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Uno de los países líderes en la producción y exportación de carne de vacuno, Brasil, ha interrumpido hasta nuevo aviso las exportaciones de carne de res a China; el país más poblado del mundo y cliente número uno de la nación brasilera en el mercado bovino; luego de corroborar dos acontecimientos irregulares en presencia de la enfermedad de las vacas locas.
Los mismos fueron encontrados como casos separados, en dos plantas de carne diferentes del país. La enfermedad encefalopatía espongiforme bovina (EEB), popularmente conocida como la enfermedad de las vacas locas, ocasionó que Brasil suspendiera la exportación de carne a el país asiático; cumpliendo con el protocolo sanitario establecido.
Esta suspensión temporal se debe a un tratado entre los países de China y Brasil, con motivo de salud animal en donde se trazará un espacio de tiempo para que Pekín, capital del país chino pueda realizar una evaluación de la preocupante situación ocurrida. China dictaminará en que momento reanudará la importación de la carne de res.
Para los encargados de la agricultura y ganadería brasilera este evento representará más que una dificultad, un gran golpe económico; ya que China adquiere más del 50% de las exportaciones de la carne de vacuno del país sudamericano.
Es importante destacar que, este caso no es el primero que se da a conocer. En junio del 2019 se presentó la suspensión de exportaciones a China; luego de confirmar un caso de la enfermedad por una vaca contagiada de 17 años, en el territorio de Mato Grosso.
La actividad agroindustrial que posee Brasil, representa uno de los motores económicos del país. Por ende, las grandes compras realizadas por China al país latinoamericano lo acreditan como el principal socio comercial de los productos básicos que ofrece.
¿De qué trata la enfermedad de las vacas locas?
La encefalopatía espongiforme bovina (EEB), también llamada el mal de las vacas locas es una enfermedad causada por una proteína mal plegada,capaz de transmitirse a seres humanos por medio del consumo de animales infectados; ante todo de la ingesta de tejidos nerviosos.
Además, pertenece a un grupo misterioso de enfermedades emparentadas, casi todas sumamente raras. En el año 1986, se obtuvieron las primeras ocurrencias de esta enfermedad en animales; específicamente detectadas en el Reino Unido.
Según los científicos, esta enfermedad es degenerativa y actúa en el sistema nervioso central de los bovinos; manifestando síntomas nerviosos en la adultez de los animales, que posteriormente termina con el fallecimiento del animal.
El origen y la evolución de la enfermedad denominada encefalopatía espongiforme bovina (EEB), no logra comprenderse del todo. Aun cuando la enfermedad produce defectos en la parte neurológica, su desarrollo ocurre en zonas que se encuentran por fuera del sistema nervioso.
Los registros de esta enfermedad muestran que algunos bovinos poseen un paso anormal, presentan cambios de comportamiento, así como temblores y signos de hiperactividad ante la presencia de determinados estímulos. Todo esto ocasiona que la estabilidad y la coordinación del animal se vean afectados.
En Europa, grandes poblaciones de ganado bovino han resultado exterminados desde la aparición de los primeros casos del mal de la vaca loca, hace algunos años atrás. En Estados unidos el primer acontecimiento registrado de EEB, fue identificado en el año 2003 por el Departamento de Agricultura del país norteamericano.
El riesgo de la enfermedad en Brasil es insignificante
Las plantas de carne involucradas con la detección de la enfermedad encefalopatía espongiforme bovina (EEB), se encuentran en el estado de Mato Grosso y el estado de Minas Gerais. Estos ocupan el cuarto y quinto lugar en casos identificados como atípicos de la enfermedad de la vaca loca en el país brasilero en un lapso de tiempo de 23 años.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa), anunció que, la enfermedad es declarada como atípica; explicando que la misma se desarrolla de manera espontánea y no tiene relación con la ingesta de alimentos contaminados. De igual manera, agregó que Brasil no ha presentado en ningún momento una situación de enfermedad clásica de la vaca loca.
Las muestras fueron enviadas y posteriormente confirmadas por un laboratorio de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). Esta organización en concordancia con las normas internacionales, fue informada de los casos y llevaron a cabo las pruebas pertinentes.
El ministerio deja en claro que la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), no incluye la aparición de casos catalogados como atípicos de la EEB, en materia de reconocimiento oficial de riesgo en el país. Por tanto, Brasil seguirá categorizándose como un país con un riesgo no significativo en cuanto a la enfermedad.
La salud de los individuos, tanto humana como animal se encuentran fuera de riesgo indica el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (Mapa). Por otra parte, las autoridades gubernamentales están ante la espera de que el tiempo de evaluación no se prolongue demasiado, con resultados positivos para el país, levantando la suspensión.