La SLYM resultó ser una máquina difícil de descifrar. Ahora, gracias a los avances en neuroimagen y biología molecular, investigadores de EEUU y Dinamarca han descubierto una nueva estructura en el cerebro.
Lo llamaron SLYM, que es la abreviatura de tipo linfoide subaracnoideo. Los científicos describen al SLYM como un componente previamente desconocido de la anatomía del cerebro, el cual actúa como una barrera protectora y una plataforma para monitorear la inflamación y la infección.
SLYM, estructura cerebral hallada recientemente
Los resultados, publicados en la revista “Science”, han sido desarrollados por investigadores del Centro de Neuromedicina Traslacional de la Universidad de Rochester (EEUU) y la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
Cuarta Meningitis. El cerebro está cubierto por tres membranas llamadas meninges: la piamadre, el material aracnoideo y la duramadre. Estas membranas forman una barrera entre el cerebro y el resto del cuerpo.
Entre la piamadre y la aracnoides hay un espacio llamado espacio subaracnoideo, que está lleno de líquido cefalorraquídeo que fluye dentro y alrededor del cerebro y ayuda a amortiguarlo y proporcionar nutrientes. La nueva estructura recién descubierta será la cuarta membrana ubicada en el espacio subaracnoideo por encima de la piamadre interna.
Como explican los investigadores, la función de la membrana SLYM va más allá de cubrir el cerebro para ayudar a controlar el flujo de líquido cefalorraquídeo dentro y fuera del cerebro. Nuestra hipótesis es que SLYM actúa como una barrera entre el líquido cefalorraquídeo ‘limpio’ que ingresa al cerebro y el líquido cefalorraquídeo ‘sucio’ que sale, llevándose las proteínas de desecho, explicó el Dr. Virginia Plá Requena, uno de los autores del estudio e investigadora del Centro de Neuromedicina Traslacional de la Universidad de Copenhague.
Presencia de la membrana SLYM
Así, la rotura de esta membrana puede dificultar la limpieza del cerebro, lo que afecta a la actividad neuronal, añade Plá Requena. De hecho, los investigadores creen que el descubrimiento de SLYM representa el descubrimiento de un nuevo nivel de organización en la circulación de LCR.
La presencia de la membrana SLYM parece respaldar el complejo papel de este líquido en el mantenimiento del sistema inmunológico del cerebro y en el transporte y eliminación de desechos tóxicos. Gran parte de estos desechos tóxicos se han relacionado con enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer y otros trastornos del sistema nervioso central.
Los investigadores explican que SLYM es un tipo de mesotelio, la membrana que cubre otros órganos del cuerpo, como los pulmones y el corazón. Estas membranas funcionan protegiendo los órganos y almacenando células inmunitarias.
Células mesoteliales del cerebro
Los investigadores creen que SLYM son células mesoteliales en el cerebro, cuyo trabajo es revestir los vasos sanguíneos en la cavidad entre el cerebro y el cráneo. También actúa como lubricante en esta cavidad.
Las pulsaciones fisiológicas causadas por el sistema cardiovascular, la respiración y los cambios en la posición de la cabeza mueven constantemente el cerebro dentro de la cavidad craneal, explican los investigadores. Al igual que otras células mesoteliales, SLYM reduce la fricción entre el cerebro y el cráneo durante este movimiento, agregaron.
La membrana se encontró en ratones, pero los investigadores dijeron que luego se vio en cerebros humanos donados para investigación. Testificaron que no se pudo haber observado antes porque se partió cuando se extrajo el cerebro del cráneo durante la autopsia. Es más, dicen, es tan delgado (solo unas pocas células de grosor) que no se puede ver en una persona viva en un escáner cerebral.
Sistema glinfático del cerebro
Hace una década, el mismo equipo de neurocientíficos de las Universidades de Rochester y Copenhague publicó hallazgos sobre el llamado sistema glinfático que revolucionaron la comprensión de los procesos y la mecánica del cerebro. Con su compleja red neuronal y estructura biológica, el cerebro continúa. Luego lo describen como un mecanismo cuya función es eliminar o limpiar el cerebro de los desechos acumulados.
Estos productos incluyen las llamadas proteínas beta-amiloide y tau, que se cree que están relacionadas con la enfermedad de Alzheimer cuando se acumulan en exceso. Desde este descubrimiento, varios grupos de investigadores han estudiado para averiguar exactamente cómo funciona el sistema glinfático, por qué falla en ciertas situaciones y qué sucede cuando falla.
Los expertos creen que el descubrimiento de la membrana SLYM podría tener un impacto significativo en la comprensión de la función precisa del sistema linfático. Esto podría abrir la puerta a nuevas investigaciones para monitorear esta estructura y buscar signos de infección o inflamación que causen enfermedades del sistema nervioso central.
SLYM y su circulación líquida
Por ejemplo, los investigadores sugieren que debido a que la membrana SLYM puede desempeñar un papel en la circulación del líquido cefalorraquídeo, su descomposición puede dificultar la eliminación de los desechos tóxicos que causan las placas de Alzheimer.
La membrana también parece desempeñar un papel en la protección del cerebro y en la prevención de que las células inmunitarias extrañas invadan la población de células cerebrales nativas, lo que puede contribuir a la progresión de la inflamación y el deterioro cognitivo. Ahora se necesita más investigación para comprender la importancia de la presencia de la membrana SLYM.
Pero como la Dra. Virgina Plá asegura que entender cómo funciona esta membrana podría ser clave para desarrollar nuevos fármacos, como los que pueden atravesar la barrera hematoencefálica-médula espinal.
Además, debido a su ubicación, la membrana puede ser un actor clave en procesos inflamatorios como traumatismo craneoencefálico, meningitis y esclerosis múltiple. En última instancia, comprender cómo cambia esta membrana en respuesta a la neurodegeneración o el envejecimiento puede ser fundamental para las intervenciones para preservar la función cognitiva, dijeron los investigadores.
El Dr. Jordi Villaplana, catedrático del Departamento de Bioquímica y Fisiología de la Universidad de Barcelona (España) e investigador en envejecimiento y neurodegeneración, considera muy interesante la posible existencia de tal membrana.
Esta será otra consideración para comprender la función del sistema glinfático, donde todavía hay algunas preguntas sobre su estructura y función, confirman los investigadores, que no participaron en el estudio. Pero desde mi punto de vista, la principal revolución es el descubrimiento del propio sistema linfático y su posible conexión con enfermedades neurodegenerativas y demás, dijo el experto.