Antes de iniciar los Juegos Olímpicos Tokio 2020, Japón estaba inseguro de continuar con su organización; ya que, sería una labor muy arriesgada exponer a miles de atletas, equipos de trabajo.
Tomar en cuenta la asistencia de los medios de comunicación y todo esto en medio de una pandemia. Lo que podría resultar en una nueva cepa, si no se toman las precauciones y medidas de bioseguridad pertinentes.
Más de 50.000 personas en Tokio 2020
Sin embargo, mientras que Tokio 2020 se termina, los números de infectados incluyendo todo el sistema olímpico; sitios de hospedaje para los atletas y los centros de medios donde se encontraban gran parte de los asistentes de los Juegos, tienen una perspectiva diferente.
Algunos expertos y organizadores, aseguran que, una pequeña minoría de los involucrados se ha visto infectado. Más de 50.000 personas, han formado parte de este experimento, el más grande de este modelo desde que inicio la pandemia, pues resultó mejor de lo previsto.
Aseguró el investigador principal de la Universidad de Tokio, Kei Sato. Antes de las olimpiadas, creí que las personas de diferentes partes del mundo, llegarían a Japón con miles de variantes, lo que sería un caos infinito de virus y hasta nacerían nuevas variantes.
Se tomaron las medidas correctas en Tokio 2020
Una de las principales causas por las cuales la tasa de infección se vio muy baja, fue porque más del 70% de los organizadores, atletas y medios de comunicación; contaban con un historial de vacunación y continuaban con el distanciamiento social durante las competiciones de Tokio 2020. Incluyendo una barra para los espectadores nacionales e internacionales y realizándose diariamente sus respectivas pruebas.
Los coordinadores de los Juegos Olímpicos no determinarían alguna otra medida de bioseguridad más eficaz. Aseguró el asesor principal sobre la burbuja de prevención, Brian McCloskey.
Está distribuido en forma de paquete, que sirve y ayuda a la eficacia de la prevención. Será un mensaje que se mantendrá después de la culminación de los Juegos y continuará siendo un recado.
Los coordinadores de las olimpíadas enumeraron 404 como total de infectados, desde el 1 de julio hasta la actualidad. Donde se llevaron a cabo casi 600.000 pruebas. La tasa de infección fue de 0,02% según los registros.
Una verdadera burbuja
La prevención dentro de la burbuja, hacía un fuerte contraste con la realidad afuera de ella. El incremento de las infecciones, providentes de la variante Delta, lamentablemente batió récords diariamente hasta la fecha. Por primera vez en Tokio más de 5.000 personas infectadas estuvieron amenazando con importunar todos los hospitales.
En medio de esta burbuja, los medios de comunicación y sus reporteros estuvieron en una cuarentena que duró al rededor dos semanas. Estos tenían las obligaciones de reportar su temperatura y su condición de salud diariamente.
También tuvieron que descargar una app de monitoreo de contactos. Por medidas de seguridad, se les prohibió el uso de transporte público y continuamente debían tener sus mascarillas en todo momento.
En estos Juegos se contó con la presencia de más de 10.000 competidores
Más de 10.000 atletas se hospedaron en los Juegos, incluso a veces dos por habitación. Por fortuna para todos, no hubo casos de coronavirus peligrosos en la villa de los Juegos. Aseguró McCloskey.
Es importante seguir realizando más investigaciones, actualmente la idea de los expertos, es que los casos de infecciones vienen por parte de los visitantes extranjeros que están en la burbuja preventiva, y no ocurrieron localmente. Dijo McCloskey.
McCloskey como porta voz Yoshihide Suga, el primer ministro japonés. Apoyando así, que no pensaron que las olimpíadas ayudaran a contribuir con el incremento de los casos por Covid-19 en Tokio.
Cuando alguien se acercaba más a los atletas, entre los visitantes extranjeros y los atletas locales, era ahí, en esa interacción donde más los ponían a prueba. Esta protección, entre el vínculo internacional y la comunidad japonesa, era lo que nos daba la confianza para poder continuar con la labor, y asegurar que no hubo transmisión por parte de los dos.
Dijo McCloskey. El registro de salud recopilado mientras transcurrían las dos semanas de las olimpíadas, inclusive dentro de la villa de los atletas, se estudiarían y publicarían con el objetivo de que los demás países pudieran usar esta información para planificar sus acciones ante el coronavirus y ayudar en su situación de salud.