La Luna experimenta ciertos efectos o cambios debido a la acción del Astro Rey. Así lo revela un estudio hecho recientemente por científicos en la Universidad del Norte de Arizona.
La acción del Sol en la Luna se manifiesta de varias formas
Nanopartículas de hierro que se hayan de forma natural en nuestro planeta, también pueden encontrarse en todas partes de la Luna. A este fenómeno no se le había dado respuesta, hasta que, recientemente un equipo de científicos de la Universidad del Norte de Arizona, EEUU; demostraron que es el Sol el responsable de estos y de muchos otros efectos en la Luna.
Según una nota de prensa; la Luna es afectada directamente por los impactos de asteroides y también por la radiación solar; debido a que el satélite natural de la Tierra, no posee ni campo magnético ni la atmósfera que tiene nuestro planeta, para que ella se encuentre protegida.
Por esta razón, la radiación solar y los asteroides tendrían una gran influencia sobre la Luna, mucho más grave a la que se ha considerado hasta hoy.
Las rocas y el suelo lunar se descomponen por los efectos de la radiación que recibe la Luna del Sol, provocando nanopartículas de hierro. Estas pequeñísimas partículas fueron detectadas; luego de la instalación de instrumentos localizados en satélites que giran alrededor de la Luna.
Ya que el hierro absorbe mucha luz, estas nanopartículas pueden ser identificadas desde una larga distancia; lo que las convierte en un gran indicador de los cambios que sufre la Luna.
El viento solar ejerce gran efecto sobre nuestro satélite natural
El estudio que fue publicado recientemente en la revista científica Geophysical Research Letters, llega a la conclusión de que, el viento solar ejerce un efecto en la superficie de la Luna; mucho mayor del que se imaginaba hasta los momentos.
Pero, ¿cómo los astrónomos llegar a concluir que el Sol posee tanta injerencia sobre la superficie lunar?
Los científicos compararon muestras traídas por las misiones Apolo (de la NASA); las cuales fueron logradas en las décadas de 1960-1970, con los actuales datos ofrecidos por los satélites. Los investigadores observaron que las más pequeñas nanopartículas de hierro parecían formarse al mismo tiempo que se producía el daño por radiación solar en la superficie de la Luna. Lo que les indicó claramente a los científicos que, el Sol posee una gran influencia en la formación de dichas nanopartículas en la Luna.
La meteorización espacial de la Luna
Ya se conoce que nuestro satélite natural no tiene una atmósfera que lo proteja; y que se está oscureciendo poco a poco con el tiempo, por su exposición a las radiaciones del Sol y al espacio.
Este proceso de oscurecimiento es conocido como “meteorización espacial”. Las pruebas demuestran que, dicho proceso genera pequeñas nanopartículas de hierro; las cuales pueden variar en su tamaño, desde nanómetros hasta micrómetros.
Según lo concluido en la investigación de Arizona, la información nueva dejará entender cómo la superficie lunar se “meteoriza” y se oscurece con el transcurrir del tiempo. Además, el estudio ofrece un punto de partida para estudios nuevos que lleguen a determinar la manera en que dicha meteorización espacial funciona y cómo impactaría en otras partes de nuestro Sistema Solar.
La NASA llegará de nuevo a la Luna en 2024
En este mismo orden, la información dejada por esta última investigación; va a permitir determinar que el fenómeno de la meteorización espacial es más impactante. Y que está dejando huellas muy profundas en nuestro satélite; más de lo que habían indicado los estudios anteriores.
Se debe tener presente que la NASA tiene planificado regresar a la superficie lunar, con una misión con tripulantes para el año 2024, como parte de su conocido proyecto Artemisa. En este sentido, sería mejor contar con más información acerca de cómo cambia la Luna con el pasar del tiempo, esta sería una información de mucho valor para el proyecto.
Pero yendo un poco más allá, los científicos de Arizona piensan que la radiación del Sol puede tener un efecto tan fuerte en los cambios activos en la Luna; que inclusive sería mayor que la concentración de nanopartículas de hierro o el oscurecimiento de la superficie lunar.
Los investigadores piensan que la radiación solar pudiera llegar a crear agua en pequeñas cantidades en la superficie lunar; lo cual sería una atractiva alternativa para aprovechar de estudiar, en futuras misiones que puedan tener a la Luna como objetivo.