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El sistema endocrino es el responsable de producir las hormonas que necesita el cuerpo humano, estas se encargan de enviar cierta información a varias partes del cuerpo. Los procesos que forman parte del ser humano como la sensación de hambre, la presión arterial y el deseo sexual, son regulados con ayuda de las funciones hormonales.
El efecto de las hormonas viaja por medio del torrente sanguíneo; estos mensajeros químicos afectan procesos como el crecimiento y el desarrollo, el metabolismo, la función sexual, la reproducción y también influyen en el ánimo de una persona.
Aunque las hormonas son esenciales en los procesos reproductivos del organismo, son primordiales para la totalidad de los sistemas que conforman al cuerpo humano. Las glándulas que trabajan para el sistema endocrino realizan la liberación de hormonas; una de las cosas que puede hacer es, indicarle al cuerpo cómo respirar o cómo gastar energía.
Estas importantes sustancias llevan una relación estrecha con ciertas células capaces de recibir los mensajes que transmiten; los cuales serán los sitios encargados de recepción. De manera constante, el cuerpo experimenta diferentes cambios hormonales a lo largo del día; por lo que es algo totalmente habitual.
Actuación de las funciones hormonales en las distintas partes del cuerpo
Al comer, el páncreas tiene la capacidad de producir una hormona llamada insulina para así lograr regular los niveles de azúcar presentes en la sangre. Otra de las hormonas que el organismo libera es la epinefrina o adrenalina; donde las glándulas suprarrenales se encargan de expulsar al cuerpo esta sustancia para responder ante una situación de emoción intensa de forma rápida.
Otra de las funciones hormonales presentes en el organismo la cumple la glándula pineal al producir la hormona melatonina; esta es aportada al organismo como una ayuda para conciliar el sueño toda la noche. Cuando existe un desequilibro hormonal, el cuerpo puede estar ante un trastorno endocrino; en el caso de que se produzca demasiada cantidad de alguna hormona la terminología adecuada para referirse a ello es hiperfunción.
Por el contrario, cuando no es suficiente la producción de la hormona, se presenta lo que se conoce como hipofunción. En ambos casos el individuo puede presentar problemas en su salud, sea cual sea el desequilibrio en las hormonas.
La potencia de las hormonas es sumamente elevada, por lo cual solo se necesita una cantidad mínima de ellas para generar cambios significativos en las células o si es el caso, en todo el cuerpo. Es por esta razón, que el exceso o la deficiencia de alguna hormona puede resultar en un serio problema para el paciente.
También, esta falta de equilibrio puede ser debida a condiciones específicas de salud como la diabetes, los trastornos de la tiroides o el llamado síndrome de ovarios poliquísticos. El correcto funcionamiento del organismo va a depender de estas pequeñas pero poderosas sustancias.
La sensibilidad hormonal no es igual en todas las personas
No todas las personas poseen la misma sensibilidad a las hormonas, explicando así por qué muchas personas sufren del síndrome premenstrual o de depresión posparto; a la vez que otras no poseen ningún tipo de molestia por cambios hormonales como los presentes durante la menstruación y el embarazo.
Durante la menstruación se produce un flujo y reflujo complejo de las hormonas para hacer funcionar el sistema reproductivo. Sin ellas, los órganos encargados de la reproducción no poseerían la capacidad realizar el proceso de gestación y hasta es posible que se anule el deseo sexual.
Los seres humanos son organismos independientes y aunque en esencia se componen de una misma estructura, trabajan de una manera particular. Lo que puede funcionar en una persona, tal vez sea contraproducente en otra; para ello se tienen especialistas encargados de elaborar y estudiar la historia clínica de cada persona evaluada.
El desarrollo de las hormonas reproductivas
Aun cuando las hormonas sexuales, estrógeno y testosterona, son poderosas sustancias en el cuerpo, estas necesitan la ayuda brindada por la proteína globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG); ya que esta última tiene la responsabilidad de mantener un desarrollo correcto de las hormonas sexuales.
El proceso fundamental de la proteína se basa en captar una hormona sexual específica, sacándola de la circulación directa del organismo para hacerla llegar al tejido que lo necesita; por lo que funciona como transporte hormonal.
Entre las hormonas reproductivas encontramos a los andrógenos, estos están compuestos por colesterol y son producidos por la glándula suprarrenal y los ovarios. Un anormal incremento en los niveles de andrógenos de una persona puede resultar en un crecimiento abundante y excesivo de vello, acné o infertilidad.
La progesterona por otro lado, es la que promueve la gestación y es la responsable del cambio estructural del endometrio para que un óvulo fertilizado sea implantado. También, ayuda al desarrollo del tejido mamario indispensable para la lactancia.
Por último, el estrógeno manifiesta un impacto mayor en las características físicas externas como lo son la composición de la grasa corporal o la salud de la piel y el cabello. Normalmente se asocia a la menstruación, sin embargo, logra afectar a diversas funciones del cuerpo como el desarrollo del sistema óseo, el corazón, el cerebro y el tracto urinario.