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El verdadero peligro que se esconde detrás de la última erupción de Islandia

Por qué es tan sospechosa esta nueva erupción de Islandia

La nueva erupción de Islandia ocurrida el pasado 18 de diciembre podría ser la más peligrosa de la historia reciente de nuestro planeta. La explosión de Grindavík es la cuarta de la región en 3 años y ha lanzado diez veces más lava por segundo que cualquiera de las 3 erupciones anteriores en su punto álgido

Lo que viene después de la última erupción de Islandia

Parecía solo cuestión de tiempo para que la península de Islandia de Reykjanes perdiera su suerte. Durante la noche del 18 de diciembre, Reykjanes estalló en lo que se cuenta como la cuarta erupción de Islandia ocurrida en los últimos 3 años. Con lo que el país hace su entrada decididamente peligrosa en una saga volcánica.

Solo un par de horas después de que una seguidilla de terremotos advirtiera de la inminente erupción volcánica, ésta expulsaba diez veces más lava por segundo que cualquiera de las 3 erupciones pasadas en su punto álgido; al mismo tiempo la fisura que iba provocando la erupción se expandía hasta llegar a la asombrosa longitud de 3,2 kilómetros en tan solo unos pocos minutos.

Luego de haber pasado casi un milenio de inactividad, esta parte del planeta ubicada al suroeste de la Islandia entró en una nueva era volcánica en marzo de 2021. Las 3 últimas erupciones, ocurridas en 2021, 2022 y comenzando el verano de este año, no han sido para nada solo espectáculos científicos. La última vez que se produjo un periodo de erupciones múltiples en esta península islandesa ocurrió a comienzos del siglo XIII. El hecho de que esté sucediendo otro periodo parecido de erupción de lava en la actualidad es una de las razones por las que la comunidad científica está tan atenta.

Por qué es tan sospechosa esta nueva erupción de Islandia

Sin embargo, especialmente esta cuarta erupción de Islandia ha llamado la atención de los medios de comunicación de todo el mundo por 3 razones, porque la rampa hasta el evento principal fue extraña en comparación con las 3 últimas; también la ubicación, junto a su vigorosa salva inicial de roca fundida, pone en peligro a toda una ciudad; y la otra razón es que su comportamiento general creó un incómodo número de incertidumbre sobre qué puede ocurrir a continuación.

Tom Winder, sismólogo de la Universidad de Islandia, aseguró que en el contexto de los últimos 3 años en la península de Reykjanes, es alucinante.

En horas de la tarde del 19 de diciembre, únicamente quedaba un tercio de la fisura volcánica activa, y ya había disminuido considerablemente la potencia de la erupción. Las cosas todavía podrían cambiar y ponerse peor, aunque es de esperar que continúe apagándose.

De la forma que sea, este explosión volcánica ya ha consolidado su reputación como una de las erupciones de Islandia más importantes y científicamente cautivadoras de los últimos 30 años, motivo por el cual científicos de todas partes del mundo están investigando sus orígenes.

¿De volcán o de fisura?

A pesar de que la mayoría de nosotros pensamos que las erupciones volcánicas provienen de un volcán, las 4 erupciones más recientes han sido realmente de tipo fisural; es decir, lo que ocurre cuando la lava se abre paso fuera de la corteza de la tierra por medio de una delgada grieta recién formada, con frecuencia en un sitio que no puede ser identificado antes del paroxismo. Este tipo de erupciones impredecibles suceden en todo el planeta, incluso en Hawái, aunque no son tan conocidas por la gente.

No obstante, esta última erupción de Islandia es especialmente notoria debido a que hizo algo que no hicieron las erupciones de 2021, 2022 y mediados de este año. En lugar de llevarse a cabo una vez más en un sitio aislado cerca de la montaña volcánica de Fagradalsfjall, se dirigió de manera subterránea hacia Svartsengi, lugar donde se haya una central geotérmica crítica para la provincia, las 3.500 personas que habitan en la ciudad costera de Grindavík y el conocido balneario turístico de Blue Lagoon.

La última erupción de Islandia fue sorprendente

Además fue más espectacular. El pasado 10 de noviembre, el magma se elevó de forma repentina hasta unos cientos de metros de la tierra, antes de detenerse, en armonía con una cacofanía de temblores que destrozaban las rocas.

Este cambio, en la reapertura del sistema fue bastante sorprendente, aseguró Samuel Mitchell, vulcanólogo de la Universidad de Bristol, Reino Unido. Quien también dijo que fue la magnitud de la actividad sísmica lo que más sorprendió a la mayoría.

No es raro que haya una pausa entre el ascenso del magma y el comienzo de la erupción, pero el preludio de esta erupción fue extrañamente precipitado e intenso, afirmó Mitchell.

A mediados de noviembre, todos podían estar seguros de que en los próximos días o semanas se produciría una erupción a lo largo de un “corredor” de 16 km de superficie, en el que se encontraba la ciudad de Grindavík.

Donde ocurrió la explosión

Para los que siguen de cerca las erupciones en Islandia desde otras latitudes, la idea de otra nube de ceniza gigantesca, persistente y que vuelva a paralizar los vuelos como ocurrió en 2010 durante la erupción del Eyjafjallajökull, es motivo de preocupación. Por fortuna, como en esta ocasión el magma no se está inyectando de forma directa en la parte inferior de una capa de hielo, hay poca probabilidad de que se produzca una explosión prolifera que genere abundantes cenizas.

Aunque su localización señala que, a diferencia de los 3 eventos pasados, esta última erupción podría provocar graves daños.

Afortunadamente el preludio de la roca fundida no fue tan sutil, esto hizo que las autoridades evacuaran rápidamente Grindavík ese mismo día de noviembre. Con lo que se mantuvo a los habitantes lejos de cualquier daño potencial, al tiempo que los funcionarios levantaban muros para desviar la lava de la central eléctrica.

No obstante, la explosión si tuvo un elemento sorpresa, ya que la lava comenzó a brotar apenas un par de horas después de que una serie de terremotos al norte de la ciudad indicara la inminencia de la erupción, un intervalo muy corto.

Al respecto Winder aseguró que esta situación subraya lo cerca que se estuvo de una erupción poco después de las evacuaciones iniciales de noviembre, y el motivo por el que fueron esenciales para garantizarle la seguridad a los ciudadanos.

¿Cómo es el futuro de Islandia?

El hecho de que haya tanta incertidumbre y poca certeza sobre la última erupción de Islandia también refuerza su intriga.

A un día del paroxismo, esta última erupción se calmó considerablemente, y parecía posible que se extinguiera en unos pocos días. Por otro lado, de acuerdo con los expertos, este comportamiento podría señalar que continuará lanzando lava a ese modesto ritmo durante varios meses.

En este sentido, Winder aseguró que si el magma que está almacenado en Svartsengi se continúa renovando desde la profundidad, la erupción podría lograr el equilibrio con una menor intensidad y seguir durante mucho tiempo. Y que parece que ha habido un suministro casi sostenido de magma en ese lugar desde finales de octubre, por lo cual pareciera realista que pudiera seguir por otro par de meses en el futuro.

En menos de veinticuatro horas desde que comenzó, los expertos lograron tomar muestras de parte de la lava de la nueva erupción de Islandia y pudieron compararlas con otras 3 anteriores en la península. Y de acuerdo con Ed Marshall, un geofísico de la Universidad de Islandia, todas las muestras tienen una química muy parecida. Lo que implica que hay algún tipo de conexión magmática entre Svartsengi y Fagradalsfdall, aunque la naturaleza de dicha conexión es bastante confusa en la actualidad.

Muchas preguntas sin respuestas

Lo que principalmente los científicos desean saber, es qué sucedió entre el dramatismo sísmico de comienzos de noviembre y la nueva erupción de Islandia del 18 de diciembre. ¿Podrían haber sido capaces los vulcanólogos de predecir con exactitud cuándo y dónde el magma hallaría su camino hacia la superficie terrestre con los datos que se tenían en las semanas previas a la explosión?

Mike Burton, vulcanólogo de la Universidad de Manchester (Reino Unido), explicó que se trata de una gran e intrigante interrogante, que se encuentra en centro de lo que muchos estudiarán en los próximos meses.

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