Las vacunas contra el coronavirus nos traen remembranzas y reviven los enfrentamientos científicos y tecnológicos de la guerra fría. Pues, existe una competencia entre los países occidentales con los EE UU a la cabeza y Rusia como el núcleo de lo que fue la Unión Soviética y China en el extremo oriental, como ocurrió a mediados del siglo pasado.
La carrera por ser el primer país en obtener la vacuna fue en verdad una batalla contra el tiempo. Las difíciles condiciones que imponían lo perentorio del desarrollo de la vacuna contra el coronavirus en la busca de frenar los devastadores efectos de esta pandemia.
En este enfrentamiento se destacan inicialmente Rusia con la Sputnik V (vectores adenovirales humanos) del Centro Gamaleya y Estados Unidos con las vacunas contra el coronavirus de las Empresas Moderna (mRNA1273) y Pfizer y BioNTech (Tozinameran, ARNm) de Alemania (requieren dos dosis para completar la inmunidad), y las del Reino Unido de la Universidad de Oxford y AstraZeneca (AZD-1222).
China también concurre con la vacuna contra el coronavirus en fase 4 (BBIBP-CorV) y (Ad5-nCoV) en fase 3.
Almacenamiento y transporte de las vacunas
Los retos científicos y tecnológicos fueron los que demandaron mayores esfuerzos y recursos financieros. Siendo la temperatura de almacenamiento y transporte uno de los que requirieron la mayor atención. Ya que la temperatura es necesaria para mantener la efectividad de la vacuna, dependiendo del tipo de formula y la tecnología empleada puede llegar a requerir cadenas de frío demasiado exigentes.
La vacuna contra el coronavirus más exigente es la de Pfizer y BioNTech. Esta requiere temperaturas de -80 °C, para su conservación, almacenamiento y transporte. Mientras la de Moderna requiere -20 °C. Sin embargo, una vez que se sacan de los congeladores especiales puede permanecer cinco días entre 2 y 8 °C, en una nevera normal.
Se busca una alternativa al problema que representa la conservación de la temperatura (de frío extremo) de la vacuna contra el coronavirus. En dicha búsqueda aparece en el escenario la presentación de la fórmula en polvo liofilizado.
Vacunas contra el coronavirus en América Latina
La América Latina actualmente podemos considerar que es uno de los escenarios donde se evidencia el enfrentamiento entre las grandes potencias por dominar el mercado de las vacunas contra el coronavirus, como punta de lanza para un eventual fortalecimiento geopolítico en esta estratégica región.
Argentina adquirió la vacuna contra el coronavirus producida por Rusia. Mientras tanto, México, Panamá, Costa Rica y Chile hicieron lo propio con la de Pfizer y BioNTech de EE UU y Alemania.
Brasil con los mayores índices de contagio y mortalidad de la región, apostó por la vacuna de China (Coronavac) Sinovac Biotech. De la cual ya ha comprado 10 millones de dosis y Venezuela participó en las pruebas de la fase tres de la vacuna Sputnik V de Rusia y mantiene un convenio con China.