Las placas tectónicas son fragmentos de la litosfera que se mueven y colisionan bajo la superficie de nuestro planeta. Trayendo como consecuencia que la corteza de la Tierra se “combe” y nazcan cordilleras como el Himalaya, el cual se formó cuando Asia e India impactaron hace 55 millones de años.
Existen pocas placas tectónicas principales, pero hay docenas secundarias
Hay solo un puñado de placas tectónicas principales, pero docenas secundarias en el planeta. Seis de las placas principales llevan el nombre del continente en el que están. Como la Placa Africana, la Placa Norteamericana o la Placa Antártida.
Mientras que las placas secundarias son de menor tamaño, pero no menos importantes en cuanto a su influencia en la estructura de la Tierra. Por ejemplo, la pequeña placa Juan de Fuca, es la responsable de los volcanes regados por la región del Pacífico Noroeste de los Estados Unidos.
En el caso de España, la placa ibérica es la responsable de la geografía de ese país. Y se encuentra localizada al norte de la Placa Africana y soldada a la Placa Europea.
En conjunto, las placas conforman la litosfera, la capa superficial del planeta (compuesta por la corteza y la parte superior del manto). Las corrientes de las piedras más blandas que se encuentran abajo de las placas tectónicas, las impulsan como si se tratara de una cinta transportadora descompuesta. La actividad geológica es producida por la interacción de las placas cuando estas se separan o se acercan.
¿Cuáles son los límites de las placas tectónicas?
El movimiento de las placas genera tres clases de límites tectónicos, a saber: límites convergentes, en los cuales las placas se acercan unas a otras. Límites divergentes, en el que las placas se separan. Y límites transformantes, en los que las placas se mueven de lado en relación unas con otras placas.
Límites convergentes. En el momento en que las placas colisionan, la corteza se “comba” para formar las cordilleras. Asia e India impactaron hace cincuenta y cinco millones de años, haciendo que lentamente se formara el Himalaya, el sistema de montañas más alto de la Tierra. Mientras el choque sigue, las montañas se elevan cada vez más. El monte Everest, el pico más alto del planeta, podría ser en los próximos años un poquito más alto que hoy, por ejemplo.
Estos límites convergentes también están presentes cuando una placa oceánica se hunde bajo la placa continental en un proceso denominado subducción. Que es cuando la placa superior se eleva, además se forman sistemas de montañas. Por otro lado, la placa inferior se derrite y a menudo sale a borbotones por medio de erupciones volcánicas como las que fueron responsables de formar algunas de las montañas de la Cordillera los Andes, en América del Sur.
En el momento en que una placa se hunde bajo otra placa, es cuando suelen formarse zanjas como la Fosa de las Marianas, localizada en el océano Pacífico Norte, conocido como el punto más profundo del planeta. Esta clase de colisiones además provocan la formación de volcanes submarinos que pueden llegar a transformarse en arcos insulares, como es el caso de Japón.
En cuanto a los límites divergentes y transformantes y la separación de las placas
En cuanto a los límites divergentes de los océanos el magna surge en la superficie proveniente de las profundidades del manto de la Tierra, con lo que separa dos o más placas y renueva el fondo oceánico. De este modo, volcanes y montañas se elevan por esta grieta. Una sola y única dorsal oceánica; es decir, una elevación submarina, conecta los océanos, llevándola a ser el sistema montañoso más largo del planeta.
Límites divergentes terrestres. Depresiones tan profundas como el Gran Valle del Rift, son formadas en tierra donde se separan las placas. Si las placas siguen dividiéndose, posiblemente en millones de años la región del oriente de África se separará del continente africano y formará una nueva masa continental. De esta manera, una dorsal marcaría la separación entre esas placas tectónicas.
Por otro lado, existen los límites transformantes. La Falla de San Andrés es un claro ejemplo de ello. En este caso dos placas friccionan la una con la otra a lo largo de fallas de desgarre. Dichos límites no forman espectaculares fenómenos como océanos o montañas. Sin embargo, pueden ocasionar terremotos como el ocurrido en el año 1906 que destruyó por completo la ciudad de San Francisco en los Estados Unidos.
El caso de la Placa Ibérica
La península ibérica es la sección emergida de una vieja placa tectónica, la Placa Ibérica. La configuración geológica de esta, de acuerdo con una investigación del Instituto Minero de España y la Sociedad Geológica de España, es el resultado de las interacciones entre 2 placas mayores: la Placa Europea y la Placa Africana. Que se produjo durante el denominado ciclo Alpino.
Los Pirineos resultaron de la colisión entre las placas continentales de Europa y de Iberia. Y la Cadena Costera Catalana y la Cordillera Ibérica muestran el acercamiento entre la Placa Ibérica y la Placa Africana,
Mientras que la Cuenca del Ebro es la depresión que está entre la Cordillera Ibérica, la Cordillera Pirenaica y la Cadena Costera. Y almacenó entre sus sedimentos el registro de los principales eventos que se dieron durante la formación de las cadenas de montañas que la rodean, de acuerdo con los datos manejados por el Instituto Geográfico de Cataluña.
Hacia el levante de España, el Sistema Mediterráneo ha registrado la apertura del Golfo del León y del Surco de Valencia. Este particular contexto ha podido determinar en el pasado, y sigue determinando en el presente, la diversidad geológica tan extraordinaria que caracteriza la península ibérica, su actual situación geográfica y la que tendrá en el futuro.