Con simples movimientos de los ojos se pueden delatar nuestras decisiones. La ciencia ha determinado que mediante unos nuevos descubrimientos se puede observar el funcionamiento interno del cerebro humano desde el exterior.
Los ojos se mueven más rápido al momento de tomar una decisión
Un nuevo estudio determinó que los ojos pueden ser verdaderamente la ventana al alma de las personas: la manera en que los seres humanos mueven sus ojos puede revelar información importante sobre cómo toman sus decisiones.
Los investigadores pudieron comprobar que, al instante de tomar una decisión, la persona tiende a mover los ojos más rápido cuando mira hacia las opciones que finalmente seleccionarán.
Investigadores de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore y de la Universidad de Colorado en Boulder, las dos localizadas en los Estados Unidos; concluyeron en una nueva investigación, que los movimientos oculares sacádicos (se refiere a súbitos parpadeos) que por lo general tardan únicamente unas pocas docenas de milisegundos en completarse, pueden descubrir las decisiones finales que toma la gente en el momento de enfrentarse a elegir entre múltiples opciones.
Al parecer la clave se encuentra en la velocidad de los movimientos de los ojos
En el estudio, el cual fue publicado recientemente en la revista “Current Biology”, el equipo de científicos encabezado por Colin Korbisch, analizó específicamente los movimientos oculares sacádicos en el marco de un experimento en el que participó un grupo de voluntarios. Donde este tipo de movimiento de los ojos resaltaban claramente de los parpadeos convencionales, que se hacen a una velocidad mucho menor.
El equipo de investigadores descubrió que los movimientos sacádicos no solo anticipaban la toma de decisiones, sino que también podían servir como indicadores de enfermedades como la depresión o hasta el Mal de Parkinson.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo llevó adelante un experimento en el cual colocaron una cinta caminadora en un sector del campus de la universidad. De acuerdo con una nota de prensa, diferentes voluntarios llevaban a cabo una rutina de ejercicios sobre la cinta, y después tenían que tomar una decisión ante un panel digital. En este se les ofrecían varias alternativas, como por ejemplo, reducir o incrementar el ritmo en diferentes escalas.
En un principio, los movimientos oculares sacádicos que se enfocaban en alguna de las alternativas fueron igualmente fuertes. Sin embargo, a medida que transcurría el tiempo esa fuerza o vigor se incrementaba y los movimientos de los ojos dirigidos hacia la opción finalmente escogida se tornaban cada vez más rápidos, hasta llegar al instante de tomar la decisión definitiva.
Puede servir de herramienta de diagnóstico precoz para ciertas patologías
Los investigadores además encontraron que las personas que tomaban las decisiones de manera más apresurada; es decir, los voluntarios más impulsivos del grupo, además tendían a mover los ojos con mayor fuerza o vigor.
Una vez que el voluntario concretaba su elección, sus movimientos oculares se ralentizaban de nuevo. Mientras que llevar a cabo las lecturas en tiempo real de este proceso de toma de decisiones, por lo general necesita de la colocación de electrodos invasivos en el cerebro. Lo que significa que esta nueva metodología, más sencilla y no invasiva, abre muchas puertas para nuevos estudios.
Sin embargo, el vigor sacádico parece ofrecer una ventana en tiempo real al proceso escondido de evaluación de alternativas durante la toma de decisiones. Y su estudio y observación podría tener muchas otras implicaciones.
Como, por ejemplo, las investigaciones en primates no humanos señalan que algunas de las mismas vías en el cerebro que participan en la elección entre varias opciones, además pueden fallar en personas con la enfermedad de Parkinson, la cual es una patología neurológica en la que la persona experimenta temblores, problemas para moverse y otras complicaciones.
Los movimientos oculares más lentos no solamente estarían relacionados con esta enfermedad. Sino que además aparecían en muchos otros problemas de salud mental, como la esquizofrenia y la depresión.
En el momento de rastrear estos movimientos de los ojos, los investigadores contarían con una nueva herramienta de diagnóstico para poder identificar el progreso de determinadas enfermedades.