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Alguna vez te has preguntado cuándo realmente empieza la primavera. Algunas personas calculan los cambios estacionales según la posición de nuestro planeta con respecto al Sol, mientras que otras usan ciclos anuales de temperatura. Aquí conocerás la diferencia que existe entre las estaciones astronómicas y las meteorológicas.
¿Quién sabe cuándo es el momento exacto en que empieza la primavera?
Todos los años, los meteorólogos le dan la bienvenida a la primavera los primeros días de marzo, mientras que otros expertos le contestan que el invierno comienza realmente unas semanas más tarde con el equinoccio (que sucede entre el 19 y el 21 de marzo). En en caso de este año, se llevará a cabo el día 20 de marzo a las 16:33 (hora peninsular de España). Sin embargo, ¿quién realmente tiene la razón acerca del comienzo y el final de las estaciones?
La respuesta dependerá del cómo sea enfocada la pregunta. Las estaciones están definidas de dos formas, que son las astronómicas y las meteorológicas. Las primeras se basan en la posición de nuestro planeta al girar en torno al Sol; y las segundas están basadas en los ciclos anuales de temperatura.
Aunque las dos dividen el año en primavera, verano, otoño e invierno, lo hacen con fechas de comienzo y finalización un poco diferentes. Aquí te vamos a explicar su significado y cómo se deben distinguir.
¿Cuándo comienza la primavera según las estaciones astronómicas?
Los humanos siempre hemos mirado al cielo para determinar la estación del año. El Imperio Romano fue el primero en marcar de manera oficial esas estaciones con la introducción del calendario juliano.
En aquel entonces, las estaciones empezaban en días distintos a los de la era moderna debido a las discrepancias que había con el calendario gregoriano, el cual se usa principalmente en nuestros días. En la actualidad el inicio de cada estación astronómica está determinado por un equinoccio o un solsticio.
Los equinoccios se generan cuando el día de la Tierra es dividido aproximadamente por la mitad. Se producen cada 6 meses, en primavera y en otoño, en el momento en que la órbita de nuestro planeta y su inclinación axial se combinan para que el Sol se ubique directamente encima del Ecuador.
En un equinoccio, cerca de la mitad de la Tierra está iluminada y la otra mitad está oscura. A medida que va avanzando la nueva estación, la posición del astro rey continúa cambiando y, dependiendo del hemisferio en que te encuentres, los días van a ser progresivamente más claros o más oscuros hasta que llegue el solsticio.
El verano y el invierno
Los solsticios son los encargados de marcar los días más luminosos y más oscuros del año. Además se encuentran condicionados por la inclinación de la Tierra y señalan el inicio del verano y del invierno astronómicos. En el momento en que el hemisferio norte está inclinado hacia el Sol, es más luminoso y se siente que llegó el verano; mientras que, al mismo tiempo, el hemisferio sur se encuentra inclinado en dirección contraria al Sol, lo que causa que se sumerja en un oscuro y frío invierno.
Sin embargo, esta técnica de medición de las estaciones presenta ciertos problemas. El año solar tiene alrededor de 365,2422 días terrestres, lo que hace imposible que un calendario se sincronice de manera perfecta con la rotación de la Tierra alrededor del Sol.
Por ende, las estaciones astronómicas empiezan en días y horas un poco diferentes cada año, lo que resulta un inconveniente para la elaboración de las estadísticas climáticas que se usan en la agricultura, el comercio y en otras áreas. Esta es la razón por la que los meteorólogos han optado por las estaciones meteorológicas.
El otro enfoque: las estaciones meteorológicas
Por lo menos desde el siglo XVIII, los científicos se han empeñado en buscar mejores maneras para predecir las estaciones de crecimiento y otros fenómenos meteorológicos. Con el pasar del tiempo, esta búsqueda dio lugar al concepto de estaciones meteorológicas, las cuales se ajustan mejor a las temperaturas anuales y al calendario civil.
En todos los sentidos estas estaciones son mucho más sencillas que las estaciones astronómicas. Las meteorológicas dividen el año civil en 4 estaciones que tienen una duración exactamente de 3 meses cada una y se fundamentan en el ciclo anual de temperaturas. El invierno se produce en los 3 meses más fríos del año, mientras que el verano tiene lugar en los 3 meses más calurosos. Y la primavera y el otoño determinan los meses de transición restantes.
Fecha exacta de cada estación
Mientras que en el hemisferio norte, la fecha de comienzo de cada estación son las siguientes: el primero de marzo (la primavera), el primer día de junio (el verano), el primero de septiembre (el otoño) y el primero de diciembre (el invierno); en el hemisferio sur, las estaciones se invierten. Es decir, la primavera empieza en septiembre, el verano comienza en diciembre, el otoño en marzo y el invierno se inicia en junio.
Esta coherencia de las estaciones meteorológicas es lo que le permite a los expertos realizar los complejos cálculos estadísticos necesarios para poder hacer las predicciones y la comparación entre estaciones.
El climatólogo Derek Arndt, le dijo al “Washington Post” en el año 2014 que, tratar con trozos de datos de meses enteros en lugar de fracciones de meses era más barato y tenía más sentido. Y que, la gente organiza sus vidas más en torno a los meses que a las estaciones astronómicas, por lo tanto la información que ellos manejan sigue ese ejemplo.
En conclusión, ¿cuándo comienza la primavera realmente en el hemisferio norte? No es el primero de marzo ni el equinoccio de primavera, son los dos.