Para empezar a explicar esta terrible noticia, debemos recordar una cruda realidad, y es que tan solo un 0,5 % del agua presente en el planeta Tierra es agua dulce apta para el consumo humano. Para los expertos, la falta de agua dulce es un tema cada vez más preocupante y todo indica a que este problema tendrá un gran incremento en los próximos años.
Según los expertos: la falta de agua dulce traerá una severa crisis global muy pronto
Dentro de unos pocos años, se desatará una de las crisis mundiales más importantes en la historia de la humanidad; nada menos que la inevitable y angustiante crisis por la falta de agua dulce en el mundo. Esta terrible realidad es aún peor si tomamos en cuenta los desastres naturales originados por el cambio climático.
El comunicado oficial proviene de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que forma parte de la ONU. En el informe se muestran los detalles del estado de los servicios climáticos de este 2021 con relación al agua.
Las estadísticas señalan que la cantidad de personas afectadas por el “estrés hídrico”, como se le conoce al limitado acceso al agua; será mayor con el crecimiento de la población. Además, los recursos hidrológicos para explotar son cada vez menores.
Según las cifras del informe: en 2018 hubo una cantidad aproximada de 3.600 millones de personas que tuvieron problemas para abastecerse del vital líquido, mínimo durante un mes de ese año. También aseguran en el informe que; para el 2050 esa cifra será mucho mayor a los 5.000 millones de personas afectadas.
Un escenario de esta magnitud supone un fuerte golpe para el funcionamiento de los sistemas de gestión, vigilancia, predicción y alerta de riesgos asociados al agua; ya que en el 60 % de los 187 Países miembros de la ONU, estos sistemas están obsoletos o ni siquiera existen actualmente.
La crisis por el agua dulce afecta toda la normalidad que conocemos
El secretario general de la OMM, Petteri Taalas explicó en el informe que: “En todo el mundo, el aumento de las temperaturas tiene años afectando el comportamiento de las precipitaciones. Ahora existe una gran variación en la distribución de las lluvias, afectando al sector agrícola y por consiguiente a la seguridad alimentaria. Asimismo, afecta la salud y el bienestar colectivo”.
Durante el pasado 2020 tuvieron lugar bastantes fenómenos hídricos extremos; principalmente lluvias muy violentas e intensas que ocasionaron grandes inundaciones en Japón, China, India, Indonesia, Nepal y Pakistán, donde murió mucha gente y varios millones de víctimas se vieron obligados emigrar de su tierra.
El año pasado también hubo grandes inundaciones en Europa que dejaron numerosas víctimas. Por otra parte, tenemos la disminución de los depósitos de agua continental; es decir la suma total del agua presente en la superficie y en áreas subterráneas, que desde el año 2000 ha disminuido 1 centímetro por cada año. Esto se nota bastante en el derretimiento de glaciares y nieve de montaña en Groenlandia y en la Antártida.
Petteri Taalas afirmó que el problema de la falta de agua dulce; “no durará unos pocos años, sino que se mantendrá durante los próximos siglos. La razón de esto se debe al incremento del CO2 en la atmósfera”.
La llegada del año 2000 supuso un aumento del 134 % en los desastres asociados a las crecidas, por su puesto en comparación a las últimas décadas del siglo 20; dichos desastres hidrológicos afectaron más el continente asiático, donde hubo más muertes y pérdidas materiales.
También desde el nuevo milenio, hubo un aumento del 29 % en los períodos e intensidad de las sequias, que ha afectado con mayor fuerza al continente africano; así como otras regiones tropicales donde se destacan América Latina y el medio oriente.