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¿Por dónde pasa la falla de San Andrés?

Según los estudios, la falla de San Andrés empezó a formarse hace aproximadamente 30 millones de años en lo que actualmente es el estado de California

La falla de San Andrés es una de las conocidas fallas de rumbo del inglés Strike-slip fault.

La intrigante falla de San Andrés es una gran falla geológica ubicada al sudoeste de Estados Unidos y tiene casi 1.300 kilómetros de extensión. Teniendo en consideración todo lo que conlleva un terremoto, resulta evidente que los habitantes de la zona le tengan un gran respeto y temor a esta grieta continental.

Dividiendo las placas tectónicas de Norteamérica y del océano pacifico; la falla de San Andrés cubre 1.287 kilómetros pasando por el noroeste de California de Estados Unidos hasta la Baja California de México. Aunque el estado de California tiene cientos de fallas identificadas y 200 son consideradas potencialmente peligrosas, la falla de San Andrés es la más conocida y preocupante de la región.

Según las estadísticas, más del 70 % de los habitantes del estado California viven a menos de 50 km de las fallas que son propensas a ocasionar terremotos o sismos ligeros.

Historia de la falla de San Andrés

Según los estudios, la falla de San Andrés empezó a formarse hace aproximadamente 30 millones de años en lo que actualmente es el estado de California. El fenómeno surgió debido a la colisión entre la placa pacífica y la placa de Norteamérica; dando paso a un tipo de falla transcurrente, constituida por dos placas que se desplazan en direcciones opuestas.

Durante años, la existencia de la falla de San Andrés había pasado desapercibida, pero el 18 de abril de 1906, ocurrió una dislocación que cubrió 700 kilómetros de la falla, produciendo un catastrófico terremoto. El siniestro tuvo su epicentro muy cerca de la ciudad de San Francisco con una intensidad de 8 gados en la escala de Richter; dejando en la ciudad más de 3000 víctimas mortales e incalculables daños materiales.

Unos cuantos años después del terremoto, la Teoría de la Tectónica de Placas arrojó una explicación geológica muy negativa. En lugar de ser una noticia que tranquilice a los habitantes de la zona, se trata más bien de una desagradable realidad, que amenaza el bienestar del territorio californiano.   

Básicamente, la Teoría de la Tectónica de Placas se basa en que la corteza terrestre está dividida en una serie de placas, las cuales se han estado desplazando muy lentamente desde hace millones de años. Ya sabemos que en el estado norteamericano de California convergen dos de estas placas; la placa tectónica del Pacífico y la de Norteamérica, que están en un movimiento de separación imperceptible e indetenible.

Mapa Nacional de Riesgos Sísmicos a Largo Plazo de 2018

Fallas relacionadas

La falla de San Andrés o The San Andreas Fault en inglés, es el límite entre las dos placas mencionadas. Se trata de una rotura estrecha y continua de la corteza terrestre con ramificaciones como la de San Jacinto o la de Baning; fallas menores del sistema de fallas de San Andrés, cuya extensión de más de 800 millas (1.287 kilómetros).

La rotura está comprendida desde el extremo norte de California, hasta el sureño paso de Cajón, cerca de San Bernardino. Esta grieta continental alcanza profundidades que sobrepasan las 10 millas bajo tierra.

La falla de San Andrés es una de las conocidas fallas de rumbo del inglés Strike-slip fault. Se trata un tipo de fallas donde los dos bloques de roca o límites de cada placa se mueven en sentido horizontal una respecto de la otra; diferenciándose así de las conocidas fallas normales, en las que una de las placas tectónicas hace un movimiento escalonado sobre la otra.

Desafortunadamente para los ciudadanos californianos, su estado forma parte de la zona sísmica circumpacífica, región conocida también como el Anillo de Fuego del Pacífico; esta desventaja sumada a la existencia de la falla de San Andrés convierte a California en una de las zonas con más actividad sísmica de todo el mundo.

Los habitantes californianos se ven constantemente asechados por el peligro de vivir en una región tan activa en movimientos sísmicos; y no es para menos, ya que en la historia americana California ha sido cede los peores terremotos. Hay otras fallas importantes que se deben tener en cuenta como lo son:  

¿Qué se sabe de El Big One?

Muchos investigadores norteamericanos sostienen que el «Big One» será nada menos que el terremoto más devastador. Con una magnitud de 8 grados en la escala de Richter y una intensidad de IX, suficiente para destruir toda la costa californiana. El Big One será por tanto uno de seísmos más catastróficos de la historia.

Abajo de la ciudad de Los Angeles se encuentra una pequeña falla que representa para los científicos el principal detonante del futuro terremoto. Esta falla fue descubierta luego del terremoto de Whittier Narrows en 1987. Este sismo atacó por la mañana del 1 de octubre de ese año en el sur del Valle de San Gabriel y las comunidades cercanas del sur de California con una magnitud de 5,9 grados, causando 9 muertes.

La falla se encuentra en un punto geográfico extremadamente propenso a terremotos, es allí que la placa del Pacífico se desliza bajo la placa norteamericana. En consecuencia, las grandes tensiones tectónicas producen violentos terremotos.

En esta falla se han producido cuatro terremotos en los últimos 11.000 años; con una magnitud promedio de entre 7,2 y 7,5 en la escala Richter. No obstante, el Big One que implica una rotura completa de la falla, es un evento que se presenta solo una vez cada 3.000 años.

Los Sismólogos del Geological Survey de Estados Unidos (USGS), aseguran que un residente de Los Angeles tiene mayores probabilidades de morir en un accidente de tráfico que en un terremoto. Además, actualmente no es posible determinar con exactitud cuándo será el próximo terremoto. 

Se estima que un terremoto de 7,5 grados de magnitud en este punto podría provocar 18.000 muertes, 250.000 heridos y puede dejar 211.000 familias sin casa. Dicho suceso colapsaría los servicios médicos de Los Angeles y tendría un coste aproximado de 25.000 millones de dólares.

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