Quizás en algún punto de tu vida, los cables simples como de rizador de cabello, regaderas y cargadores de móviles, auriculares y hasta las hebras de cabello. Se han convertido en toda una maraña de cables enredados. ¿Por qué todo se enreda cuando menos lo estamos esperando?
Se enredan los cabellos, los cables de los cargadores, los auriculares
Si alguna vez te has preguntado por qué los cables o nuestros cabellos, se enredan constantemente. O la manguera del jardín, o los auriculares de tu móvil, son motivo de pérdida de mucho tiempo, por su forma de enredarse que parece inevitable.
La ciencia tiene una respuesta apropiada para toda esta complicación. La Segunda Ley de la Termodinámica, nos puede guiar para encontrar la solución a toda esta maraña y enredos.
Una medida que calcula el desorden en los enredos de los cables
No solo los cables, los cabellos o las mangueras se complican. El Universo también tiende a permanecer en el caos. Esta Ley determina que todos los sistemas cerrados están propensos a maximizar la entropía, la cual es una medida que se usa para calcular el desorden.
Sin embargo, si no es suficiente con esto; quizás las marañas dejen de ser tan fastidiosas si, cuando se desenredan, no olvidamos que tales desórdenes son fundamentales para la vida. Literalmente, están hasta en el ADN.
No todos los nudos son malos
Ciertamente, no son iguales todos los nudos. Entre ellos se encuentran algunos que son muy útiles para ser usados en rescates y salvar vidas.
A pesar de que, en la actualidad ya casi nadie sabe hacer nudos de este tipo; en el pasado era indispensable saber armar múltiples formas de nudos. Lo que sirvió a muchos como una habilidad fundamental.
Tanto es así, que nuestros antepasados descubrieron en los nudos una tecnología muy útil, inclusive lo descubrieron antes de descubrir la rueda. Sin los nudos, no hubiese sido posible tejer telas o atar los arcos para la caza que garantizó la supervivencia de la especie humana.
Si es cierto, que en la actualidad no se tiene que armar lanzas para sobrevivir; pero, para ciertas áreas, como la pesca, sastrería, para los marineros o para los cirujanos, sigue siendo determinante conocer cómo hacer nudos.
Y, sin embargo, para estos profesionales seguramente es frecuente cruzarse con nudos inoportunos.
¿Por qué siempre aparecen los enredos?
El profesor de física de la Universidad de California de San Diego (EEUU), Doug Smith; hace varios años llevó a cabo un experimento, aparentemente simple con uno de sus alumnos de la universidad.
Este trabajo llevó a Smith a ganar un Ig Nobel, el cual es un premio que se otorga a la forma de ciencia seria, que primero hace reír y luego provoca pensar.
El profesor quería establecer el por qué se forman nudos espontáneos. A través de la aplicación del método científico, hicieron caer pedazos de cuerdas de distintos tipos dentro de una caja, la cual era constantemente agitada por un pequeño motor.
En más de tres mil veces que repitieron la acción, pudieron comprobar que, a medida que las cuerdas eran más flexibles y más largas; más probabilidades habían de que se formaran odiosos nudos. Y algo que empeoraba la situación, era la existencia de torsión (torcer algo de manera helicoidal).
Entre más torcido, más difícil de desenredar
Si se toma un cable y se estira a lo largo, y se comienza a retorcer en uno de sus extremos; se podrá observar cómo se van formando ondulaciones hasta llegar a una rama lateral.
El científico explica que, cuando se aplica una torsión en un cable, así sea de manera involuntaria; la energía que allí se encuentra se transforma y provoca que el cable se doble, cosa que resulta imposible evitar. Entre más se tuerce el cable, más difícil será poder desenredarlo.
Y una de las causas que provocan este comportamiento, pareciera una paradoja: “existen pocas posibilidades de hacer que permanezca el orden, pero hay miles de formas de provocar un desastre”. Así es el orden natural de todo.
El enredo viene desde el ADN
El enredo llega al nivel molecular. El ADN es como una cuerda tan larga que si se pudiera extender llegaría a medir dos metros. Toda esta cuerda se encuentra empaquetada en un pequeñísimo espacio que son las células, las cuales son imposibles de ver sin el uso de un microscopio. Imaginen tal potencial para el enredo.
La profesora Mariel Vásquez, realizó una investigación para determinar cómo funciona el ADN; el cual se llega a enredar y desenredar constantemente en el transcurso de su vida.
Ahora bien, si volvemos al cable que se tuerce. El cual quedó como una doble hélice, muy parecida a la molécula del ADN. Y que, si se aplica más torsión, más parece enrollarse sobre sí mismo.
Bueno, el ADN tiene exactamente el mismo comportamiento. Así lo afirma la profesora Davis, experta en biología molecular, microbiología y matemáticas de la Universidad de California. Quien lo denomina el “superenrollado”.
Lo que, en los cables, el cabello o en los auriculares es tan molesto. Es fundamental que se mantenga, esta manera de empaquetar al ADN que tienen las células.