La NASA lanzó la misión Crew-5 perteneciente a la empresa SpaceX, a la Estación Espacial Internacional (ISS), el pasado miércoles 5 de octubre; desde el Centro Espacial Kennedy en la Florida, EEUU.
Crew-5 empieza su misión científica en la ISS
En la misión Crew-5 viajan a la Estación Espacial Internacional (ISS), los astronautas de la NASA Nicole Mann y Josh Cassada, el astronauta de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) Koichi Wakata y la cosmonauta de la agencia rusa Roscosmos, Anna Kikina. Su destino es el laboratorio orbital para cumplir una misión científica que durará seis meses.
A continuación, se mencionan detalles sobre una parte de la ciencia en la que la tripulación de la misión Crew-5 trabajará durante todo ese tiempo.
Con cada respiración
Los astronautas sufren cambios en sus sistemas respiratorio, cardiovascular y musculoesquelético durante el viaje espacial. Dichos cambios podrían representar un desafío en futuras misiones de larga duración. Particularmente, en aquellas en las que los tripulantes se topan con distintos niveles de gravedad y cuentan con una asistencia médica inmediata bastante limitada.
La investigación CARDIOBREATH, perteneciente a la Agencia Espacial Canadiense, CSA. Se encarga de examinar el desacondicionamiento del sistema cartdiorespiratorio y la forma en que afecta el control de la presión arterial.
Los integrantes de la tripulación utilizan una camisa Bio-Monitor personalizada, la cual puede rastrear la frecuencia cardiaca, la frecuencia respiratoria, la presión arterial y el nivel de actividad antes, durante y luego del ejercicio.
Luego los resultados son comparados con las mediciones hechas antes y después de las misiones de la tripulación.
Los hallazgos podrían brindar información acerca del cómo se adapta el control de la presión arterial y ayudar a los científicos con el desarrollo de formas de mantener a los astronautas más saludables en el espacio.
Ciertos cambios en el organismo que se presentan durante los vuelos espaciales son parecidos a los que se presentan en los seres humanos con el proceso de envejecimiento que experimentan en la Tierra. Este estudio además puede ayudar a mejorar la salud de las personas con edades avanzadas en todo el mundo.
La misión Crew-5 y la construcción de un corazón que late
Está demostrado que las cardiopatías representan la principal causa de muerte en EEUU. El cultivo de células cardíacas humanas les sirve a los científicos a investigar sobre las enfermedades cardíacas y a probar nuevos tratamientos farmacológicos.
En microgravedad, las células son capaces de crecer en cultivos en tercera dimensión o 3D, con mejor propiedades y estructura que los cultivos de segunda dimensión o 2D cultivados en nuestro planeta.
En una anterior investigación, MVP Cell-03, científicos cultivaron con mucho éxito células cardíacas en la estación y las trajeron a la Tierra para continuar con su análisis.
Por su parte, el proyecto ÁGUILA, se encarga de analizar cómo el vuelo espacial llega a impactar características de las células del músculo del corazón provenientes de las células de vástago, siguiendo con los esfuerzos por lograr un modelo funcional del corazón en 3D construido con tejido que los científicos puedan usar para probar nuevos medicamentos.
Esta investigación es una de varias que están siendo patrocinadas por la Fundación Nacional de Ciencia y está a punto de viajar con la NASA a la estación espacial este mismo otoño en la misión comercial CRS-18 de Northrop Grumman de servicios contratados de reabastecimiento.
Escasez de órganos para el trasplante
La instalación de BioFabrication (BFF) mejorada regresa a la estación espacial con el lanzamiento de la misión CRS-18 perteneciente a Northrop Grumman. Durante su primer viaje espacial en el año 2019, la BioFabrication imprimió con total éxito parte de un menisco de la rodilla humana. Además de una gran cantidad de células humanas del corazón.
La escasez de órganos para el trasplante se traduce en el hecho de que muchos potenciales recipientes mueren antes de que uno llegue a estar disponible. La microgravedad permite la impresión de muestras de tejidos con una mejor calidad que aquí en nuestro planeta.
Además, las tecnologías de bioimpresión en tercera dimensión podrían servir para aliviar la escasez de órganos con la impresión de órganos y tejidos de reemplazo para trasplantes.
De acuerdo con Aaron Rogers de Redwire, responsable del desarrollo de la BFF; las mejoras ofrecen la capacidad de controlar la temperatura de los cabezales de impresión. El experto dijo que, muchas tintas biológicas son termosensibles y hasta algunas llegan a solidificarse a temperaturas más elevadas.
Sin embargo, con los nuevos cabezales de impresión enfriados de la BioFabrication, no se necesita más tomar eso en consideración al tener que desarrollar nuevas fórmulas. Rogers aseguró que, estos próximos estudios usarán las nuevas formulaciones que no eran posibles en la configuración pasada.
Las BFF Cardiac y BFF-Meniscus-2
Esos estudios incluyen la BFF Cardiac y la BFF-Meniscus-2.
BFF Cardiac se encarga del análisis de muestras de tejido cardíaco impreso en tercera dimensión. Los resultados podrían servir para que avancen las tecnologías para la reproducción de órganos y tejidos para trasplante. Además de bioimprimir medicamentos y alimentos en demanda.
BFF-Meniscus-2, se encarga de evaluar las características biomecánicas del tejido de cartílago de la rodilla impreso en 3D. Las lesiones musculoesqueléticas, donde está incluida la rotura de menisco, representan un problema de salud muy significativo en el ejército de los Estados Unidos.
A este respecto Rogers dijo que, el progreso en la ingeniería del tejido es constante y en la actualidad se están superando los problemas y las trabas a medida que se van presentando. Y que, con cada nueva solución, se van acercando cada vez más a la promesa de los órganos y tejidos diseñados en 3D para trasplantes.