La inusual química de la lava que emerge en la superficie de la isla ha generado muchas preguntas acerca de lo que se agita en las entrañas de los volcanes de Islandia.
La península de Reykjanes de nuevo está en erupción
La geóloga Eniko Bali hace algunos días, cuando se disponía a almorzar en uno de los muchos cráteres de los volcanes de Islandia, de la misma manera como lo hacen sus colegas; le informaron que la península de Reykjanes se encontraba de nuevo en erupción.
Bali es geóloga en la Universidad de Islandia, ella y su equipo tenían pensado tomar muestras de roca de varias de las muchas erupciones históricas de la isla. Por eso fueron a ver el espectáculo geológico que había comenzado otra vez.
A solo un par de horas después del comienzo de la erupción, una larga hilera de fuentes disparaba lava incandescente en dirección al cielo. Se veían radiantes ríos de roca fundida serpenteando por el valle de Meradalir.
Los volcanes de la península de Reykjanes han permanecido inactivos por casi 800 años. Sin embargo, en el 2021 los volcanes de esta región de Islandia se agitaron, disparando lava por seis meses. En este momento, la actividad volcánica ha comenzado de nuevo.
Todos estos eventos ofrecen a los científicos una mirada extraordinaria a las entrañas de la Tierra. Y proporcionan pistas acerca de lo que dio forma al impresionante paisaje del país insular nórdico que se conoce hoy.
Una extraña química en los volcanes de Islandia
La química de la lava en los volcanes de Islandia está cambiando de manera radical. Bali afirmó que, para ser sinceros, no se lo esperaban ella y su equipo. Y advirtió que estaba pasando algo muy interesante.
En los primeros análisis de la nueva erupción se pudo observar que tenían una composición similar, pero no exacta, a las lavas que emergieron cerca del final de los movimientos del año 2021. Los expertos se encuentran entusiasmados con la recolección de más muestras para verificar si se producen otros cambios atípicos.
Las extrañas características de la lava de los volcanes de Reykjanes son solo el último capítulo de la historia larga de peculiaridades geológicas de la isla. La manera en que se formó Islandia es un misterio permanente.
La isla está en la confluencia de dos poderosos fenómenos geológicos; una cresta en la que están separadas dos placas tectónicas y el punto en el que una pluma de roca ardiente se encuentra con la superficie.
En el momento en que estas fuerzas se encontraron hace cerca de 25 millones de años, las erupciones sobrecargadas sentaron los cimientos de la isla. Aunque la historia está muy lejos de estar completa.
Con la ocurrencia de la segunda erupción en las Reykjanes en menos de un año, se puede pensar que esta península volcánica inactiva por mucho tiempo está despertando. Las erupciones en esta zona de la isla parecen acelerarse alrededor de cada mil años; y las últimas explosiones pueden representar un preludio de la actividad volcánica de las próximas décadas.
La cadena dorsal de 65.000 kilómetros de cadena de picos volcánicos
Este país insular nórdico es uno de los únicos sitios del mundo en los que la dorsal oceánica asoma por encima del mar. Dicha cadena de picos volcánicos, de 65.000 kilómetros de longitud aproximadamente; traza las figuras entre las placas tectónicas que se van extendiendo lentamente por el resto del mundo.
Islandia es el punto donde las placas euroasiática y norteamericana se separan lentamente la una de la otra; esto provoca que cada roca fundida emerja desde abajo para entrar en erupción en la superficie de la Tierra.
Sin embargo, las placas tectónicas no se separan en una sola línea recta, debido a que va formando una serie de segmento desplazos que están unidos por áreas que se deslizan una al lado de la otra.
Las Reykjanes están asentadas encima de uno de estos complejos conectores en los que la superficie es arrastrada en ángulo; lo que provoca que se abran cada cierto tiempo grietas que permiten la filtración de magma. Esta es una característica que se conoce como “falla de transformación con fugas”.
En casi todos los sistemas volcánicos, la roca fundida se va formando en pequeñas zonas localizadas en lo más profundo del manto; que sube lentamente, mezclándose y fusionándose con otra roca fundida que se ha acumulado en extensas cadenas de depósitos escalonados.
Aunque en una falla de transformación permeable, como la que se encuentra en Reykjanes, la lava erupcionada no se filtra toda por esta misma clase de tuberías volcánicas. Lo que quiere decir que sus composiciones han venido cambiando menos desde su formación en el subsuelo del planeta.
Parece que hay un tercer magma en los volcanes de Islandia
Edward Marshall, quien es geoquímico en la Universidad de Islandia; reveló que el equipo consiguió tener acceso a esta parte del planeta que rara vez se ve.
Los investigadores pudieron ver cómo la química de la lava en Reykjanes cambió de forma drástica durante las primeras semanas de la erupción del 2021; el cambio más rápido que se haya visto hasta los momentos, dijo Marshall.
Y agregó que es bastante probable que el fenómeno ocurra gracias a la mezcla del magma con una segunda fuente; sin embargo, se desconoce la composición de esa segunda fuente. Y que sea lo que sea, es muy raro.
Los análisis de otro equipo de científicos señalan que un tercer magma también podría estar presente en la lava de Reykjanes; lo que viene a complicar todavía más el panorama.
La abundante presencia de He-3 en las erupciones islandesas
La química presente en las erupciones a lo largo de la historia de la isla, evidencia unas raíces ardientes que se han extendido profundamente en la extensión de la dorsal oceánica.
Una rara firma proviene de un isótopo ligero de helio conocido como He-3, que es muy abundante en las erupciones de los volcanes de Islandia.
La mayor parte del He-3 presente en las rocas de la Tierra quedó atrapado en el momento en que el planeta se formó a partir de una nube de desechos en torno al sol naciente. Es bastante probable que todavía quede un depósito de este isótopo en las profundidades del manto del planeta. Dicha fuente podría ser la explicación de la química de las lavas de la isla, las que han sido arrastradas a la superficie por medio de la pluma asecendente de roca caliente; la cual puede alcanzar casi hasta el núcleo de la Tierra.
Las rocas localizadas en la costa de Groenlandia sugieren que, en el momento de la formación de este penacho hace alrededor de 60 millones de años, asó la sección inferior de Groenlandia. Y mientras las placas tectónicas del planeta se desplazaban, también lo iba haciendo la dorsal oceánica media. Hasta el punto en que se abrió paso por encima de la pluma hace 25 millones de años aproximadamente.
Poco tiempo después de que las dos inmensas fuerzas geológicas se encontraran, nació Islándia.
No obstante, los investigadores continúan tratando de esclarecer los detalles acerca de cómo se formó esta coyuntura geológica. Además de las persistentes rarezas de la lava de los volcanes de Islandia.