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Ayunar y consumir menos calorías puede tener como beneficio una mayor longevidad. Un análisis de 1.000 ratones genéticamente diversos sometidos a diversas formas de restricción calórica y ayuno intermitente muestra que los posibles beneficios de estas intervenciones son más complejos de lo que se pensaba anteriormente.
¿Qué pasa sí comemos menos calorías?
Consumir menos calorías puede conllevar a una vida más larga. Recientemente se ha debatido mucho sobre esta idea, pero puede ser mucho más compleja de lo que se pensaba anteriormente y la genética jugará un papel importante. Esto se explica por un amplio estudio realizado con casi 1.000 ratones genéticamente diversos y publicado el miércoles en la revista científica Nature. Aunque se ha demostrado que la restricción calórica prolonga la vida de todos los roedores, los efectos sobre su salud no siempre son los mismos. Estos hallazgos aportan matices, detalles y nuevos conocimientos sobre la compleja relación entre dieta y longevidad.
La restricción de calorías empezó a minimizar la longevidad de los roedores en el año 1930. Desde entonces, se ha demostrado que la restricción calórica extiende la vida útil de muchas otras criaturas, desde gusanos hasta monos, aunque sólo modestamente, y se ha convertido en el Santo Grial de la eterna juventud. Pero detrás de esos ruidosos titulares hay matices. A principios de la década de 2010, quedó claro que no todos los grupos genéticos se beneficiaban por igual de esta restricción, continuó Churchill. Fue entonces cuando empezó a desarrollar la investigación que ahora comienza.
El estudio actual quería probar hasta qué punto la genética podría influir en los resultados, por lo que sometió a 960 ratones hembra genéticamente diversos a cinco intervenciones diferentes. Algunos tendrán una dieta normal; otros reducción del 20 % de calorías; y luego el 40 %. Se sometió a dos grupos de ratones a un ayuno intermitente, en el que los ratones no comieron durante uno o dos días consecutivos cada semana. Luego, los autores recopilaron datos de aproximadamente 200 evaluaciones sobre características inmunes, sanguíneas, metabólicas, funcionales y de comportamiento. Y los vencieron. Así descubrieron que la restricción dietética aumentaba la esperanza de vida general de los ratones.
Dietas con menos calorías
Incluso las personas que seguían las dietas más estrictas redujeron su ingesta habitual de alimentos en un 40 %, lo que sorprendió a los investigadores. Esta es una restricción extrema. Pero no había señales de que algo estuviera mal, excepto que las ratas eran más pequeñas de lo habitual. Los investigadores también descubrieron que el impacto de la restricción calórica en la esperanza de vida depende no sólo del tipo de dieta sino también de la edad de los ratones, su origen genético e incluso su capacidad para comer. Hacer dieta y no perder peso puede resultar frustrarte para millones de personas, pero en ratones se ha demostrado que está asociado con una mayor longevidad.
Los animales que son capaces de mantener altos niveles de grasa y glucosa en su cuerpo viven más tiempo. Supongo que estos animales tienen inmunidad innata, explicó Churchill. Estas intervenciones provocan estrés y los animales que pierden peso muestran una respuesta negativa a esta dieta. En este sentido, la dieta simplemente revela algo sobre la naturaleza del animal, añadió. Otro caso en el que más grasa parece tener un efecto protector se produce en roedores mayores. Varios mamíferos empiezan a bajar de peso a una edad avanzada.
A veces es una señal de que la persona padece algún tipo de enfermedad, pero otras veces es simplemente un simple proceso de desgaste que hace que una persona mayor sienta que se está consumiendo poco a poco. Nos pasa a los humanos y a los ratones, señaló el genetista, comenzaron a perder peso unas semanas antes de morir. La capacidad de mantener una obesidad por encima de lo normal en la vejez es una señal de que se mantienen sanos. Intuitivamente pensamos que una dieta estricta puede aumentar la longevidad, principalmente mejorando la salud cardiovascular.
Restricción calórica
Pero es un proceso más complicado. En este estudio, confirmaron que las reducciones en la grasa corporal y el azúcar en sangre no necesariamente se correlacionan con una mayor longevidad. Esto significa que los ratones vivieron más no porque no tuvieran el problema de sobrepeso. Hay algo más que aún no se ha analizado. Hay algunas buenas teorías sobre esto, reflexionó Churchill. Por ejemplo, la restricción calórica altera la función interna de las células al mejorar el reciclaje celular y la autofagia.
Este término, que literalmente significa comerse a sí mismo, se utiliza para explicar el proceso mediante el cual las células queman componentes no deseados o dañados para producir energía. Esto servirá para limpiar nuestro organismo a nivel celular. Existe mucha literatura científica que sugiere que la autofagia puede prolongar la vida. Este no es el caso en este análisis. Podemos sospecharlo, pero no hemos realizado ningún estudio a nivel molecular, explica Churchill. Este experto fue muy cuidadoso al trasladar sus hallazgos en ratones al ámbito médico.
Actualmente, los estudios en humanos sobre la restricción calórica y el ayuno intermitente se han centrado en los efectos sobre el metabolismo. Estos son importantes, pero no creo que veamos evidencia en el corto plazo de que estas dietas prolonguen la vida humana, lamentó. Un metaanálisis de 2021 de la literatura científica disponible publicado en la revista Science muestra que, a pesar de numerosos estudios en animales, no es posible concluir si las dietas restringidas en calorías afectan o no el proceso de envejecimiento biológico de las personas. Marina García Macia, bióloga del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Salamanca, dio positivo por el análisis pero no lo realizó. Él cree que se trata de un gran estudio longitudinal con algunos hallazgos nuevos.
Restricciones dietéticas
Apreció la gran cantidad de roedores utilizados y el hecho de que fueran hembras. Hace una década, los Institutos Nacionales de Salud NIH de EEUU comenzaron a recomendar la igualdad de género en ratones utilizados en experimentos porque en algunas áreas, como la investigación del dolor, esta tasa es de alrededor del 80 %. Los resultados arrojados de este estudio son numerosos, en ocasiones algo contradictorios y otras veces contraintuitivos.
En cualquier caso, son consistentes con la literatura científica previa, pero limitan y apagan el entusiasmo de algunos de los mantras que se han ido repitiendo a lo largo de los años. Las restricciones dietéticas pueden tener una clara correlación con la longevidad. Aunque esta relación es mucho más compleja de lo que se pensaba anteriormente.
Blanco coincide con esta visión y se pregunta cómo se valora la ciencia en el mundo académico y periodístico. Creo que sería más prudente no sacar conclusiones demasiado obvias, afirmó. Estamos acostumbrados a que todo parezca positivo. Parece que con mi idea todos podremos curar la enfermedad X. Pero la realidad es diferente. Hay datos positivos y negativos en la investigación, es mejor enseñar y pensar las cosas.