Es el segundo año consecutivo en el que se presenta el fenómeno de La Niña, según lo anunciado el pasado jueves por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
Este fenómeno climático es el responsable de grandes sequías y crudos inviernos en todo el mundo; el cual al parecer mostrará sus efectos durante varios meses.
Después de un periodo de equilibrio atmosféricos desde los inicios de este 2021, la NOAA dio a conocer que el fenómeno de La Niña, o simplemente “La Niña” como se conoce popularmente, se intensificará en las próximas semanas y no se debilitará hasta sino hasta llegar la primavera del 2022. Lo cual puede tener un impacto significativo en las lluvias; así como en la intensidad del próximo invierno boreal y el final de la temporada de huracanes.
Factores que indican el desarrollo de La Niña
En el anuncio de la agencia indicaron que, “las condiciones de La Niña ya se han desarrollado, por lo que se estima que continúen con un 87 % de posibilidad de que llegue en diciembre de este año y febrero de 2022”.
En vista de esto, los expertos se dieron cuenta que el fenómeno climático se aproximaba en el último mes, al detectar ciertos factores que señalaban su desarrollo, tales como:
- Irregularidades térmicas en gran parte del Océano Pacífico central y oriental
- Temperaturas en la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial por debajo del promedio
- Anomalías en vientos (niveles bajos) en el este y en los vientos del oeste (niveles superiores de la atmósfera).
Si bien, por lo general las señales de su activación empiezan a ser detectados durante el verano boreal, ahora, tal y como ocurrió en el año 2017, el fenómeno de La Niña comenzó a aparecer una vez entrado el otoño.
El subdirector del Centro de Predicción del Clima de la NOAA, Mike Halpert, indicó que los científicos han estado rastreando el potencial desarrollo de dicho fenómeno climatológico desde este verano; detectando un factor en el pronóstico de la temperatura de huracanes más arriba de lo habitual que hayan visto desarrollarse.
¿Qué es el fenómeno de La Niña en sí?
Para poder comprender en qué consiste La Niña y cómo se comporta, resulta necesario explicar el fenómeno más general conocido como ENOS o El Niño-Oscilación del Sur. Este evento practica un patrón climático que genera debilidad en los vientos alisios del hemisferio sur del Océano Pacífico.
Cuando estos vientos son normales, tienden a arrastrar las aguas superficiales desde las costas hacia el océano; lo cual hace que las aguas frías de las profundidades aparezcan allí. Lo normal es que estas aguas frías permanezcan en la zona ecuatorial de la costa suramericana.
Sin embargo, cuando los vientos alisios se debilitan, este proceso se detiene, por lo que se acumula el agua caliente; generando un incremento de la superficie de mar principalmente en la costa de Ecuador y Perú.
Pero cuando los vientos alisios son tan fuertes, se refuerza la subida del agua fría en la zona ecuatorial y la temperatura del mar permanece por debajo de lo normal, es cuando empieza a aparecer el fenómeno de La Niña; el cual viene siendo un patrón climático contrario a las condiciones generadas por El Niño.
También existe un periodo conocido como la “zona neutra”; esta por lo general se da entre las dos fases, donde las temperaturas permanecen sobre el promedio y ninguno de los dos fenómenos está activo.
Efectos que generan estos fenómenos climáticos
Estos van desde sequías hasta inundaciones o de intensas lluvias a huracanes. Todo depende de la zona de la oscilación; es decir, puede causar intensas nevadas en la zona norte de Estados Unidos, sequías en Latinoamérica o en las islas del Océano Pacífico.
A pesar de que tales eventos siguen patrones, esto no garantiza que cada vez que se activen se manifiesten las mismas condiciones de la misma forma.
De igual manera, cabe mencionar que, aunque los pronósticos más acertados para la actual temporada se darán a conocer a finales de mes; organizaciones como la NOAA y otras agencias meteorológicas de Latinoamérica estiman que La Niña tendrá una intensidad moderada.