Recientemente la Lista Roja publicada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), calificó al dragón de Komodo, antes considerado una especie vulnerable a una especie en peligro; como consecuencia de los azotes generados por el cambio climático. Este raro animal es el lagarto de mayor tamaño a nivel mundial y cada vez se ve más amenazada su existencia.
El cambio climático tiene muchos efectos en las distintas regiones que conforman el planeta Tierra. Se observan casquetes polares derritiéndose, un incremento en el nivel del mar; así como lugares con fenómenos meteorológicos extremos; olas de calor totalmente desesperantes y sequías preocupantes o por el contrario mayor ocurrencia de inundaciones.
La fauna también se ve afectada en gran medida como consecuencia de las alteraciones en su hábitat, aquellas condiciones que mantienen su ciclo de vida. Los cambios en su repertorio debido a los aumentos de temperatura, representan un alto riesgo para los animales que puede generar eventualmente la extinción de los mismos.
Los más perjudicados según algunos expertos serán aquellos organismos que no sean capaces de regular su temperatura, esto involucra a especies de animales tanto terrestres como marinos, sobre todo los anfibios y los lagartos.
Por tanto, este lagarto de inusual tamaño se encuentra principalmente afectado por las modificaciones que produce el cambio climático en su ambiente; indudablemente este, como muchos otros animales dependen del calor del medio ambiente y los años que se esperan en el futuro a causa de esta variación climática, pronostican otros eventos desfavorecedores.
¿Qué conocemos del dragón de Komodo y dónde se encuentra?
El dragón de Komodo es también conocido como monstruo de Komodo, una especie de lagarto endémico de unas islas localizadas en Indonesia central; es decir, este animal se encuentra de forma natural solo en el país insular. Es el lagarto más grande del mundo y debido a esto son considerados los superdepredadores en los hábitats donde viven.
Esta especie consume principalmente carne podrida, además son sigilosos cazadores y logran realizar emboscadas a sus futuras fuentes de alimento; donde se pueden encontrar una gran variedad de animales como aves, serpientes, peces y algunos mamíferos como ciervos y jabalíes, con ayuda de su buen olfato.
En 1910 fue la primera vez que algunos científicos de occidente realizaron estudios a los dragones de Komodo, su estructura física genera una temible reputación y asombro en las personas que logran verlo. Por esta razón son uno de los animales más admirados en los zoológicos. Está registrado actualmente como un animal en peligro de extinción.
La ley del país insular protege a esta especie y para aportar a la conservación de la misma, se creó en el año 1980 el Parque Nacional de Komodo para preservar al dragón de Komodo; un animal que puede llegar a medir 3 metros de largo. Este parque conforma uno de los patrimonios de la humanidad; declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El cambio climático amenaza a la especie
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), anuncia que la especie que se encuentra en el Parque Nacional de Komodo se ve más amenazada a medida que pasa el tiempo; la isla de Flores es cercana a este parque y se detallan en ella cada vez más efectos del cambio climático.
La organización indica que se espera un incremento a nivel mundial de las temperaturas y posteriormente debido a esto también del nivel del mar; logrando así una disminución del hábitat en condiciones adecuadas del dragón de Komodo, aproximadamente en un 30% durante los próximos 45 años.
No solo la subpoblación de dragones de Komodo encontrados en el parque se ven amenazados, estos actualmente se encuentran estables y protegidos; sino aquellos que desarrollan su vida en áreas no protegidas en Flores, con una disminución significativa a causa del transcurso de las distintas actividades realizadas por los humanos.
Actualización de la Lista Roja de especies amenazadas
Un dato adicional importante que reveló la lista de la UICN es que se volvieron a evaluar siete especies de atún, las que son más pescadas comercialmente. El organismo indicó que cuatro de estas especies se encuentran en camino a su recuperación; a través del manejo de un sistema de cuotas de pesca en las regiones, hechos realizados los últimos diez años.
Por lo cual, esta acción demuestra los efectos positivos que pueden obtenerse si los Estados adquieren el compromiso verdadero de llevar a cabo prácticas sostenibles para la recuperación de las especies; a pesar del incremento de las presiones que repercuten en los océanos; señaló Bruno Oberle director general de la organización.
Esta nueva Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), está integrada por una cantidad de 134.425 especies; donde 37.480 se encuentran catalogadas en peligro de extinción.
