El joven león Ruru vivía en malas condiciones en un establo a las afueras de la capital ucraniana, en el momento en el que el bombardeo de las tropas rusas sorprendiera a su dueño; quien no dudó en dejarlo abandonado junto con otras especies exóticas que mantenía en su propiedad.
Pero gracias al esfuerzo de activistas ucranianos y españoles se logró que este felino dejase atrás la guerra y hallara un nuevo hogar en Alicante, España.
AAP Primadomus rescata a Ruru
La fundación de Alicante AAP Primadomus logró rescatar a Ruru, un león de tres años de edad que vivía bajo unas condiciones terribles a las afueras de Kiev, en Ucrania. En el momento en que toda la zona fue bombardeada por el ejército ruso, su antiguo dueño huyó y lo abandonó a merced de la guerra.
Según sus actuales cuidadores en Alicante, aunque Ruru logró sobrevivir a los ataques, su vida era muy triste.
Antes de ser rescatado, el joven felino estuvo viviendo en un establo muy precario en las afueras de la capital de Ucrania. Su dueño poseía también otras especies exóticas en su propiedad, como pavos reales, tortugas, y hasta había construido una jaula para Ruru, quien no recibía ninguna clase de cuidado o limpieza.
El responsable del Área de Grandes Felinos y Gerente de la fundación AAP Primadomus, Pablo Delgado; explicó que los animales que vienen de un pasado en cautividad en condiciones deplorables como en las que vivía Ruru presentan muchas secuelas tanto físicas como psicológicas. Y que la ausencia de una alimentación apropiada es un buen ejemplo, debido a que afecta de una forma muy severa a la formación de su esqueleto y también de sus músculos.
Delgado agregó que, las instalaciones pequeñas, con poca luminosidad y ventilación implican pocos o casi ningún estímulo para los animales; lo que más tarde se convierte en serios problemas de debilidad, de artrosis, de equilibrio, entre otros. Que además llegan a afectar el bienestar psicológico del animal.
Cómo son los rescates de los animales en medio de una guerra
Cuando ocurrían los combates en la capital ucraniana, hubo fuego de mortero en el área donde se localizaba el establo donde habitaba Ruru. Y todos los animales que con él vivían se dieron por muertos.
Los trabajadores de un refugio de la zona descubrieron que los animales todavía estaban vivos, entonces lograron rescatar a la mayoría de ellos, excepto al felino de tres años; debido a que no estaba la llave de su jaula.
Ruru logró sobrevivir a pesar de los bombardeos constantes. Y a que Asya Serpinska, la dueña del refugio junto con su nieta continuó alimentando al joven felino semana tras semanas. En el momento en que los soldados rusos entraron al lugar colocaron minas alrededor del establo. Fue cuando Asya logró persuadir a uno de los militares rusos con cigarrillos para que no detonara la mina.
Solo cuando el ejército ucraniano recuperó la zona de Kiev fue posible que se llevara a cabo el traslado de Ruru hasta Polonia. Desde allí luego se tramitó la acogida del felino en España.
La bióloga y comunicadora en AAP, Berta Alzaga; explicó que la guerra ha aumentado la solicitud de rescates que llegan a la fundación desde Ucrania. Debido a que los centros de ese país se han topado con muchos animales abandonados. Entonces, frente a la imposibilidad de poder atenderlos de manera adecuada y ante la inseguridad generada por la guerra, están buscando toda la ayuda posible fuera de su país.
Se requiere una legislación que enfrente situaciones como la de Ruru
Pablo Delgado también dijo que, en la actualidad, el joven felino ucraniano se encuentra aún en la etapa de cuarentena. Un periodo donde se le está brindando todo tipo de chequeos veterinarios posibles previo a que Ruru comience con su rehabilitación.
El joven león llegó a la fundación bastante alterado por todo el estrés de la guerra y debido a su traslado. También, está el hecho de que su antiguo dueño lo castrase, lo que le ha impedido desarrollar la melena característica de los leones adultos.
Tanto en Ucrania como en España, a excepción de cuatro Comunidades Autónomas españolas, es completamente legal poseer, comerciar y transportar toda clase de fauna salvaje. Por esta razón, desde la fundación AAP también están luchando para que sea implantado un Listado Positivo que se encargue de delimitar y definir expresamente cuáles son las especies susceptibles de comercio y posesión como animales de compañía, para que quede completamente prohibido todas las demás.
En este sentido Marta Merchán, quien es responsable del Área de Políticas Públicas de la fundación AAP Primadomus; dijo que en estos momentos existe un Anteproyecto de Ley Nacional de Protección Animal en España. La cual se encargaría de regular la tenencia y comercio de animales de compañía fundamentándose justamente en Listados Positivos. Luego de que sea aprobada esta Ley, un comité científico será el responsable de la elaboración de dichas listas.
De esta manera, la Ley permitiría dar fin a los peligros innecesarios que la actual situación representa para los animales, el medio ambiente y para las personas.