El núcleo de Saturno, uno de los planetas gigantes del sistema solar, no es una gran roca, según teoría pensadas en propuestas anteriores; sino que es envolvente, difuso y estable, siendo sus anillos la principal fuente de información sismológica; de acuerdo con algunos estudios recientes.
El gigante gaseoso no es el único en poseer anillos, más es considerado un planeta complicado y esplendido sin comparación; reconocido por contar con siete anillos brillantes, espacios y divisiones particulares.
Ocupando el sexto lugar en el orden planetario del sistema solar; esconde misterios por develar a una velocidad relativamente lenta en la vida promedio del ser humano; donde los registros y conocimientos obtenidos a través de los años serán fundamentales para generaciones de astrónomos y científicos del futuro.
Estudios realizados por los astrónomos del Caltech (Instituto de Tecnología de California) guiados por Christopher Mankovich, investigador principal y su coautor Jim Fuller, dieron a conocer que, Saturno, uno de los planetas gigantes del sistema solar posee en su estructura planetaria un núcleo realmente inmenso y confuso.
El cual ocupa un 60 % del ancho del planeta, compuesto por hielo, roca y gases como hidrógeno y helio con límites difusos; y no un núcleo hecho de hierro y roca, como se pensaba anteriormente. Asimismo, su peso es de 17 veces la masa del planeta Tierra, siendo más grande de lo que se imaginaba.
Los resultados de este estudio, aprobado por Nature Astronomy, relatan las pulsaciones emitidas del interior del planeta y su repercusión en el exterior del mismo, afectando a los anillos que lo envuelven.
Los anillos y la sísmica del núcleo de Saturno
Los anillos que adornan el gigante gaseoso, representaron para los investigadores la fuente principal de información para dar a conocer el núcleo de Saturno; pues actuando como una herramienta sismológica, las oscilaciones que se producen en el núcleo replican como ondas a los anillos que envuelven el planeta por las variaciones del campo gravitacional.
La sonda espacial Cassini desde el 2004, orbitó durante 13 años hasta su desintegración en el 2017, al hundirse en la atmosfera del planeta anillado; sirviendo como aporte y visión de lo que podría ser la estructura de este gigante gaseoso; aportando nuevas interrogantes a otros planetas, como lo es Júpiter.
El investigador Mankovich, mostró lo que sería hasta el momento un certero hallazgo de un núcleo borroso o difuso en Saturno, yendo de la mano con la reciente evidencia de Juno, misión de la NASA exploratoria del planeta Júpiter; señalando que, su núcleo pudiera estar diluido de manera semejante.
Las observaciones dadas por los astrónomos Mankovich y Fuller, continuarán a medida que puedan obtener más descubrimientos del planeta; y el seguimiento mediante la sismología de los anillos y sus interpretaciones.
Núcleo de Saturno difuso, pero estable
Las conclusiones derivadas del comportamiento del campo gravitacional de Saturno, develan que, en su interior debe poseer una estabilidad, para que la particularidad de sus oscilaciones y frecuencia sean las registradas; siendo esto posible solo cuando gradualmente van en aumento las fracciones de roca a medida que se está más cerca del centro del planeta, al igual que el hielo.
Aunque el planeta anillado en sus profundidades sufra de ligeras agitaciones, presenta en su composición capas estables que surgieron luego que los materiales pesados en constante mezcla con los livianos, dejaran de estar por encima de ellos para sumergirse en el interior del planeta.
En conjunto, la superficie de Saturno y sus anillos están en movimiento, la agitación de la superficie se mueve un metro alrededor de 2 horas aproximadamente; a la vez que los anillos reciben las alteraciones gravitacionales. Esta variación da como resultado el movimiento de las partículas que componen el anillo.
Además, esta teoría replantea la estructuración de la creación y origen de los planetas; pues la formación de un núcleo rocoso para luego ser rodeado y envuelto en gas como lo es la teoría de la acreción de la masa, no sería el caso de este gigante anillado; sin la tenencia clara de lo que es su núcleo, lo cual expone el origen de estos con la participación de materia gaseosa.
Más misterios por descubrir del gigante gaseoso
Si bien esta información es una base fundamental para explicar los orígenes y el desenvolvimiento de uno de los planetas del sistema solar, solo da a conocer una ínfima parte de lo que estos grandes planetas representan.
Es importante destacar que, desde 1990 Mark Marley, vislumbró que los movimientos presentados por Saturno podrían ser contemplados por ondas mediante el anillo C del mismo y que en la actualidad, junto con otros estudios, Mankovich da por verdadero.
Existir durante 4.500 millones de años, le da a este planeta un gran margen de posibles procesos en los que se pudo involucrar, sufriendo cambios o transformaciones desconocidas para los científicos y sus herramientas.
Es un gran reto explicar lo que ahora supone el campo gravitacional de Saturno; pues al no ser convectivo en un sesenta por ciento, según los estudios de Mankovich y Fuller; atentaría con lo que se sabe de los campos magnéticos y su funcionamiento en base a la capa convectiva giratoria interna; el fluido conductor eléctrico y su desplazamiento a lo más profundo del núcleo.