Dos científicos escribieron un artículo publicado en “The Conversation”, donde logran demostrar cuál es el mejor sonido para usar como despertador. Se trata del profesor asociado de la Universidad RMIT en Australia, Adrian Dyer; y el investigador de Percepción Auditiva y Cognición, Stuart McFarlane.
La misma pregunta que se hizo Pitágoras cerca del año 500 a.C.
Los autores del artículo, señalaron que alrededor del año 500 antes de Cristo; Pitágoras se preguntaba cuál sería el tipo de alarma que proporcionaría un máximo estado de alerta para ser usado como despertador. El filósofo pensaba que existían canciones específicas, que había ciertas melodías que despertaban las energías; las cuales tenían la capacidad de contrarrestar la somnolencia que puede provocar el momento de despertarse.
Además, explicaron que su investigación logró demostrar que algunos sonidos de alarma pueden mejorar el estado de alerta cuando la persona se está despertando. Particularmente, las alarmas que tienen las características de “melodías”, como la famosa canción ABC de The Jackson 5; que poseen melodías capaces de energizar al oyente y además son ideales para despertar a la gente de forma más efectiva.
Y agregaron que, cuando la persona se despierta aturdida nunca se siente bien. Y que la manera en que nos despertamos no solamente puede llegar a afectar en nuestro estado de ánimo y la perspectiva del día; sino que además afecta nuestra cognición y el rendimiento mental.
Un mal despertar puede reducir el desempeño en la toma de decisiones críticas
Los autores afirmaron que, en ciertos casos, este aturdimiento luego de despertarse tiene el potencial de mantenerse como un factor de peligro por varias horas después de haberse despertado el individuo. Ya que puede provocar reducir el desempeño en la toma de decisiones críticas; como en el caso de encontrarse la persona en situaciones de emergencia, seguridad o cuando se está frente al volante.
También explicaron que, la transición desde el sueño al estado de alerta no tiene por qué seguir un sistema parecido a un interruptor de encendido-apagado; como lo han confirmado las técnicas de imágenes del funcionamiento cerebral. Está demostrado que la vigilia depende de ciertos procesos biológicos bastante complejos; donde está incluida una mayor porción de flujo sanguíneo hasta el cerebro.
Los estudios demostraron que las zonas del cerebro más importantes para el rendimiento de alerta; es decir, las regiones corticales prefrontales, demoran más tiempo en ponerse en marcha que otras zonas; como es el caso de los ganglios basales, que son imprescindibles para la activación. Lo que quiere decir que se puede estar despierto, aunque no del todo, aseguraron los investigadores.
Los científicos explicaron además que, el estudio logró demostrar que la actividad del flujo sanguíneo en el cerebro merma luego de que el individuo llega a despertarse, en comparación con el estadio previo al sueño. En consecuencia, la vigilia alerta puede necesitar en parte mecanismos que promuevan una redistribución del flujo de sangre hacia el cerebro, lo que cierta clase de sonidos y música es capaz de lograr.
Los jóvenes necesitan más volumen para su despertador
El estudio reveló que la eficacia de la alarma además depende de la edad del individuo. Los adultos jóvenes con edades comprendidas entre 18 a 25 años, requieren alarmas que suenen más fuerte que los individuos mayores. Mientras que los preadolescentes requieren un umbral todavía mayor que los adultos jóvenes. Es más, esta población puede necesitar una alarma hasta veinte decibelios más fuerte que las personas con edades comprendidas entre 18 a 80 años.
Sin embargo, cuando se refiere a la elección de una alarma, ¿cuál es con precisión la mejor opción? Cada vez hay más evidencia que sugieren que distintos sonidos de alarma logran influir de manera positiva en el desempeño del individuo luego de haberse despertado, aseguran los investigadores.
También dijeron los expertos que, existen notificaciones de voz como cuando alguien grita “¡despierta!” que llegan a funcionar mejor que las frecuencias más elevadas. Pero estas no son tan eficaces como las alarmas sonoras tonales del tipo 500 Hz, parecidas a las existentes en la gran mayoría de los teléfonos celulares.
Es mejor si ya te sabes la canción
Los autores recordaron que su investigación además se encargó de explorar el cómo las características de la música, y especialmente la melodía, juega un papel en el estímulo de la vigilia alerta
Con esta idea en mente, los investigadores desarrollaron una melodía rítmica personalizada; con la cual pudieron lograr un rendimiento bastante mejor al momento de despertarse y luego, en comparación con las demás alarmas sonoras convencionales.
Por otro lado, varios estudios además han demostrado que la música popular, la cual también puede ser interpretada como melódica; es muy buena para contrarrestar la inercia del sueño luego de una breve siesta, y más aún si se trata de una música que el individuo disfruta de manera personal, explicaron los autores.
Han encontrado la alarma perfecta para ser usada como despertador
Luego de haber recopilado toda esta información, los investigadores lograron describir cómo debería ser la alarma perfecta. Esta debe tener una melodía que la persona pueda cantar o tararear muy fácilmente, debe contar con una frecuencia dominante de cerca de 500 Hz; o que corresponda a la tonalidad de C5, además no debe ser muy rápida o muy lenta (lo ideal se encuentra entre 100 a 120 latidos por minuto). Por otro lado, se debe recordar que la alarma tiene que sonar más fuerte para los individuos más jóvenes, y también para aquellos que duermen más profundamente.
Finalmente, los autores dijeron que si la persona considera las alarmas predeterminadas que existen en sus smartphones, se requerirá más trabajo; sobre todo porque la investigación en este campo es relativamente nueva. Por lo que ellos piensan que la disponibilidad de descargas de alarmas personalizadas va a incrementarse con el pasar del tiempo.