Los efectos del coronavirus estremecieron las estructuras socioeconómicas a nivel mundial y el sector universitario no fue la excepción. Las medidas de distanciamiento social forzaron una digitalización a partir de la aplicación de la teleeducación. Las autoridades universitarias de la región latinoamericana se reunieron recientemente ante el rebrote del covid-19, para asegurar la sostenibilidad y funcionamiento de las universidades.
Un análisis de los elementos relevantes de esta discusión, incluyendo las diferentes opciones que han tomado para generar soluciones ante la emergencia y exponiendo los procesos de transformación digital como centro del que hacer educativo universitario.
Digitalización del contenido curricular en el sector universitario
Según lo publicado por la UNESCO el año pasado. Como resultado de la digitalización impuesta, la mayoría de los centros de educación superior se han visto obligados a digitalizar el contenido curricular de manera precaria y acelerada; contrayendo la capacidad de planificación y obstaculizando los canales para una comunicación más efectiva. De igual manera se han topado con desafíos muy complejos en el sector universitario.
En cuanto a las universidades donde ya se había avanzado en los procesos de digitalización, allí la respuesta fue realmente satisfactoria. Por otro lado, en los centros educativos donde no se contaba con ninguna experiencia en teleeducación; se enfrentaron con importantes dificultades a la hora de responder de manera inmediata en la construcción de una plataforma tecnológica que resultara efectiva. Por esta razón varios sistemas universitarios y una importante cantidad de estudiantes se vieron impactados y comprometidos.
En este sentido, la UIDE (Universidad Internacional del Ecuador) en el año 2020 señaló al respecto que; la consecuencia, que dependió de la capacidad de reacción de cada centro educativo, fue que se pudo evidenciar una desproporción en la implementación de los recursos y en el despliegue de las competencias.
El sector universitario latinoamericano en tiempos de pandemia
La educación en el sector universitario en tiempos de pandemia; fue marcada por la carencia de acreditaciones de los conocimientos del estudiante y de instrumentos de evaluación, bajo un contexto de un proceso educativo virtual. Es evidente que la evaluación virtual es muy diferente a la evaluación presencial.
Esta realidad obliga al desarrollo de otras metodologías que sean capaces de responder al nuevo contexto. Teniendo en cuenta que la formación y la experiencia docente en un contexto virtual son muy escasas. Lo que ha generado una deficiencia en la legalidad y en la normativa que solapan los métodos para la evaluación. Existe poca capacitación docente en teleeducación y también la importancia de la acreditación. (Análisis publicado en el diario El Mercurio en 2020).
También en la acreditación de los saberes la educación presencial es muy diferente a la virtual
El año pasado fue publicado un artículo en el sitio escuela20.com; donde se resaltaba que, en el caso de la acreditación de los saberes o conocimientos de los estudiantes, el proceso pedagógico de la educación presencial es diferente al de la educación virtual. Esto se evidenció en casos donde el estudiante había resultado sobrecargado por el desconocimiento de la dinámica pedagógica virtual del profesor.
Y por lo novedoso del contexto digital, los educadores se enfrentan al desafío de incorporar nuevos métodos y mecanismos pedagógicos. Lo que hará de la acreditación una respuesta estandarizada.
La brecha que existe entre el acceso a las tecnologías y la digitalización
En Latinoamérica muchos estudiantes tienen problemas para acceder de forma eficiente a las tecnologías, a equipos e Internet. No cuentan con conectividad, lo que se traduce en un aumento en la tasa de deserción en las aulas de clases.
Por otro lado, el efecto psicológico del encierro llega a impactar la capacidad cognitiva de aprendizaje de los alumnos. Muchos de ellos habitan en entornos poco favorables para llegar a adaptarse a los ambientes virtuales; considerando la disposición de Internet, las condiciones del hogar y el oportuno acceso a los medios tecnológicos necesarios.
Otro aspecto fundamental a considerar, es la paralización de los procesos de la investigación científica debido a la pandemia por covid-19.
Como consecuencia de las medidas de distanciamiento social obligatorias, se ha comprometido el área de investigación de los centros universitarios. Los laboratorios y las prácticas clínicas exigen presencialidad; por esta razón existe un gran desafío: cómo hacerlos sostenibles.
Sostenibilidad financiera en las universidades
El importante aspecto de la sostenibilidad financiera de las universidades. El atraso en el pago a los profesores y el retiro de muchos estudiantes ha llevado a poner en riesgo a la parte financiera de las universidades del sector privado.
Por su parte, las universidades públicas, como consecuencia de las medidas tomadas por los gobiernos de la región latinoamericana para la recuperación económica de los países; se han visto afectadas por los grandes ajustes en sus presupuestos. Dando paso a un dilema económico y financiero que implica recortes adicionales en la entrega de becas, lo que está considerado como una causa que aumenta el abandono de la universidad por parte de los estudiantes.
En cuanto al sector universitario privado, la sostenibilidad financiera está basada en el cobro de matrículas. Por ello la estrategia utilizada consiste en ofrecer todas las posibilidades de financiamiento y becas a los alumnos de pregrado y de especializaciones. De igual forma, en la alternativa de que sean los estados los que faciliten las becas para la continuidad de los estudios además de líneas de créditos con intereses más bajos.
Capacidad de reacción en las universidades de Latinoamérica
Está claro que el modelo pedagógico de las universidades influye en su capacidad para reaccionar. Las instituciones universitarias que ya habían comenzado con la transición hacia la digitalización previo a la pandemia; que ya contaban con cierta infraestructura para las tecnologías, y que contaban con alguna experiencia en el desarrollo de lo que se conoce como cultura digital. Lo que se traduce en profesores y estudiantes más adaptados a sistemas y mecanismos como cursos presenciales en formatos híbridos, trámites digitalizados o trabajo con contenidos curricular online.
En algunas zonas las universidades han dirigido esfuerzos para hacerle más fácil el acceso a los estudiantes a las clases virtuales. Sobre todo, en las áreas con menor conectividad o rurales, llegando a generar de esa manera una extensión de recursos. Logrando mitigar el abandono de las aulas.
En este sentido, algunas de las actividades ejecutadas para reducir esta brecha se han llevado a cabo; como encuestas entre los estudiantes y profesores para ayudar a determinar cuáles son los requerimientos de equipamiento tecnológico.
Entre las acciones que se han llevado a cabo están la implementación de tabletas, computadoras laptop, licencias de Webex y de Zoom para las video clases, módems o tarjetas SIM para mejorar la actividad educativa y datos para las descargas gratis.