En las últimas estadísticas del INE español, en el grupo de personas con edades comprendidas entre 15 y 29 años. El suicidio se cuenta como la primera causa de muerte no natural; inclusive se encuentra ubicado por encima de los accidentes de autos. El número de suicidios es espeluznante, y hasta ha ocurrido un incremento de un 30 % en adolescentes durante el primer año de la pandemia por covid-19.
Una voz se levanta para evitar el aumento en el número de suicidios en adolescentes
La reconocida periodista María de Quesada acaba de publicar su libro “La niña amarilla”. A través del cual pretende dar voz a más de veinte historias, incluyendo su propia experiencia. Historias que se ocultan detrás del estigma y el tabú que envuelve una terrible realidad; con la idea de evitar el aumento en el número de suicidios entre los jóvenes.
La autora aseguró que por medio de estas experiencias personales desea que aprendamos a abrirnos y a comunicarnos de una mejor manera; y a compartir nuestros sentimientos, debido a que se trata del primer paso que debemos dar para salvarnos cuando nos encontramos frente a pensamientos suicidas.
Por su parte, la OMS (Organización Mundial de la Salud), a partir del año 2000, contradiciendo todo lo que se había recomendado antes para evitar el llamado “efecto contagio”; comenzó a apostar por tratar y hablar sobre el suicidio desde un enfoque preventivo.
En este sentido, Quesada señala que si no se habla del suicidio sería más difícil su prevención. Debemos hablar de suicidio, pero con mucha responsabilidad y respeto.
El número de suicidios entre los jóvenes ha aumentado posiblemente por problemas de comunicación
La autora del libro señaló que ciertamente, la etapa de la adolescencia es una etapa de mucha vulnerabilidad; es en ese momento cuando se comienza a aprender quiénes somos y a enfrentarnos a la toma de decisiones que nos conllevarán a la madurez. Justamente, en esa etapa se encuentran una serie de factores. En mi caso particularmente, muchas de las razones que me condujeron al intento de suicidio aparecieron en mi adolescencia. Se trata de un momento muy delicado y sensible, es en ese período cuando se corta la comunicación con los seres queridos, con la familia. Y es precisamente cuando más se necesita de su compañía para poder expresarnos y decir cómo nos sentimos.
Momentos de mucho riesgo para la juventud
Desafortunadamente, en la realidad que vivimos actualmente hay mayor cantidad de riesgos para los jóvenes que en años anteriores. Recientemente, The Wall Street Journal publicó un estudio interno de la compañía Facebook, acerca de una de sus redes sociales: Instagram y sus efectos sobre la salud mental de los adolescentes.
Allí se pudo encontrar una serie de resultados espeluznantes como que los chicos señalan a Instagram como la causa principal del incremento en las cifras de jóvenes ansiosos y deprimidos. Inclusive, un 6 % de jovencitos de Estados Unidos y un 13 % de adolescentes del Reino Unido, dijeron que existe una relación estrecha entre el tiempo que le dedican a la aplicación y sus pensamientos suicidas.
Los gobiernos deben implementar programas de prevención del suicidio
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud; desde hace muchos años les está recomendando a los gobiernos la implementación de planes y programas de prevención del suicidio como medidas de salud pública. Para la contención de esos números, que realmente son alarmantes.
Sin embargo, en Australia, Japón, Canadá, Reino Unido o en las naciones nórdicas, ya se lleva varios años trabajando el tema. Mientras que en España ciertas regiones autónomas han comenzado a hacer cosas al respecto, aunque no se cuenta con un plan integral.
Ciertamente, para tratarse de un problema tan delicado como el suicidio, donde se presentan tal cantidad de causas; se requiere que también las soluciones provengan de distintas áreas. Tanto la sanidad, la educación, los medios de comunicación y las fuerzas de seguridad; se deben conjugar para poner en acción a toda la sociedad y que seamos conscientes de la problemática que existe para poder ayudar realmente a que las estadísticas bajen, reclamó Quesada.
Números telefónicos de líneas que ayudan contra la acción del suicidio
- Números de emergencias: 112 o 061
- Número de teléfono de la Esperanza: 717.003.717
- Números de teléfonos contra el suicidio: Madrid, 910.380.600 – Barcelona, 900.925.555