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La Agencia Espacial Europea espera recolectar energía solar del espacio para ayudar al continente a cumplir sus objetivos climáticos. Un satélite generará alrededor de 2 GW de electricidad, suficiente para alimentar a más de 1 millón de hogares.
La Agencia Espacial Europea (ESA) espera poner fin a la crisis energética con el programa de desarrollo “SOLARIS“, en el que la agencia intergubernamental promueve plantas de energía solar basadas en el espacio.
La energía solar como solución
Este paso de investigación incluye estudios de viabilidad, actividades de investigación, desarrollo de tecnología y análisis regulatorio de la energía solar espacial para que la ESA satisfaga las necesidades energéticas de Europa. La agencia utilizará un enfoque de energía solar basada en el espacio (SBSP) para aprovechar la energía solar de los satélites en órbita geoestacionaria, convertirla en microondas de baja densidad y enviarla a estaciones receptoras en la Tierra.
Estos satélites recogerán la luz del sol las 24 horas del día, los 7 días de la semana; hay que recordar que deben ser grandes, requieren avances tecnológicos e investigación para confirmar los efectos beneficiosos de las microondas de baja potencia en la salud humana.
Sanjay Vijendran (líder de la propuesta SOLARIS de la ESA), explica que la energía solar espacial brinda nuevas oportunidades, como la energía de carga base, que en realidad puede complementar, en lugar de competir con las fuentes de energía intermitentes, como la energía solar terrestre, y en este sentido pueden proporcionar una alternativa a la energía nuclear. Investigaciones posteriores sugieren que, en última instancia, las soluciones espaciales pueden ser sorprendentemente competitivas.
Energía solar para ayudar a Europa en el futuro
El plan ayudará a Europa a tomar una decisión final en 2025 sobre el posible desarrollo de la energía solar espacial, centrándose en contribuir a la descarbonización de la energía terrestre.
Tecnologías utilizadas en SOLARIS. La ESA está alentando a la industria tecnológica europea a implementar la energía solar espacial. Ya que SBSP es un amplio campo interdisciplinario con diferentes enfoques, desde paneles solares y celdas solares hasta sistemas de propulsión.
Por otro lado, la empresa belga Space Applications Services está trabajando en el ensamblaje robótico del hardware espacial de la estación SBSP, mientras que la empresa suiza Astrom está adoptando un enfoque diferente para aprovechar la energía solar de la luna. beneficios potenciales
Implementación del proyecto
Según la ESA, la implementación del proyecto requerirá el desarrollo de nuevas tecnologías, pero en general, con base en los principios tecnológicos existentes y la física conocida, el resultado final será energía limpia.
Por ejemplo, un solo satélite solar a escala planificada generaría alrededor de 2 GW de electricidad, alimentaría a más de un millón de hogares y traería beneficios ambientales y económicos a Europa. Según TNW, específicamente, para 2040, SBSP podría proporcionar generación de electricidad sostenible y competitiva para los hogares y empresas europeos de dos maneras diferentes.
Primero, como fuente de energía basada en la carga, se puede comparar con combustibles fósiles equivalentes y se puede minimizar su impacto ambiental.
En segundo lugar, puede complementar las fuentes de energía renovable existentes, brindar estabilidad y reducir la necesidad de grandes soluciones de almacenamiento. Restaurando energía a la Tierra y en la recuperación de energía en la Tierra.
¿Cuáles podrían ser las posibles complicaciones de SOLARIS?
¿Hay alguna complicación? La ESA señala en su blog de preguntas frecuentes que el proyecto es complejo, “los estudios anteriores de SBSP no han identificado obstáculos técnicos importantes. Sin embargo, hacer que el concepto sea económicamente viable es un desafío prohibitivo debido a los altos costos de lanzamiento y los desafíos de ingeniería“.
Además, el organismo intergubernamental agregó que “la drástica reducción en el costo de lanzamiento y desarrollo de hardware espacial durante la última década justifica una reevaluación radical de la viabilidad del concepto“.