El oído es una parte muy importante para el desarrollo, la comprensión y el desenvolvimiento de los seres vivos; por tanto, cuando existen irregularidades en la audición no se deben pasar por alto las señales. Los problemas auditivos pueden abarcar distintos niveles de gravedad y pueden referirse a diferentes problemas tales como los zumbidos o alguna pérdida auditiva.
Tanto la pérdida auditiva como los zumbidos en los oídos, llamados médicamente acúfenos, pueden manifestarse solos o producirse a la misma vez. Asimismo, estos problemas podrían desaparecer en la persona durante un determinado lapso de tiempo o lamentablemente, permanecer toda la vida en el paciente.
Además, los problemas auditivos logran afectar la calidad de vida de una persona y es importante que se le brinde la atención medica correspondiente ante cualquier situación que perturbe la capacidad auditiva de una persona. La exposición al ruido, algunos accidentes, ciertas condiciones médicas o tratamientos pueden provocar daños en la audición.
¿Cuáles son los tipos de problemas auditivos?
El oído se encuentra formado por tres partes esenciales, como lo son el oído externo, el oído medio y el oído interno. Cuando una o más partes del oído presentan algún tipo de daño se estará ante la presencia de problemas auditivos.
En el caso de una pérdida auditiva existen principalmente dos tipos de problemas, la pérdida auditiva conductiva y la pérdida auditiva neurosensorial. En el primer tipo se habla de un bloqueo en el oído externo o también, en el oído medio; este obstáculo puede ser ocasionado por cera acumulada o alguna infección de oído y tiene la posibilidad de remediarse con tratamiento.
La pérdida auditiva neurosensorial se basa en algún daño del oído interno o al nervio que hace la conexión del oído al cerebro. Este nervio es el que se conoce como nervio auditivo, en ambos casos los daños ocurridos a menudo no pueden ser remediados, por lo cual, duran para toda la vida en el paciente.
En cuanto a los acúfenos, también se encuentran dos tipos principales de problemas, los subjetivos y los objetivos. Cuando se trata de zumbidos, silbidos, murmullos u otros sonidos que solo la persona afectada puede oír se denominan acúfenos subjetivos; si el médico puede escuchar estos mismos sonidos oídos por el paciente se está ante los acúfenos objetivos.
Envejecer conlleva un proceso de degeneración
Durante la fase de envejecimiento presente en el ser humano, sobre todo si ha estado expuesto a ruidos intensos de una manera constante, se puede desarrollar una pérdida en la capacidad auditiva de forma gradual denominada presbiacusia. Esta es causada por la muerte de células ciliadas que forman parte del oído interno, las encargadas de convertir las vibraciones en señales cerebrales.
La Fundación para la Salud Auditiva, una organización ubicada en Nueva York y dedicada a la investigación, señala que las células ciliadas no se pueden regenerar; dificultando así en la persona poder reconocer ciertos sonidos o escuchar claramente alguna conversación.
Aun cuando no es posible la reparación de estas células, se pueden llegar a prevenir pérdidas mayores al evitar exponerse a ruidos fuertes. Cualquier sonido mayor a 85 decibeles causa que la persona este ante una situación de riesgo; por lo que es mejor tomar precauciones al respecto como seleccionar un volumen moderado al usar los reproductores de música.