Esta es la primera vez que un grupo de científicos cruza las consecuencias sanitarias en varias ciudades del mundo, con datos de satélites y datos terrestres sobre la contaminación del aire.
La NASA financia estudio sobre la contaminación del aire
La NASA financió un estudio llevado a cabo por un equipo de científicos que conectaron las consecuencias sanitarias presentes en diferentes ciudades, con la información satelital y terrestre relacionada con la contaminación del aire.
Los científicos llegaron a la conclusión de que, aunque se han hecho mejoras en ciertas partes del mundo para algunos contaminantes; la calidad del aire continúa siendo un elemento importante en la aparición de enfermedades. Por tal motivo, la mitigación de la contaminación del aire es fundamental para la salud pública, sobre todo para los niños; los que pueden llegar a ser particularmente susceptibles a infecciones y enfermedades respiratorias como el asma.
Susan C. Anenberg, la autora principal del estudio y profesora adjunta de salud global en la Universidad George Washington; explicó que casi todos los individuos en cualquier ciudad del mundo se encuentran expuestos a un aire que contiene niveles perjudiciales de contaminación atmosférica.
En todo el mundo, la contaminación de la atmósfera es el cuarto factor de riesgo fatal. Ciertos contaminantes están en las zonas urbanas; en los lugares donde habita cerca de la mitad de la población mundial. En las naciones más desarrolladas, casi un 80 % de la población se encuentra en zonas urbanas.
La también miembro del equipo de Ciencias Aplicadas a la Salud y la Calidad del Aire de la agencia espacial; dijo que nunca antes había tenido una estimación de la carga de morbilidad por contaminación de la atmósfera en diferentes ciudades del planeta.
El dióxido de Nitrógeno, las PM2.5 y la contaminación del aire
Las investigaciones de Anenberg y su equipo de trabajo se enfocaron en el dióxido de nitrógeno o NO2, y en las partículas finas (PM2.5).
El dióxido de nitrógeno, producido mayormente por las emisiones de los autos, autobuses y camiones; se encuentra relacionado con la incidencia del asma pediátrica. Además, es precursor del PM2.5 y del ozono, que es la primera causa de mortalidad asociada con la contaminación del aire.
En las investigaciones, los científicos combinaron veinte años de observaciones satelitales llevadas a cabo en 13.000 ciudades de todo el mundo; con datos de salud provenientes del trabajo científico “Carga mundial de morbilidad”. Este fue un estudio científico exhaustivo acerca de la salud, enfermedades, factores de riesgo y muertes en 204 países de todos los continentes.
Anenberg señaló que se trata de la primera vez en que se tiene concentraciones para todas las zonas urbanas del planeta. Y que no solamente se pudo conocer a qué concentraciones de contaminantes está expuesta la gente, sino lo que eso representa para la salud de la población.
Con la ayuda del Instrumento de monitoreo de ozono del Aura
El anterior mapa muestra el cambio presente en las concentraciones medias anuales de dióxido de nitrógeno ocurrido entre los años 2000 y el 2019. El mapa se basó en datos de un modelo de regresión de la utilización de la tierra, más los datos del Instrumento de monitoreo de ozono que se encuentra en la nave Aura.
Los científicos utilizaron todos estos datos para poder ampliar varios años de monitoreo de datos desde la tierra para llevarlos a una escala global de alta resolución.
Después, el equipo de investigación combinó las concentraciones de dióxido de nitrógeno con los datos de habitantes y las tasas de asma correspondientes a la Carga mundial de morbilidad. Lo que les permitió llegar a una estimación sobre la incidencia de asma pediátrica atribuible al NO2 entre el lapso desde el 2000 y el año 2019.
El equipo estimó que 1.85 millones de nuevos casos de asma en todo el mundo durante el 2019 fueron atribuibles a este químico. Dos tercios del total de dichos nuevos casos se dieron en las ciudades.
Casos de asma atribuibles a la contaminación por dióxido de nitrógeno
El gráfico muestra la fracción de todos los casos de asma a escala mundial, también en las zonas urbanas y rurales, que resultaron atribuibles a la contaminación por NO2. La tasa de las ciudades disminuyó de 19,8 % hasta 16,0 %; sin embargo, la suma total de casos en las ciudades se mantuvo más o menos igual; con 1,22 millones de casos durante el año 2000 y 1,24 millones de casos para el 2019.
De acuerdo con la profesora, el porcentaje de casos de asma vinculados con el NO2 bajó, lo que resultó ser una buena noticia. Aunque se equilibró con el crecimiento de la población. Esa fue la verdadera razón por la que hubo aproximadamente la misma cantidad de casos en el 2000 frente al número ocurrido en el 2019.
La cantidad de casos de asma relacionados con el NO2 se incrementaron en Asia meridional, en el África subsahariana y del norte, así como también en el Oriente Medio. Por otro lado, muchas otras zonas del mundo, tanto en las economías pobres como en los países de ingresos altos; llegaron a registrar descensos en el dióxido de nitrógeno y en las tasas de asma.
Pero, a pesar de ciertas disminuciones en las concentraciones de NO2 en varias regiones, esto no basta para asegurar que los niños respiren aire limpio, explicó Anenberg. Cerca de tres cuartas partes de las zonas urbanas del mundo presentan concentraciones de NO2 que están por encima de las directrices actuales de la OMS.