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El azúcar se encuentra presente en todas las cocinas y en mucho de las comidas que consumimos diariamente. Pero, con mayor frecuencia los científicos advierten sobre el gran peligro que representa para la salud de las personas.
El exceso de azúcar puede convertirse en una adicción tan fuerte como la de algunas drogas
En la página web Healthline se señala que, cada vez existen más expertos que aseguran que el exceso de azúcar pudiera ser tan adictivo como ciertas drogas ilegales; y llegar a provocar efectos parecidos en el cerebro humano.
El doctor Alan Greene, especialista en salud y bienestar infantil y creador de libros de alimentación para niños; dice que, la adicción es un término fuerte. Y que en medicina se usa esta palabra para la descripción de una situación trágica; en la que la química del cerebro de una persona se ha alterado para llevarla a repetir una actividad o sustancia a pesar de las terribles consecuencias.
Lo que es completamente distinto al uso casual de adicción para señalar el gusto por un juego, por ejemplo. En su opinión, cada vez existen más pruebas de que demasiado azúcar agregado pudiera llevar a una verdadera adicción, señala Greene.
El azúcar, ¿cómo funciona su adicción?
Cuando comemos azúcar, nuestro organismo libera dopamina y opioides. Es cuando se presenta el vínculo entre el azúcar y el comportamiento adictivo que ella genera.
Se conoce que la dopamina es un neurotransmisor; el cual es una parte fundamental de la fuente confiable del llamado circuito de recompensa, que se encuentra asociado al comportamiento adictivo. En el momento que un determinado comportamiento causa una liberación en exceso de dopamina; se experimenta un “subidón” muy placentero que la persona quiere volver a sentir y, por ende, repetirá ese comportamiento.
En la medida que se repite dicho comportamiento cada vez más, el cerebro hace los ajustes para la liberación de cantidades más pequeñas de dopamina. Por eso, la única manera de sentirse así de drogado es repitiendo el comportamiento en frecuencias y cantidades crecientes. Lo que es conocido como abuso de sustancias.
En este sentido, la fundadora de Healthy Simple Life, Cassie Bjork; asegura que el azúcar puede llegar a ser más adictivo que la cocaína. Afirma que el azúcar puede activar los receptores de opiáceos en el cerebro y llegar a afectar el centro de recompensa; lo que conlleva a un comportamiento compulsivo. Sin que importe las consecuencias dañinas, como dolores de cabeza, aumento de peso, desequilibrio hormonal y más.
La experta dijo que, con cada vez que se ingiere dulces, se están reforzando esas neurovías; esto hace que el cerebro se encuentre cada vez más programado para querer azúcar. Lo que conduce a una tolerancia, como sucede con el resto de las drogas.
Galletas que activan más neuronas en el centro del placer que la cocaína
Un estudio en ratas llevado a cabo por el Connecticut College; demostró que las reconocidas galletas Oreo llegan a activar más neuronas dentro del centro de placer del cerebro de estos animales que la cocaína. Y de la misma forma que las personas, las ratas primero se comen el relleno de las Oreos.
Por su parte, científicos franceses están de acuerdo con que el vínculo casual entre el dulce y las drogas ilegales no solamente produce titulares dramáticos. No solo es verdad, también pudieron determinar que las recompensas que experimenta el cerebro luego del consumo de azúcar; son inclusive más atractivas y gratificantes que los efectos causados por la cocaína.
Greene admitió que las historias en los medios sobre el hecho de que las Oreos son más adictivas que la cocaína pudieron ser un poco exageradas. Sin embargo, no se debe tomar a la ligera el poder del dulce para atraer a los consumidores una y otra vez y para llevarse su salud. Realmente la adicción médica llega a cambiar la química dentro del cerebro para provocar antojo, atracones, sensibilización y síndrome de abstinencia, dijo el experto.
También el dulce es mucho más frecuente, socialmente aceptable y disponible que el alcohol y las anfetaminas, y por esa razón es más difícil que se logre evitar. Entonces, si el azúcar resulta más atractivo que la cocaína, los nutricionistas e investigadores señalan que el dulce tiene propiedades adictivas y se debería consumir menos.