Esta fue la planificación que hizo la NASA para el recibimiento de la muestra de asteroide a bordo de la nave espacial OSIRIS-REx ocurrido el domingo 24 de septiembre.
La nave espacial OSIRIS-REx perteneciente a la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), es la primera misión de Estados Unidos que recolectó una muestra de un asteroide, la nave regresó a nuestro planeta a primeras horas del pasado domingo con material del asteroide Bennu. OSIRIS-REx llegó y liberó la cápsula de muestra a través de un aterrizaje seguro que se llevó a cabo en el desierto de Utah (EEUU).
Cómo se recibió la primera muestra de asteroide de la NASA y la más grande nunca antes recolectada en el espacio
Así fue como se llevó a cabo la entrega de muestras de asteroides traídas por la nave espacial OSIRIS-REx. Bien temprano en la mañana del domingo 24 de septiembre de 2023, la cápsula de muestra de la nave espacial se hallaba cara a cara con la atmósfera de nuestro planeta por primera vez desde que fue lanzada esta misión en el año 2016.
Se recibieron a bordo de la cápsula 8,8 onzas (250 gramos) de material rocoso que fue recolectado de la superficie del asteroide Bennu en 2020. Y es que se trata de la primera muestra de asteroide de la agencia espacial estadounidense y la más grande nunca antes recolectada en el espacio.
Se programó que cuando se acercara a la Tierra, la nave espacial OSIRIS-REx no disminuiría su velocidad mientras deje caer la muestra. En cambio, en el momento en que alcance 63.000 millas o 102 kilómetros sobre la superficie de nuestro planeta (alrededor de un tercio de la distancia que existe entre la Tierra y la Luna), un mensaje de los operadores en tierra servirá para activar la liberación de la cápsula y el aparato será enviado girando hacia la atmósfera.
Luego de dejar la muestra en la superficie terrestre la OSIRIS-REx regresará al espacio con otro nombre
Luego, al pasar 20 minutos después del descenso, la nave espacial OSIRIS-REx encenderá sus propulsores para ser desviada más allá de la Tierra hacia el asteroide Apophis, allí continuará estudiando nuestro sistema solar, pero recibirá un nuevo nombre, será la OSIRIS-APEX o OSIRIS-Apophis Explorer.
Entre tanto, luego de viajar por el espacio durante 4 horas, la cápsula perforaría la atmósfera de nuestro planeta a las 8:42 am MDT (10:42 am EDT), viajando a una velocidad de 27.650 millas por horas o 44.500 kilómetros por horas. A este ritmo, la compresión de la atmósfera de la Tierra produce suficiente energía como para envolver la cápsula en una bola de fuego sobrecalentada.
Un escudo térmico debió ayudar a regular la temperatura dentro de la cápsula, manteniendo de esa manera la muestra segura a una temperatura parecida a la temperatura de la superficie del asteroide Bennu.
El aterrizaje de la muestra desde la nave espacial OSORIS-REx hasta la superficie terrestre
Los paracaídas servirán para llevar el descenso de la cápsula a una velocidad de aterrizaje segura. Un paracaídas que fue diseñado para brindar una transición estable a velocidades subsónicas se debe desplegar primero, alrededor de dos minutos después de que la cápsula entre en la atmósfera.
Luego de 6 minutos, aproximadamente a 1,6 kilómetros o una milla sobre el desierto, debió ser desplegado el paracaídas principal, que se encarga de transportar la cápsula el resto de la trayectoria hasta un área de 58 kilómetros por 14 kilómetros, es decir, 36 millas por 85 millas, en el campo militar. En el instante del aterrizaje, la cápsula debió haber disminuido su velocidad a unos 18 kilómetros por hora, 11 mph.
Por último, apenas unos trece minutos después de entrar en la atmósfera, la cápsula debió estar en nuestro planeta por primera vez en siete años, allí debió esperar hasta que llegara el equipo de recuperación de la cápsula.
El viaje hasta el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston
Aproximadamente 20 minutos antes de que la cápsula aterrizara, cuando aún se encontraba muy por encima del velo de la atmósfera de la Tierra, el equipo de campo de recuperación abordó 4 helicópteros y se adentró en el desierto.
El brillo infrarrojo de la firma térmica de la cápsula debió ser rastreado por los instrumentos térmicos hasta que la cápsula se volvió visible para los instrumentos ópticos, lo que le brindó al equipo de recuperación una manera de rastrear el recorrido de la cápsula hacia la Tierra.
La misión del equipo de recuperación era recuperar la cápsula de la superficie terrestre lo más pronto posible para evitar que la muestra se contaminara con el medio ambiente de nuestro planeta.
OSIRIS-REx trae a nuestro planeta una muestra de asteroide que puede revelar el origen del Sol
Una vez que fue localizada y empaquetada para viajar segura, la cápsula fue trasladada en helicóptero hasta una sala limpia temporal en el campo militar, donde fue sometida a un procesamiento inicial y desmontaje en preparación para su viaje en avión al Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston (EEUU). Lugar donde la muestra será documentada, cuidada y distribuida para ser analizada por científicos de todo el mundo.
El material prístino proveniente del asteroide Bennu (rocas y polvo recogidos en la superficie del asteroide durante 2020) ofrecerá a generaciones de científicos una ventana al instante en que el Sol y los planetas de la Vía Láctea se estaban formando hace unos 4.500 millones de años.