En Costa Rica se llevó a cabo un innovador estudio que demuestra la mejora de eficiencia por la colaboración entre las abejas y aves en la producción de un buen café.
Dos lecciones muy importantes
Uno de los secretos mejor guardados para conseguir un gran café, es que las abejas y las aves cooperen para que sus granos estén protegidos y para polinizar sus flores. Una nueva investigación ha utilizado un innovador método para saber qué pasa cuando en las cosechas de café falla uno de estos dos elementos de ayuda que la propia naturaleza nos ofrece.
Las conclusiones a las cuales llegaron los científicos con este estudio, son realmente importantes en un doble sentido. Y es que arrojaron una gran lección sobre el cultivo del café; y otra lección acerca del complejo mecanismo que opera en un ecosistema, en el cual el todo siempre es más que la suma de sus partes.
Cuando intervienen este par de animalitos, los granos del café son más abundante y más grandes; por otro lado, los beneficios para sus cultivos son mayores, cuando el control de plagas que llevan a cabo las aves y el trabajo de polinización de las abejas van de la mano.
Tanto es así, que el beneficio del trabajo de las abejas y las aves en conjunto supera al de la suma individual de ambas especies; de acuerdo con el nuevo estudio, que ha llevado a cabo experimentos sobre cultivos verdaderos en 35 granjas del país centroamericano, cuyo café es considerado como uno de los mejores granos del mundo. Este trabajo fue presentado el pasado lunes en “Proceedings of the National Academy of Sciences” (PNAS).
Sin la colaboración de las abejas y las aves, los pequeños granjeros verían una disminución del 25 % en sus cultivos
A nivel Global, las exportaciones de café de pequeños granjeros de Costa Rica, están por el orden de los $ 24.000 millones al año; lo que señala que sus granos son uno de los cultivos más importantes en la región tropical. Por otro lado, según evidencia el estudio, también contribuye a la “conservación de la biodiversidad y afianza las relaciones culturales”.
Además, la actividad ayuda al mantenimiento del medio rural, debido a que los pequeños agricultores son responsables del 70 % de los cultivos en todo el mundo. Entre los años 2002 y 2012, el consumo de los granos a nivel global se duplicó, cerrando una tendencia que venía creciendo desde hace medio siglo.
Sin la cooperación de las abejas y las aves, los pequeños agricultores verían una disminución del 25 % en sus cultivos, lo que conllevaría a unas pérdidas equivalentes a un poco más del 1.000 dólar por cada hectárea, de acuerdo con las estimaciones de los científicos.
Acceso restringido para aves y abejas
Para llevar a cabo el experimento, los científicos excluyeron a las aves y a las abejas en las granjas estudiadas; mediante el uso de sistemas de bolsas y redes que evitaban el acceso de los animales a las plantas de café. Además, midieron lo que pasaba ante 4 escenarios distintos: sólo con aves; sin aves ni abejas; sólo con abejas; y por último en un entorno natural.
En el cuarto escenario, con el ecosistema operando sin obstáculos, los pájaros realizaban la función de control de plaga y; mientras tanto, las abejas iban polinizando las flores, y además comían varios insectos. Donde se incluían al gorgojo o broca del café, que es una de las especies más perjudiciales para estos cultivos.
Considerando que la relación entre el trabajo de las aves y el de las abejas es “sinérgica”, por lo que sus efectos en conjunto en el peso del fruto, el surtido del fruto y la uniformidad en el peso del grano son mayores que sus efectos individuales.
El papel de los animales silvestres en la producción del café
Dos de los autores del estudio, Taylor H. Ricketts, catedrático de Medio Ambiente y director del Instituto Gund de la Univ. de Vermont; y Alejandra Martínez-Salinas, investigadora del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza de Costa Rica. Comentaron por medio de un correo electrónico que, el café es uno de los cultivos mundiales de mayor valor y de mayor importancia para las comunidades rurales en países en desarrollo. Por otro lado, mucha gente no conoce que el café depende de las especies silvestres para la producción de todo lo que se pueda.
Los investigadores explicaron también que, los pájaros controlan plagas como la broca del café, las abejas lo polinizan. Tanto la naturaleza como los ecosistemas son de suma importancia para este cultivo. Y el café es esencial para el mundo históricamente, culturalmente y económicamente.
Con las abejas y las aves 2 + 2 es más que 4
Además, subrayaron la importancia del nuevo estudio más allá del cultivo del café; al afirmar que han hallado que los beneficios que se reciben por parte de la naturaleza, son servicios que no trabajan de manera independiente. Ya que interactúan de tal manera que incrementan los beneficios totales. Lo que significa que interactúan generando sinergias en donde dos más dos no es cuatro, porque aquí dos más dos es más que cuatro.
Los autores explicaron que su experimento es único en su diseño y escala. En él se manipuló el acceso de las abejas y las aves a sembradíos de café localizados en 30 fincas. Lo que resulta muy importante porque, hasta los momentos; los investigadores normalmente han estudiado estos servicios de manera individual, sin detenerse a evaluar si estos servicios llegan a interactuar de manera positiva o negativa.
Este trabajo científico demostró el verdadero valor de estas especies para el sustento de las fincas, expresos y comunidades, afirmaron los autores. Tanto así, que una de las consecuencias es que varias de las estimaciones actuales acerca del valor económico de los servicios ambientales están infravaloradas, por no tener en cuenta este efecto sinérgico.