Al iniciar la vida del ser humano, en sus primeros dos mil días de existencia, el período conocido comúnmente que va desde la concepción hasta los 5 años de vida; es un momento clave y fundamental para la salud cognitiva, emocional, física y social de la persona.
El período entre 0 a 5 años tiene serias repercusiones en la vida del niño
Diversas investigaciones han determinado que todo lo que ocurre en ese período de tiempo puede tener serias repercusiones con gran impacto al transcurrir su infancia e inclusive, en la etapa de la adultez. Especialistas certificados explicaron a través de BBC News Brasil, que precisamente, la alimentación correcta y sana durante este tiempo determinado es de suma importancia para el buen desarrollo del niño.
En el departamento científico de Nutrición de la Sociedad Brasileña de Pediatría, la especialista Mônica Moretzsohn; dijo que, en los primeros años de vida en los niños, se van formando poco más de un millón de conexiones neuronales nuevas por segundo. Por lo que una dieta correctamente saludable es vital para que se establezca un buen rendimiento y desempeño de dicho desarrollo neurológico; pero también, un buen crecimiento y peso corporal.
Conforme a las entrevistas con nutricionistas y doctores, consultas guías de alimentación estructuradas por organismos oficiales; te compartimos todo lo que una persona en su niñez debe ingerir diariamente para alimentarse de forma adecuada y tener una correcta nutrición.
Una de las principales fuentes de nutrición en la vida de un niño es la leche materna, inclusive los médicos sugieren exclusivamente la lactancia materna.
El pediatra del Hospital Albert Einstein, José Nélio Cavinatto; dijo que no es correcto ofrecer ni té ni agua, con la lactancia materna es más que suficiente. La leche materna contiene sustancias que cuentan con la capacidad de proteger al niño de múltiples enfermedades, entre ellas respiratorias, infecciones, alergias y hasta diarreas. Además, es la única fuente que contiene anticuerpos.
También, minimiza el peligro de desarrollar diabetes tipo 2, asma y obesidad en la etapa de adultez. El especialista considera necesario que la madre en lactancia tenga gran prudencia con su propia alimentación, esto asegurando la leche totalmente nutritiva.
La leche materna garantiza una mayor protección al niño hasta los 5 años y un mejor desarrollo del cerebro
Cavinatto también dijo que la madre necesita una ingesta de calorías suficientes y de calidad. Y que se aconseja que, por ejemplo, ingiera un huevo al día y un pescado por semana; para garantizar el aporte de nutrientes suficientes para el desarrollo del cerebro del niño.
El especialista además recomendó evitar el consumo excesivo de alimentos que sean ultrapesados y; de ser necesario, también la madre debe tomar suplementos de vitamina D, hierro y omega.
Pero el médico aclaró que esta clase de suplementos son muy costosos y reconoció que no todos pueden tener acceso a ellos. Por lo que destacó la importancia de que las madres incorporen la mayor cantidad de nutrientes posibles en su dieta.
En el caso de los niños que tengan alguna restricción o incapacidad para recibir la leche materna, lo que se recomienda es darle leche de fórmula.
Las OMS (Organización Mundial de la Salud) sugiere amamantar por dos años o más. Los primeros alimentos deber ser introducidos después de los seis meses de edad, de acuerdo con la SBP.
Este organismo también recomienda complementar la leche materna con purés y papillas de frutas una vez al día a los seis meses; y a los 7 y 8 meses dos veces al día.
Luego, a partir de los nueve meses, lo que se recomienda es pasar poco a poco a la comida familiar con ajustes en las consistencias de las preparaciones y condimentos. Estos alimentos deben incluir cereales o tubérculos, proteína animal, legumbres, aceite y hortalizas. También se puede condimentar la comida con cebollín, perejil, albahaca y romero, y sin agregar sal.
Para un plato realmente saludable
Los especialistas recomiendan que, con la introducción de los alimentos, es preciso poner mucha atención a la variedad de nutrientes que consumen los niños hasta los 5 años de edad.
Para lo cual, es mejor usar un esquema que divide los alimentos en grupos y recomienda las porciones indicadas para ser consumidas por los niños.
De acuerdo con Moretzsohn, el denominado “esquema de una comida saludable”, debe ser usado en la planificación de las dos comidas principales del día; a saber, el almuerzo y la cena. Que también puede servir de guía no solo para la alimentación en la niñez, sino para el resto de la vida.
Por su parte, Stephanie Amaral, quien es oficial de salud de Unicef en el país sudamericano; también resaltó que, además de observar la variedad de las comidas, los padres deben estar conscientes del origen de lo que se consume.
La nutricionista señaló que, se requiere buscar una alimentación saludable, que esté libre de procesados e industrializados; lo que quiere decir, que haya un consumo mínimo de edulcorantes y de otros elementos artificiales.
Incorporar más verduras
Los especialistas coinciden en que en los alimentos no pueden faltar las verduras, tanto en la comida de niños como en la alimentación de los adultos; las cuales deberían representar por lo menos el cincuenta por ciento del plato.
La SBP sugiere que los niños de uno a dos años ingieran dos porciones al día de verduras; y que los pequeños de 2 a 5 años coman tres porciones diarias de estos alimentos.
Mônica Moretzsohn explicó que es realmente importante variar la alimentación de este grupo a lo largo de la semana; aunque lo mejor es que los padres se los ofrezcan a sus niños todos los días.
Entre este tipo de alimentos, las verduras de hojas son una excelente fuente de fibra y de vitaminas; además de minerales como el hierro y el ácido fólico.
Precisamente el hierro es considerado fundamental para el desarrollo neurológico durante la primera infancia (hasta los primeros 5 años). Y esencial para varios procesos metabólicos que son muy importantes durante este período de la vida de la persona, aseguró la doctora.
Y la deficiencia de este nutriente representa una de las más comunes a nivel mundial. En su manifestación más grave, se denomina anemia por deficiencia de hierro. Esta puede tener un gran impacto sobre el desarrollo cognitivo de los pequeños.
Mientras que el ácido fólico es fundamental para el desarrollo del sistema nervioso central del individuo. Y sus deficiencias pueden provocar daños en la cognición de los niños y, en casos más graves, daños irreversibles. Por su parte, la falta de fibra en la alimentación se ha relacionado con varios trastornos; como estreñimiento, alergias, problemas del sistema inmunitario y síndrome del intestino irritable.
La importancia de las vitaminas en la dieta de los niños de 0 a 5 años
Los expertos aseguran que los niños que no reciben suficientes cantidades diarias de vitamina C, pudieran tener más probabilidades de padecer de daños en la piel, mala cicatrización, anemia, sangrado en las encías, pérdida de dientes, baja resistencia a las infecciones y fragilidad ósea.
Según Moretzsohn, la deficiencia de vitamina A representa una de las principales causas de ceguera prevenible en infantes menores de 5 años. Alimentos como la calabaza y la zanahoria contienen mucha vitamina A.
Mientras que la berenjena, tiene vitamina B5, calcio y potasio. El brócoli contiene vitaminas A, C y K, y es abundante en potasio.
Por otro lado, los tubérculos y los cereales, que deben representar el 25 % del plato para un niño; y que debe incluir arroz, maíz, trigo, avena, harina, pasta, pan, papa, ñame y yuca.
Cavinnatto señaló que este grupo es una fuente importante y saludable de vitaminas y lípidos. Aunque es especialmente una fuente de carbohidratos. Y su consumo excesivo puede provocar obesidad, diabetes y hasta problemas cardiacos en los niños.
Los pediatras sugieren que los carbohidratos cubran entre el 50 % y el 60 % del total de calorías ingeridas diariamente por los pequeños.
Huevos y carnes: los pediatras y nutricionistas recomiendan que el plato de comida del niño contenga huevos o carne en el almuerzo o en la cena. Y deben representar el 1/8 de la porción de la comida del pequeño. Según la SBP los infantes de 1 a 3 años deben ingerir dos raciones de huevo o carne al día. Mientras que, para los niños de 4 a 5 años, se recomienda una sola ración.