Este molesto “ruido de la comida” es bastante común, un fenómeno que hacer la vida imposible, afectando a nuestro estado de ánimo y a nuestros hábitos de comer. Sin embargo, hay fármacos que prometen silenciar estos pensamientos.
Al “ruido de la comida” lo escuchamos en todas partes
El “ruido de la comida” de pronto lo escuchamos en todas partes. A pesar de que puede evocar el chisporroteo del aceite en una sartén o el crujido de una papa frita, la frase “ruido de la comida” describe los molestos pensamientos de comida que pueden se perturbadores y angustiantes. Oprah, la reconocida presentadora de televisión estadounidense incluso mencionó este término en su especial de TV sobre los nuevos fármacos para bajar de peso como Wegovy y Ozempic.
Este “ruido de la comida” no es un diagnóstico clínico ni mucho menos un concepto nuevo. Sin embargo, ha venido ganando atención a la par del aumento de popularidad de los medicamentos agonistas del GLP-1 para bajar de peso Wegovy y Ozempic. Los expertos han dicho que estos fármacos brindan un sorprendente beneficio secundario al disminuir o hasta eliminar el ruido de la comida.
Robert Kushner, especialista en Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en EEUU, dijo que los pacientes que toman medicamentos GLP-1 volverán y les dirán a sus médicos cómo el fármaco les ha calmado su mente cuando solía estar llena de pensamientos sobre la comida. Y agregó que eso puso el concepto de ruido de la comida en el mapa para él.
Pensamientos intrusivos relacionados con la comida o ruido de la comida
Este fenómeno, que los médicos en alguna oportunidad describieron como “preocupaciones relacionadas con la comida” o “pensamientos intrusivos relacionados con la alimentación”, actualmente es parte integral de la conversación cultural acerca de la alimentación y la comida.
Rachel Goldman, psicóloga especializada en el comportamiento alimentario y profesora asistente clínica de psiquiatría en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (EEUU), explicó que el ruido de la comida es común en estos días porque la cultura de la dieta está en todas partes y estamos recibiendo mensajes sobre lo que está bien y lo que no. Y agregó que muchas personas no se dan cuenta de cuánto espacio ocupa en su cabeza hasta que comienza a desaparecer.
¿Cuáles son los efectos negativos del ruido de los alimentos?
El profesor de nutrición y estudios alimentarios en la Universidad George Mason y profesor adjunto de medicina en la Escuela de Medicina Johns Hopkins, Lawrence Cheskin, señaló que, para ser completamente claros, el ruido de los alimentos no tiene relación con el hambre o la inseguridad alimentaria. Sino que se trata de que los pensamientos sobre la comida nos supongan una preocupación.
El año pasado la revista Nutrients publicó un artículo donde los investigadores conceptualizaron el ruido de los alimentos como “rumiación y preocupación obsesiva por la comida” que puede ser causada por señales internas, como pensamientos sobre comer, el estómago gruñendo, o señales externas, como oler o ver alimentos deliciosos. Dichas señales pueden hacer que los pensamientos relacionados con los alimentos empiecen a reproducirse en un bucle repetitivo.
Cuando se trata de los efectos y de la intensidad del ruido de la comida, se presenta un continuo: y es que, para algunos, el ruido de la comida es como una conversación incesante dentro de sus cabezas sobre qué comer, cuánto comer, cuándo comer, etc., y puede ser una angustia y distracción. Posiblemente estas personas estén pensando en su próxima comida mientras están comiendo.
El tiempo que algunas personas le dedican a pensar en comer
Susan Albers, psicóloga clínica de la Clínica Cleveland y autora de “Comiendo conscientemente: como terminar con la alimentación inconsciente y disfrutar de una relación equilibrada con la comida”; explicó que nos podemos imaginar que tenemos un gráfico circular: pensemos en qué porcentaje del día le dedicamos a pensar en la comida. Para aquellas personas con mucho ruido de los alimentos, entre el 80 y el 90 por ciento de su día lo pasan pensando en la comida, agregó.
Por su parte, Goldman dijo que, para la gente con ruido de la comida molesto, esto podría afectar su sueño, o provocarles vergüenza o culpa en torno a la comida o pensamientos ansiosos. Este molesto ruido puede interponerse en el camino para que alguien pueda funcionar de la mejor forma.
Por el contrario, aquellas personas que tienen un ruido leve de los alimentos apenas pueden notarlo, como si fuera solo un zumbido silencioso en el fondo.
¿Cómo saber si soy susceptible al ruido de la comida?
Cualquier persona puede experimentar el ruido de los alimentos, pero la gente con sobrepeso u obesidad con frecuencia están luchando con el ruido de la comida más que otras personas, lo que puede dificultar el perder peso.
Cheskin dijo al respecto que, si se tiene un nivel excesivo de ruido de la comida, es más posible que la persona haga algo para acallarlo y eso es comer.
Un estudio publicado en la revista Obesity Reviews halló que una mayor reactividad a las señales de comida a menudo induce antojos y también influye en el comportamiento alimentario, lo que ayuda a aumentar de peso. Por otro lado, un informe de este año de Weight Watchers y STOP Obesity Alliance encontró que más del 50 por ciento de las personas que viven con sobrepeso u obesidad experimentan el ruido de los alimentos, lo que, de acuerdo con muchos expertos, dificulta el cumplimiento de un plan de alimentación saludable o un régimen de ejercicios.
Otras personas que pueden ser especialmente susceptibles son aquellas que sufren de trastorno alimentario o tienen un patrón alimentario desordenado. Goldman explicó que si la persona está restringiendo su alimentación o saltándose las comidas, es probable que tenga más ruido de los alimentos, «tu cuerpo te está dando señales para comer más«.
También las personas que tienen muchas reglas alimentarias o han estado a dieta de vez en cuando durante años, es más probable que esa persona experimente el ruido de la comida. Y una investigación publicada en una edición de este año de la revista Appetite encontró que el ruido de los alimentos es frecuente entre las personas con ortorexia nerviosa, una afección que se caracteriza por un enfoque obsesivo en la alimentación saludable, preocupaciones persistentes por la pureza de los alimentos y reglas dietéticas inflexibles.
Mucha vergüenza y retraimiento social
Susan Albers dijo que hay mucha vergüenza y juicio en torno al ruido de los alimentos. Esto puede afectar las relaciones, lo que conlleva a la retraimiento social, y disminuir la participación de las personas en otras áreas de su vida.
El hecho de que la gente que toma un agonista del receptor GLP-1 como Wegovy o Ozempic con frecuencia informen una reducción en el ruido de los alimentos está arrojando luz sobre los posibles mecanismos detrás de esto.
Cheskin explicó que estos fármacos están trabajando en los receptores en el cerebro y también en el tracto gastrointestinal que están relacionados con el apetito y el hambre. Y que están afectando algunos de los desencadenantes de la alimentación.
Kushner agregó que pueden estar afectando el sistema de recompensa en el cerebro de manera que contrarrestan el ruido de los alimentos. GLP-1 es la abreviatura de péptido similar al glucagón 1, una hormona natural en el organismo que juega un papel en la regulación del azúcar en la sangre, el apetito y la digestión. «Hay receptores GLP-1 en todo el cerebro, incluso en el hipotálamo y los centros de recompensa«. En cuanto al ruido de la comida, añadió que estos medicamentos están golpeando múltiples receptores y eso disminuye la liberación continua de estas señales que desplazan otros pensamientos y emociones.
W. Scott Butsch, director de medicina de la obesidad en el Instituto Bariátrico y Metabólico de la Clínica Cleveland (EEUU), dijo que al interrumpir estas vías de recompensa de dopamina en el cerebro, estos fármacos están interrumpiendo estos procesos de pensamiento desordenados sobre la comida.
Los antagonistas del receptor GLP-1 pueden ayudar en la lucha contra la adicción
Esto no es sorprendente debido a que una nueva investigación en la revista Addiction encontró que los agonistas del receptor GLP-1 pueden ayudar a las personas que luchan contra la adicción: el estudio halló que las personas con un trastorno por consumo de alcohol tenían una tasa 50 % menor de beber hasta el punto de intoxicación si estaban tomando estos medicamentos; mientras tanto, aquellos con un trastorno por uso de opioides que tomaban estas drogas tenían una tasa 40 por ciento menor de sobredosis.
Butsch dijo que algunas personas no notan que han tenido ruido de comida hasta que toman estos fármacos y se dan cuenta de que están pensando con más claridad y tienen espacio libre en sus mentes. «No se sabe si eso afecta su peso, pero ese espacio libre en sus cabezas puede conducir a una mejor calidad de vida«, agregó.
Otras formas de callar ese ruido
Quienes no están tomando GLP-1 u otros fármacos para bajar de peso todavía pueden tomar medidas para disminuir el ruido de los alimentos. Como punto de partida, los expertos recomiendan analizar sus hábitos de salud, incluido el sueño, la hidratación, el ejercicio, los patrones de alimentación y el manejo del estrés. Goldman señaló que es más difícil combatir estos pensamientos intrusivos cuando se está cansado o estresado.
Nos puede ser de mucha utilidad llevar un registro o un diario para identificar patrones y desencadenantes del ruido de los alimentos. Goldman explicó que una vez que se haya identificado los desencadenantes, se deben tomar medidas para disminuirlos. Si el ruido de la comida es muy fuerte cuando se pasa cinco horas sin comer, pasa tres o cuatro horas.
Estimular la liberación de dopamina
Albers dijo que mientras tanto, se debe hacer un esfuerzo por comer con regularidad y elegir comidas que sean física y psicológicamente satisfactorias. Y agregó que cuando las personas se dan permiso para comer lo que quieran, puede tener un efecto sorprendente en la reducción del ruido de la comida.
También dijo el experto que «mientras comes, reduce la velocidad y participa en una alimentación consciente, de manera que prestes atención a las propiedades sensoriales de los alimentos. Eso te ayudará a maximizar el disfrute de lo que estás comiendo«. Hacer ejercicio o participar en actividades agradables que estimulen la liberación de dopamina, como escuchar música o leer, también podría ayudar a calmar el ruido de los alimentos, añadió.
Sin embargo, ten en cuenta que el ruido de la comida es una aflicción común, así que no te castigues por ello. En su lugar, ejerza un poco de autocompasión, sugiere Goldman: «La forma en que nos hablamos a nosotros mismos es importante, así que ten en cuenta lo que te dices a ti mismo sobre el ruido de la comida«.