solo mantener al feto existente, sino también para tratar de mantener a la madre sana y dejar recursos para posibles embarazos futuros. Estas reservas incluyen recursos biológicos como glucosa, proteínas, hierro y calcio, así como el tiempo y la energía necesarios para apoyar el crecimiento y desarrollo del niño después del nacimiento.
Diferencia entre los genes del padre
Los genes del padre no están bajo el mismo estrés porque no están usando su propio cuerpo para ayudar al crecimiento del feto durante el embarazo. Por lo tanto, la incomodidad de los padres no es necesaria para garantizar que se desarrolle algo más que el feto actual.
Un ejemplo de un batido, para entender mejor esta situación, imagina todos los recursos que una madre puede darle a su hijo en forma de batido. Cuando se acaba el batido, a la madre no le queda nada para dar a los niños.
Así, los genes de la madre predicen que cada niño beberá sólo el agua necesaria para su crecimiento y desarrollo. Esto asegura que el batido pueda ser «compartido» entre todos los niños actuales y futuros.
Confusión del embarazo
Por otro lado, los genes del padre no garantizan tal representación en los otros hijos de la madre: el padre del hijo actual puede no ser el padre de los futuros hijos potenciales de la madre. Esta falta de representación genética garantizada significa que no hay presión sobre los padres para ‘compartir’ esta confusión.
Entonces, en comparación con los genes del padre, la mejor estrategia es hacer que el feto beba tantos batidos como sea posible. Estas dos estrategias son parte de un tira y afloja metafórico durante el embarazo.
Ambos lados intentan cambiar el desarrollo del feto a su lado. Los genes del padre alientan al feto a crecer rápidamente y usar más recursos, mientras que los genes de la madre alientan al feto a crecer y usar solo los recursos necesarios para un desarrollo adecuado.
Los conflictos sobre qué tan profundo se implanta el embrión en el útero y qué tan rápido crecen la placenta y el feto son solo algunas de las áreas en las que los investigadores han documentado este tira y afloja durante el embarazo.
Crecimiento fetal
Las preguntas de detección ayudan a los investigadores a determinar dónde buscar conflictos genéticos, simplificando dónde pueden ocurrir compensaciones durante el embarazo.
Dado que el crecimiento fetal está en el centro del conflicto genético, los investigadores se centraron en el proceso mediante el cual se puede observar el conflicto con la transferencia de recursos de la madre al feto.
Estos estudios demostraron que la placenta, el órgano fetal responsable de transferir todos los recursos durante el embarazo, está dominada por genes expresados paternamente. Esto libera factores de crecimiento similares a la insulina derivados del padre, lo que hace que la madre sea menos sensible a su propia insulina y hormonas, lo que aumenta la presión arterial de la madre y, en última instancia, aumenta la cantidad de recursos que el feto puede usar para crecer durante el embarazo. En este aspecto, existe el riesgo de dañar la salud de la madre.
Conflictos genéticos y complicaciones del embarazo
Si el conflicto genético no se controla, puede provocar complicaciones durante el embarazo para la madre y trastornos del desarrollo para el bebé. De hecho, existe un consenso cada vez mayor entre los investigadores de que algunas de las complicaciones más conocidas del embarazo, como la preeclampsia, la diabetes gestacional, el aborto espontáneo y el parto prematuro, pueden explicarse mejor por un conflicto genético descontrolado.
A pesar del papel potencial del conflicto genético en las complicaciones del embarazo, el tratamiento médico actual es más reactivo que proactivo. Las mujeres embarazadas deben mostrar signos de complicaciones antes de la intervención y el tratamiento médico.
Comprender cómo el conflicto genético descontrolado puede conducir a complicaciones en el embarazo podría brindarles a los investigadores otra forma de desarrollar tratamientos proactivos e, idealmente, preventivos. Sin embargo, actualmente no existen tratamientos para las complicaciones del embarazo que tengan en cuenta el conflicto genético.
Experiencia de las mujeres embarazadas
Aunque la diabetes gestacional se puede atribuir a un conflicto genético, los niveles de azúcar en la sangre de una mujer embarazada deben elevarse para que los médicos puedan tratar el conflicto subyacente entre la secreción de insulina y los niveles de azúcar en la sangre. La experiencia de las mujeres embarazadas durante la pandemia de Covid-19 es un ejemplo de por qué se necesita más investigación sobre los conflictos genéticos.
Durante la pandemia, los médicos han visto una disminución drástica de los nacimientos prematuros y un aumento de los mortinatos y los abortos. Ambos tipos de complicaciones están influenciados por conflictos genéticos, pero las razones de estas tendencias opuestas no están claras.
Un testimonio de una mujer que quedó embarazada al comienzo de la pandemia. Ella dijo que estuvo asustada y estresada durante su embarazo, alejada del estrés de la vida «normal«.
Más investigación sobre el complejo proceso del embarazo y el papel de los conflictos genéticos en las complicaciones podría ayudar a los investigadores a comprender mejor cómo los cambios inducidos por la pandemia pueden conducir a resultados de embarazo tan diferentes.