Desde el año 2010 hasta el presente la comunidad científica ha logrado una serie de descubrimientos fascinantes. En los últimos años, científicos de todas partes del mundo han avanzado en la comprensión del cuerpo humano, sobre la comprensión del planeta y del cosmos que nos rodea.
Cada vez la ciencia se muestra mas internacional y colaborativa. Actualmente es más probable que los hallazgos vengan de grupos de tres mil científicos que de grupos de tres.
Uno de los descubrimientos más explosivos, la detección de las primeras ondas gravitacionales
En el año 1916, el genio Albert Einstein planteó que cuando se aceleran objetos con masa suficiente, en ocasiones pueden generar ondas que se desplazan por el tejido del espacio y el tiempo semejante a las olas en la superficie de un estanque.
A pesar de que el brillante científico dudó de su existencia, dichos pliegues espaciotemporales (llamadas ondas gravitacionales), son toda una predicción fundamental de la relatividad y su búsqueda ha logrado cautivar a los investigadores por mucho tiempo.
Durante la década de 1970 aparecieron pistas que sugerían la existencia de las ondas; sin embargo, nadie logró detectarlas de manera directa hasta el año 2015. En ese momento el observatorio LIGO de los Estados Unidos experimentó el temblor de la colisión distante de 2 agujeros negros. En 2016 fue anunciado un descubrimiento que abrió las puertas a una nueva manera de escuchar el cosmos.
Durante 2017, LIGO junto al observatorio Virgo pudieron sentir otra serie de temblores, esta ocasión provocados por la colisión de un par de objetos ultradensos llamados estrellas de neutrones. Telescopios de todas partes del mundo observaron la explosión, lo que llevó al fenómeno a convertirse en el primero observado en ondas gravitacionales y de luz.
Son datos históricos que le han proporcionado a los investigadores una perspectiva sin precedentes del funcionamiento de la gravedad y de la formación de elementos como la plata y el oro.
Descubrimientos fuera de los límites de nuestro planeta, la existencia de miles de exoplanetas
En la década de 2010, el conocimiento humano de los planetas que orbitan estrellas ubicadas a millones de kilómetros de nosotros dio un gran salto. En gran parte debido al telescopio espacial Kepler perteneciente a la NASA.
Entre los años 2009 y 2018, este telescopio logró detectar más de 2.700 exoplanetas confirmados. Más de la mitad del total de la actualidad. Entre los hallazgos de Kepler se encuentra el primer exoplaneta rocoso confirmado hasta ahora.
El telescopio TESS, el sucesor de Kepler, el cual se puso en marcha durante 2018, ha comenzado a escudriñas el firmamento y ya ha logrado confirmar 34 exoplanetas.
Además, se han puesto a andar reconocimientos desde nuestro planeta. Durante 2017, un equipo de científicos anunció el hallazgo de TRAPPIST-1, que es un sistema estelar localizado a tan solo 39 años luz que alberga 7 planetas del tamaño de la Tierra. Se trata de la cantidad encontrada en una estrella que no es el Sol.
Una verdadera revolución en el estudio del universo
La década de 2010 también trajo observaciones significativas que han hecho una revolución en el estudio del universo. Durante 2013, la Agencia Espacial Europea hizo el lanzamiento de Gaia. Un satélite que se encarga de recopilar mediciones de distancia de más de mil millones de estrellas de la Vía Láctea, al igual que datos de velocidad de más de ciento cincuenta millones de estrellas. Este conjunto de datos sirvió para que los científicos crearan una película en 3D de la Vía Láctea, imágenes inéditas de la formación de las galaxias, así como también de los cambios que sufren con el paso del tiempo.
Durante 2018, los investigadores anunciaron la última versión de las mediciones del satélite Planck de la radiación de fondo del universo. La cual contiene pistas determinantes de la estructura, los ingredientes y el ritmo de expansión del cosmos.
La tasa de expansión observada por este satélite difiere de la actual, una posible “crisis en la cosmología”, la cual pudiera exigir la implementación de nuevas leyes físicas. Además, en el año 2018 el Observatorio de la Energía Oscura anunció su primer conjunto de datos, que ayudaría en la búsqueda de patrones ocultos en la estructura del universo.
Y en abril del año 2019, gracias a una iniciativa internacional para observar el núcleo de la galaxia M87, un equipo de investigadores del Telescopio del Horizonte de Sucesos mostró la primera imagen de la silueta de un agujero negro.
Fue detectado el bosón de Higgs
Para responder a la interrogante sobre ¿cómo la materia obtiene masa? En las décadas 1960 y 1970, científicos como François Englert y Peter Higgs propusieron una solución en forma de un campo de energía muy novedoso que impregna el universo, llamado campo de Higgs.
Tal campo teórico contemplaba una partícula fundamental vinculada, llamada bosón de Higgs. En el mes de julio de 2012, años de búsqueda terminaron cuando 2 equipos del Gran Colisionador de Hadrones del CERN hicieron pública la detección del bosón de Higgs.
El hallazgo proporcionó la última pieza que le faltaba al Modelo Estándar, una teoría de mucho éxito, pero incompleta, que habla de 3 de las 4 fuerzas básicas de la física y todas las partículas fundamentales conocidas.
Descubrimientos que llevaron a una década interestelar
Por primera vez en la historia de la humanidad una sonda atravesó el velo entre el Sol y el espacio interestelar, y en la Tierra se recibieron las primeras visitas de objetos que fueron formados en torno a estrellas distantes.
Durante el mes de agosto de 2012, la sonda Voyager 1 perteneciente a la NASA, atravesó la frontera externa de la heliosfera (la burbuja compuesta por partículas cargadas emitidas por el Sol). Luego, la sonda Vayager 2 se le unió a su gemela en el medio interestelar durante noviembre del año 2018 y ha logrado captar datos revolucionarios en su travesía.
Aunque la vía interestelar es de doble sentido. En el mes de octubre de 2017, los astrónomos hicieron el descubrimiento de “Oumuamua”, el primer objeto detectado formado en otro sistema estelar y que ha llegado hasta el nuestro.
Aportes que permitieron la reorganización del árbol genealógico humano
Durante los últimos años se han presenciado muchos descubrimientos que han permitido avanzar en la comprensión de los orígenes de la especie humana. Con cráneos fosilizados completos, nuevas dataciones de fósiles ya identificados y la incorporación de nuevas ramas al árbol genealógico de la humanidad.
Durante 2010, Lee Berger mostró un antepasado distante denominado “Australopithecus sediba”. Pasado 5 años, Berger anunció que el conjunto de cuevas de la Cuna de la Humanidad, localizada en Sudáfrica, poseía los fósiles de una nueva especie: el “Homo naledi”. Un homínido que tenía una anatomía parecida a la de un humano moderno y a la de parientes bastante más lejanos.
Una posterior investigación además reveló que el “H. naledi” es increíblemente reciente, habría existido entre 236.000 y 335.000 años. También en Asia se han dado descubrimientos importantes. En el año 2010, un equipo desveló que el ADN extraído de un hueso meñique de Siberia no se parecía al de ningún otro humano moderno. Pues se trataba nada más y nada menos que de la primera evidencia de un linaje misterioso: el de los denisovanos.
Luego, en el año 2018 se encontraron herramientas de piedra de 2,1 millones de años en yacimiento en China. Lo que vino a confirmar que los fabricantes de herramientas habitaron Asia cientos de miles de años antes de lo que se creía.
Y en el 2019, científicos filipinos anunciaron uno de los descubrimientos más asombrosos, que los fósiles de “Homo luzonensis”, una nueva clase de homínido parecido al “Homo florsiensis”, el hobbit de Flores. En Célebes, el hallazgo de herramientas de piedra anteriores a la llegada del ser humano moderno, señala la presencia de un tercer homínido isleño en la región del Sudeste Asiático.
Descubrimientos que cambiaron el rumbo de una terrible enfermedad
Como respuesta al brote de ébola ocurrido entre 2014 y 2016 en el África Occidental, las autoridades sanitarias y la compañía farmacéutica Merck aceleraron la fabricación de la vacuna experimental contra el ébola, rVSV-ZEBOV. Luego de un ensayo de campo que obtuvo gran éxito durante el 2015, las autoridades de Europa aprobaron la vacuna en el año 2019, representó un hito en la lucha contra esta terrible enfermedad.
Una serie de estudios de referencia han abierto nuevos caminos para prevenir el contagio del VIH. Durante 2011, un ensayo logró demostrar que el consumo preventivo de antirretrovirales minimizó en gran medida el contagio de VIH entre grupos heterosexuales, un descubrimiento confirmado en investigaciones de seguimiento hecho con parejas del mismo sexo.
Se extienden las fronteras reproductivas
Durante el 2016, un grupo de médicos anunció el nacimiento de un niño con 3 progenitores a partir del esperma del padre, el ovulo de una persona donante al que extrajeron el núcleo y el núcleo celular de la madre. Esta terapia está dirigida a corregir las enfermedades de las mitocondrias maternas.
Una investigación de 2018, creo los precursores de los óvulos y del esperma humanos a partir de células sanguíneas y cutáneas reprogramadas. Mientras que otro estudio logró demostrar que la edición genética permitía que un par de ratones del mismo sexo pudieran concebir crías.
Y en el año 2018, un grupo de científicos chinos publicó sobre el nacimiento de dos macacos clonados. Se trató de la primera vez que se clonaba un primate a través de la técnica que se utilizó con la oveja Dolly.
El clima está haciendo sonar más alto sus alarmas
En los últimos años uno de los descubrimientos más peligrosos fue que el dióxido de carbono en la atmosfera ha alcanzado niveles nunca antes vistos, con temperaturas que rompen récords. Durante el 9 de mayo de 2013, por primera vez en la historia de la humanidad los niveles mundiales de CO2 llegaron a 400 partes por millón. Y para 2016, los niveles de CO2 se encontraron de manera constante por encima de este nivel. Por ende, el planeta sufrió un repunte del calentamiento, con 2015, 2016, 2017, 2018 y el año 2019 como los 5 años más cálidos que se han registrado desde 1880.
Mientras que desde el 2014 el calentamiento marino dio origen a un fenómeno mundial de blanqueo de corales. Corales de todas partes sufrieron las consecuencias, hasta en algunas secciones de la Gran Barrera de Coral. Durante 2019, Australia declaró la extinción de los roedores “Melomys” de la isla de Bramble Cay, debido al aumento del nivel del mar. Se trata del primer mamífero que se conozca que desaparece provocado por el cambio climático.
En varios informes, científicos de todo el planeta llamaron fuertemente la atención sobre el clima alterado de la Tierra. Durante 2015, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático hizo público su quinto informe sobre la realidad del cambio climático y sus graves consecuencias.
Durante 2016, las naciones del mundo negociaron el Acuerdo de Paris, un tratado internacional que busca limitar el calentamiento a dos grados Celsius, que para muchos científicos es un umbral peligroso. Y en octubre de 2018, el IPCC publicó otro documento nefasto que describía los costes que representaba un calentamiento de 1,5 grados Celsius para 2100, el mínimo posible que sufrirá la Tierra.
La nueva definición de kilogramo y la constante de Planck
Para entender el mundo de la naturaleza, los científicos deben medirlo. Y para definir las unidades, por décadas los expertos han reducido de manera gradual las unidades clásicas partiendo de constantes universales, como utilizar la velocidad de la luz para la definición de la longitud de un metro.
Sin embargo, la unidad científica de masa (el kilogramo) continuaba vinculada al “Le Grand K”, un cilindro de metal almacenado en Francia. Si la masa contenida en ese cilindro llegaba a variar por la razón que fuera, los científicos tenían que recalibrar su instrumental.
En el 2019, los científicos se pusieron de acuerdo en adoptar una nueva definición de kilogramo fundamentada en un factor determinante de la física denominada constante de Planck y las definiciones mejoradas de las unidades de temperatura, corriente eléctrica y la cantidad de partículas de una sustancia determinada. Es la primera que todas las unidades científicas derivan de constantes universales, lo que permitirá una era de mediciones mucho más exactas.