Una nueva investigación ofrece datos impresionantes sobre la manera en que pasar tiempo con las aves y al aire libre afecta el bienestar de las personas, y más aun qué partes de la naturaleza pueden ser más sanadoras que otras.
Las aves pueden mejorar tu salud mental
¿Ahora mismo estás viendo un ave? ¿Oyes el gorjeo de alguna? De ser así, puede que estés recibiendo un beneficioso estímulo para tu salud mental.
Un trabajo científico recientemente publicado en la revista “Science” halló que estar en presencia de las aves hace que las personas se sientan más positivas.
Durante 2 semanas, los participantes en la investigación usaron una aplicación de celular y se les solicitó que contestaran un cuestionario tres veces al día. Se les formularon preguntas acerca del entorno que les rodeaba y sobre su estado mental.
De los datos de la aplicación se obtuvo una tendencia discernible. Los participantes en la investigación que observaban aves tenían más posibilidades de manifestar un mejor estado de ánimo.
Cada vez son más las veces que estudios demuestran que salir al exterior es beneficioso para el cerebro humano, por lo que los expertos quieren conocer más sobre qué aspectos de la naturaleza pueden resultar los más terapéuticos.
Lisa Nisbet, quien es psicóloga de la Universidad de Trent, en Canadá, y que no participó en este estudio; señaló que, esta clase de investigación les ayuda a entender cómo la experiencia cotidiana de la gente con elementos específicos de la naturaleza, como las aves, puede resultar reconstituyente.
Por qué se deben estudiar a las aves
Por su parte, el psicólogo del King´s College de Londres, en Reino Unido, y uno de los autores del estudio, Andrea Mechelli; afirmó que se halló estudiando el mundo natural por accidente. Y que él mismo no tenía una agenda particular enfocada en la naturaleza. El científico señaló que, no pensaba que iban a poder demostrar que la naturaleza tiene un efecto fuerte.
En su lugar, Mechelli dijo que buscaba respuesta a por qué la gente que vive en las ciudades parece ser más propensa a sufrir enfermedades mentales, sobre todo psicosis.
Durante el año 2015, Mechelli creó la aplicación para teléfonos inteligentes “Urban Mind”, la cual sirve para buscar patrones en los entornos de los usuarios. ¿Cómo de abarrotada estaba su ciudad? ¿Podían ver árboles? ¿Se sentían seguros en su ciudad?
El investigador explicó que, el primer hallazgo del equipo fue que la naturaleza tiene un efecto muy poderoso. Los científicos se preguntaron en aquel momento, si algunos aspectos de la naturaleza resultaban más beneficiosos que otros.
El pasado mes de agosto Mechelli y su equipo publicaron una investigación en la que se constataba el efecto positivo de andar junto a canales o ríos. Para estudiar el efecto que tiene la vida silvestre en las personas, recurrieron a las aves por su ubicuidad en ambientes urbanos y rurales.
¿Cómo las aves te hacen sentir mejor?
En su última investigación Mechelli incluyó a 1292 participantes, sobre todo en Europa y el Reino Unido. Muchos de los cuales revelaron un diagnóstico profesional de salud mental, como la depresión.
Tres veces al día, la app hacía sonar los smatphones de los usuarios, preguntando ¿Ves u oyes pájaros? ¿Cómo te sientes, feliz o deprimido?
Con los datos obtenidos, el científico realizó un análisis estadístico que demostró una mejora perceptible del bienestar cuando había aves. Hasta si se eliminaban otros factores como la presencia de cursos de agua o de árboles. El bien para la salud mental era cierto tanto para los sujetos que revelaban un diagnóstico de depresión, como para las personas que no tenían diagnosticada ninguna condición de salud mental.
Mechelli señaló que, la naturaleza no lo cura todo. La presencia de aves y árboles, por ejemplo, no provocó una mayor sensación de bienestar si los participantes además manifestaban que su barrio se sentía inseguro.
Muchas cosas que no sabemos
Antes de extrapolar conclusiones significativas de la investigación, Peter James, un científico de salud mental perteneciente a Harvard, en los Estados Unidos, y que no participó en el trabajo; dijo que le gustaría ver más datos.
La investigación de Mechelli, por ejemplo, se fundamentó en voluntarios, la mayor parte de los cuales eran mujeres blancas con carreras universitarias. Un estudio publicado el pasado mes de mayo halló que esta clase de estudios sobre salud ambiental carecen de diversidad.
Durante el análisis de los datos, Mechelli y sus investigadores además combinaron las opciones de la app para las emociones positivas y negativas en 2 grandes categorías. Esto solo permite ver el bienestar de una persona.
Sin embargo, James y otros investigadores explican que el estudio ofrece una versión interesante acerca de cómo partes específicas de la naturaleza pueden influir en el bienestar de un individuo.
Al respecto, Nisbet señaló que, identificar y apreciar las aves y otros animales salvajes parece ser un camino prometedor para las intervenciones de salud y bienestar fundamentadas en la naturaleza.
Usar la naturaleza como medicina
Los investigadores manejan dos teorías principales acerca del por qué la naturaleza puede ser un bálsamo calmante para las mentes sobrecargadas. En primer lugar, está la idea de que como el “Homo sapiens” evolucionó en la naturaleza, los ambientes de las ciudades crean un estrés de fondo constante.
A lo que James explicó que, las personas pueden recuperarse de ese estrés en ambientes naturales porque para eso el ser humano ha evolucionado. Y que a la gente nos gusta la naturaleza debido a que es donde estamos destinados a estar.
El segundo planteamiento se denomina la teoría de la restauración de la atención. De la misma manera que la primera, sostiene la idea de que la tensión constante de la cotidianidad, los estresantes desplazamientos a la oficina y las constantes videoconferencias, por ejemplo; requieren una intensa concentración.
La naturaleza le permite al individuo desconectarse de esa atención y dedicarse a una especie de meditación o contemplación con los ojos abiertos mientras observan un ave que vuela de rama en rama.
De manera independiente del motivo, conocer como los arroyos, los árboles o las aves afectan al estado de ánimo les sirve a los proveedores de tratamiento a integrar la naturaleza en sus cuidados.
Una habitación con vista al campo
Una investigación publicada por primera vez en el año 1984, halló que los pacientes hospitalizados que se recuperaban de una cirugía, tomaban menos analgésicos y presentaban una recuperación más corta si además tenían una habitación con vista a ambientes naturales.
Otra investigación en la que se analizaba los hábitos de encierro de coronavirus, descubrió que las personas que pasaban tiempo en entornos naturales informaban de menos depresión, estrés y ansiedad.
La consulta clínica de Mechelli, en Reino Unido, se enfoca en terapias de intervención temprana y con frecuencia trabaja con jóvenes. El experto como solución, le sugiere a sus pacientes que salgan a pasear para mirar las plantas y los árboles que crecen en la ciudad, y la fauna que corre y vuela en esos espacios.
El investigador aseguró que, esta terapia no tiene efectos secundarios. Que es algo que la persona puede probar, y no tiene nada que perder.